En total dicho superávit alcanzó los 1.936 millones de euros, muy superior a los 431 millones presupuestados.

En el mismo periodo el Estado y las administraciones públicas griegas registraron un déficit de 1.597 millones de euros, muy por debajo de los 3.092 millones previstos.

El resultado se debe a una gestión financiera muy austera que implicó una reducción importante del gasto y de las inversiones públicas.

El gasto total del Estado en el primer semestre de 2017 alcanzó los 23.771 millones de euros, 1.443 millones menos que los 25.214 millones previstos en los presupuestos.

Los ingresos ordinarios se situaron en los 22.174 millones de euros, 52 millones más de los 22.122 millones previstos.

Las inversiones públicas sumaron 908 millones de euros, 294 millones menos de los 1.202 millones presupuestados.

La reducción de la financiación de inversiones públicas, en su mayoría en programas cofinanciados por la Unión Europea, tuvo como consecuencia una bajada de los ingresos provenientes de fondos europeos, que fueron 836 millones de euros, 22 millones menos de los 858 millones presupuestados.