"Quiéreteme, date un caprichito, amor", reza la letra de la canción que anunció las rebajas de El Corte Inglés. Una letra que invita a comprar; pero que va acompañada de un ritmo divertido y una sintonía pegadiza. Dos cuestiones de las que es responsable Oeo Música, que junto a varias agencias de publicidad pone sintonía a los anuncios de grandes compañías como Ikea, Campofrío, Repsol, Nestlé o Bankia.

Tres creativos de publicidad y producción y dos músicos son los que forman la plantilla fija de Oeo, que trabaja a contrarreloj por ofrecer a las marcas la melodía que necesitan. Una labor complicada para la que, en el mejor de los casos, tienen unos cinco días. Después, llega el periodo de retoques, que a veces se alarga hasta un mes. Pero, ¿cómo se llega hasta el anuncio que se emite? ¿Va antes el vídeo que la música, o al revés?

Son las agencias de publicidad las que contactan con Oeo, que nació en 2006 de la mano de Coloma Fernández. En ese momento, les entregan el briefing a partir del cual se compondrá la música. Ahí conocen qué quiere transmitir la compañía, a qué público objetivo se dirige y el guion del anuncio. Manos a la obra. "Es un trabajo muy psicológico, tienes que entender quién es la empresa y qué quiere decir a sus clientes", dice Fernández.

Por eso, cuando toca componer los músicos tienen en mente al público, como si fueran a salir a un escenario. "Me voy solo, compongo, y luego lo enseño a los demás; cada composición es diferente, a veces tienes que crear una música que sea protagonista y otras que solo sirva de acompañamiento", cuenta Pablo Parser, uno de los músicos de Oeo. Fernández afirma que la esencia de la canción depende en un 80% de la imagen de la marca, y "en un 20%" del sello de la productora. 

Para muchas composiciones necesitan recurrir a más músicos, unas contrataciones que se hacen en cada proyecto. Las voces, por ejemplo, suelen ser externas. A veces, un amigo. Otras, alguien que han oído cantar en el metro. Y las menos, cantantes reconocidos que se ofrecen para poner la voz a cambio de que no se haga público su nombre.

En publicidad los músicos no son reconocidos por sus creaciones. Aparecen como creadores anónimos, supeditados a la marca. Sin embargo, ellos las sienten como propias. "A veces ves que se ha reproducido mucho en YouTube, lees los comentarios que alaban la música y, claro, eso siempre está bien", dice Parser entre risas.

"Quiéreteme", un caso de éxito

Hay anuncios cuyas canciones quedan en la memoria colectiva. Incluso se escuchan más allá de la publicidad, porque han gustado. Es el caso, por ejemplo, de "Quiéreteme", creada para las rebajas de El Corte Inglés.

A Oeo llegó ya la letra de mano de la agencia de publicidad Pingüino Torreblanca. Ellos pusieron la música, que ha conseguido mantenerse en el tiempo. También ha sido premiada. A finales de octubre, la campaña recibió el premio de plata en la categoría Mejor Campaña de Producto de la Asociación Española de Anunciantes.

Menos recursos, pero grandes proyectos

Con poco más de diez años de vida, Oeo se ha ido adaptando a la crisis económica. Aunque la publicidad es muy estacional, en la productora están satisfechos porque no les faltan los proyectos. "El trabajo trae más trabajo", dice Fernández, que cree que la productora aún tiene mucho recorrido. "No hemos llegado a la madurez", dice.

Atrás quedaron los tiempos en los que viajaban a Bratislava para grabar cuerdas. Hoy, con menos recursos, continúan poniendo música a los anuncios de grandes compañías. "No nos acomodamos, cada día es un reto", comenta entusiasmada la directora.

Según sus cuentas presentadas al Registro Mercantil, en 2016 Oeo Música facturó cerca de 2 millones de euros, aunque refleja unas pérdidas de 7.000. Quieren seguir creciendo: "Cada día es un examen y hay que hacerlo muy bien para que vuelvan a contar contigo".

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