El Banco Popular, como había anunciado el pasado mes de junio, cuando amplió capital, y con el fin de reforzar su balance y de acelerar el ritmo de desinversión de activos no productivos, ha destinado la totalidad del beneficio de 2016 a provisiones extraordinarias. Así, la ratio de cobertura de dudosos aumenta 10 puntos porcentuales hasta el 52,3%. De esta manera, cierra el ejercicio con unas pérdidas de 3.485 millones de euros, los que lega el presidente Ángel Ron a su sucesor, Emilio Saracho.

Resultados inferiores a los inicialmente previstos, ya que se han visto afectados por elementos no recurrentes como la reestructuración de la cartera ALCO, que ha supuesto un coste de 107 millones, el plan de ajuste, que ha alcanzado los 370 millones, otros 229 millones correspondientes a las provisiones por las cláusulas suelo, el descenso en la rentabilidad de Targobank y el deterioro en su fondo de comercio, que han tenido un impacto de 240 millones, 47 millones por el impacto de la reciente reforma fiscal y, sobre todo, los 4.200 millones por las mayores provisiones de crédito e inmuebles.

Tras presentar estos resultados, las acciones de Popular han iniciado la sesión en bolsa con una caída superior al 8%. Así, su capitalización ronda este viernes los 3.630 millones de euros. A media sesión, la entidad ha moderado su caída hasta el 4.5%, pero con un alto volumen de compraventa de acciones. Ya ha movido más de 122 millones de títulos cuando ayer jueves, por ejemplo, se intercambiaron 37,6 millones en toda la sesión.

En cuanto al análisis de la cuenta de resultados, el margen de intereses se sitúa en 2.097 millones, un 6,9% menos que en 2015. En el cuarto trimestre estanco, esta magnitud mejora y aumenta un 3,4% respecto al trimestre anterior, favorecida fundamentalmente por la reducción de los costes de financiación. 

Comisiones

Las comisiones netas alcanzan los 539 millones, un 9,5% menos que en el ejercicio anterior. En el cuarto trimestre, esta partida crece un 5,5% respecto al tercer trimestre, con mejoras en seguros, gestión de patrimonio y movilización de fondos.

El ROF, por su parte, disminuye un 61,2% y registra 201 millones en 2016. En el cuarto trimestre se incluye el proceso de reestructuración de la cartera ALCO, que a futuro, impactará de forma positiva en el margen de intereses. De esta forma, el margen bruto alcanza los 2.826 millones, un 17,6% menos que en 2015. 

Los gastos totales continúan con una evolución muy positiva y, sin tener en cuenta el proceso de ajuste,  descienden un 2% respecto a 2015, año en el que ya se habían reducido un 7% respecto a 2014. Cabe destacar que el proceso de ajuste supondrá un ahorro de costes anual de aproximadamente 200 millones desde 2017 en adelante. 

Finalmente, el margen de explotación, sin extraordinarios, totaliza 1.305 millones. Esta magnitud, si tenemos en cuenta los extraordinarios negativos –proceso de ajuste, Targobank y restructuración de la cartera ALCO-  disminuye un 52,8% respecto a 2015 y se sitúa en 798 millones.

Tras este último margen de la cuenta de resultados, el banco ha constituido provisiones por importe de 5.692 millones. Dichas provisiones, incrementadas fundamentalmente por dotaciones adicionales de crédito e inmuebles, cláusulas suelo y el deterioro del fondo de comercio de Targobank.

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