En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio, Ingo Strater, señaló que ayer los responsables de Daimler, que tiene las marcas Mercedes-Benz y Smart, comparecieron en la comisión de investigación creada en Transportes para analizar el escándalo del trucaje de los motores de Volkswagen.

En esa cita, según apuntó, el fabricante automovilístico mantuvo que actuó conforme a derecho y el Ministerio decidió que la KBA examinará los coches bajo sospecha.

La reunión tuvo lugar después de que el diario "Sueddeutsche Zeitung" y las emisoras de radio regionales NDR y WDR informaran este jueves de que la Policía y la Fiscalía sospechan que Daimler manipuló las emisiones de más un millón de vehículos con motor diesel durante casi diez años.

Según informaciones del semanario "Der Spiegel", difundidas hoy, tanto como el Ministerio de Transportes como la KBA llevan semanas examinando autos de Daimler, concretamente los modelos de la Clase-C con motores diesel del tipo 642 y 651.

Las sospechas se concentran en el sistema de apagado del motor, no autorizado, y presuntamente preparado para superar los controles de emisiones sin que se revele cuántas producirá en realidad cuando circule por la calle.

De acuerdo con ese medio, las propias autoridades habrían advertido el jueves a representantes de Daimler que se retirarían los vehículos afectados, en caso de comprobarse el uso de ese mecanismo.

La fiscalía de Stuttgart (sur de Alemania) ordenó a finales de mayo el registro de varias dependencias de Daimler como parte de las investigaciones abiertas por el presunto trucaje de los motores diesel, en paralelo a las diligencias de la justicia de Braunschweig (centro) y Múnich (sur) sobre los casos de Volkswagen y su filial Audi. EFECOM

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