El yacimiento de gas se encuentra a 190 kilómetros al norte de la ciudad de Port Said (noroeste) y según la compañía tiene un potencial de más de 850.000 millones de metros cúbicos de gas, lo que equivale a 5.500 millones de barriles.

Fue descubierto en agosto de 2015 y su puesta en marcha se produce en "tiempo récord" para un yacimiento de estas dimensiones y situado en aguas profundas, según la compañía.

El consejero delegado de Eni, Claudio Descalzi, celebró la de hoy como "una jornada histórica que representa una nueva confirmación de los hombres y mujeres de Eni en transformar las oportunidades en grandes éxitos".

En su opinión, este yacimiento "transformará el panorama energético de Egipto, permitiendo al país ser autosuficiente y pasar de ser un importador de gas a un futuro exportador".

Eni opera en Egipto desde 1954 a través de su controlada "IEOC Production BV", el principal productor del país al generar alrededor de 230.000 barriles al día.

El gigante energético italiano posee un 60 % en esta enorme explotación, mientras que la rusa Rosneft tiene un 30 % y la británica BP un 10%.