La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) pronostica que en este 2023 el déficit público se reducirá, pero mucho menos de lo pronosticado por el Gobierno. Si el Ejecutivo espera que los números rojos se queden en el 3,9% del PIB, el ente los eleva al 4,2% del PIB, casi un punto más que en el anterior vaticinio de la AIReF. 

Hay varias causas para este importante incremento, pero la que más destaca es el aumento de los gastos por la incorporación al cálculo de la AIReF de las medidas contra la inflación que mantiene activas el Gobierno en este año. 

En el anterior análisis, la AIReF no las incluyó debido a que todavía no estaba confirmada la prórroga de la reducción fiscal de la energía ni la puesta en marcha de nuevas iniciativas, como la rebaja del IVA de determinados alimentos. La suma de estas iniciativas supone añadir al gasto público un punto entero de PIB (más de 14.000 millones de euros)

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Además, los gastos públicos van a estar ligeramente por encima de la recaudación fiscal. Con todo, la AIReF matiza que la mejora de la situación económica del país y de las perspectivas tienen un efecto positivo en el déficit. De hecho, la deuda pública bajaría 2,6 puntos de PIB en este 2023 y se quede en el 110% del PIB.  

Con todo, la AIReF matiza que esta reducción es solo por el crecimiento nominal del PIB

En este sentido, la AIReF mantiene su pronóstico del PIB para 2023, que espera que crezca un 1,6%. La mayoría de este crecimiento se producirá en la primera mitad del año. En la segunda mitad, el ente espera una desaceleración y una moderación sobre todo por el efecto de las subidas de los tipos de interés, que se notará sobre todo en este periodo.

La inflación seguirá siendo elevada, aunque gracias a la reducción de los precios energéticos se moderará al 4% anual. Mientras, la inflación subyacente seguirá por encima, en el 4,7%.