Berlín

Malm. Ese nombre llevaban las cómodas que Ikea se vio obligada a retirar del mercado en Estados Unidos y Canadá el año pasado. Entre 2014 y junio de 2016 habían muerto tres niños aplastados en accidentes en los que se vieron envueltos esos muebles, de los que el gigante sueco ha vendido, sólo en suelo estadounidense y canadiense, millones de ejemplares. Malm se llama también una popular cama de Ikea que se ha convertido en otra fuente de problemas para la empresa sueca. Esto ocurre al menos en Alemania, donde el diseñador germano Philipp Mainzer ha denunciado a al gigante sueco por plagio.

De Mainzer es el modelo SL02 Mo, una cama de diseño sencillo valorada en unos 3.000 euros. Está hecha en madera maciza de roble o nogal. Fue presentada en enero de 2002, en el marco de la IMM de Colonia, una feria internacional dedicada a muebles de interior. "Todo empezó allí”, dice Mainzer a EL ESPAÑOL. Este diseñador de 47 años, responsable de una empresa que emplea a unas 30 personas, ve muy “probable” que en la presentación de aquella cama empezara el plagio que ha dado pie al pulso que mantiene con el gigante sueco.

La Corte Federal de Justicia de Alemania (BGH, por sus siglas alemanas) permitía hace unos días que se vuelva a considerar la denuncia por plagio interpuesta por Mainzer. Las primeras acciones legales de Mainzer contra Ikea datan de 2012. Dos organismos judiciales previos, una corte en primera instancia y un tribunal de apelación, habían considerado desde entonces la cama Malm como “un diseño independiente de Ikea”, según recuerdan a este periódico desde la rama alemana de la empresa sueca.

El diseñador germano Philipp Mainzer. Boris Breuer

“Nos alegramos por la decisión del BGH. Uno se siente un poco como David contra Goliat”, dice Mainzer desde las oficinas de su empresa e15, con sede en Fráncfort (oeste germano). “Somos una empresa pequeña y esta situación nos molesta, nos quita tiempo y dinero, nos obliga a pensar más en aquello en lo que tenemos que invertir sin poner en peligro la compañía”, agrega.

Mainzer no recuerda cuántos de sus SL02 Mo ha vendido su empresa. “Seguro que hemos vendido mucho menos que los que IKEA ha vendido” bajo el nombre Malm porque “es su cama más popular”, abunda. De lo que sí está seguro Mainzer es del parecido que tienen las dos camas.

El diseño de ambas es sencillo, compuesto únicamente por líneas rectas. Tal vez lo más característico sea la cabecera, que se levanta unos 80 centímetros. “El diseño es más o menos el mismo”, reconoce Mainzer, “pero a nosotros nos cuesta mucha energía y esfuerzo desarrollar algo así y ponerlo en el mercado”. Él no cree que la diseñadora Eva Lijlia Löwenhielm, la creadora oficial del Malm de Ikea, no se haya servido como fuente de inspiración del SL02 Mo, un diseño patentado por Mainzer en 2002. “Puede que ella haya hecho el diseño, pero ha mirado lo que nosotros hacemos”, sostiene Mainzer.

Aún así, este diseñador defiende las diferencias de su cama con el Malm. “Como producto, el nuestro es muy diferente al suyo. El nuestro es de madera maciza preparada en talleres alemanes”, comenta Mainzer. Esos elementos, y la originalidad del diseño, según él, explican la diferencia de precio entre SL02 Mo y Malm. Esta última cuesta entre 200 euros y 300 euros. Mainzer reconoce que a sus oficinas han llegado clientes a los que ha habido que explicar la diferencia de precios entre las dos camas. “Por lo que cuesta la cama de Ikea, uno sólo paga la madera”, ha explicado Mainzer a la revista económica germana Manager Magazin, aludiendo a los tableros de partículas que componen el Malm.

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD ANTE LOS TRIBUNALES

La defensa de Ikea en su enfrentamiento con Mainzer consiste esencialmente en afirmar que la concepción de la cama Malm se produjo al mismo tiempo, en paralelo, a la creación del SL02 Mo. Según esta versión, un proceso creativo habría tenido lugar en las oficinas de Eva Lijlia Löwenhielm, en Suecia, y el otro en las de Mainzer, en Fráncfort. El fundador de e15 no lo cree posible.

“Un poco antes de 2000 ya teníamos una cama similar al SL02 Mo, pero la cambiamos un poco y la presentamos de nuevo en Colonia en 2002”, dice Mainzer, aludiendo al IMM de Colonia, del que han pasado ya tres lustros. En Ikea Alemania, en cualquier caso, prefieren no comentar el caso que le enfrenta a Mainzer y su empresa.

Las camas Malm aparecieron en Alemania como tal en 2003. En 2002, Ikea ya tenía un modelo, Berger, muy parecido al de Malm. La reciente decisión del BGH permite a Mainzer pensar en que la justicia le de la razón. “Ese es el primer objetivo”, dice el diseñador alemán. “Después ya pensaremos en que nos paguen las costas procesales, que han costado mucho dinero, y que nos digan cuántos Malm han vendido”, agrega. A partir de ese último cálculo se podrían hacer estimaciones sobre los “daños” que el gigante habría causado a e15 vendiendo su supuesta copia de la exclusiva SL02 Mo.

Pero eso no es todo, Mainzer ha visto este año que Ikea ha vuelto a inspirarse de un sofá y de una mesa auxiliar diseñada por su empresa. “Copian de forma sistemática”, comenta el creador alemán al respecto. De momento, Mainzer no habla de denunciar estos otros dos supuestos plagios. Lleva ya un lustro defendiendo la autoría de su lujosa cama. La justicia sólo acaba de darle el derecho a un segundo asalto frente a Ikea en los tribunales.

Noticias relacionadas