Suma y sigue. La inflación parece no tener techo y diciembre cerrará, si se confirma el dato anual adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 6,7%. Una cifra que no se había visto en los últimos treinta años y que va a tener consecuencias inmediatas en el día a día de los ciudadanos. No sólo en precios como los de la electricidad y la alimentación, también sobre las pensiones o los alquileres. 

Precisamente estos últimos serán los primeros en ver las consecuencias de la subida de precios. Ya son muchos los contratos de arrendamiento que se han actualizado durante el 2021, pero por lo general la actualización de renta se produce a final de año. Las estimaciones de Idealista reflejan que el encarecimiento será de unos 46 euros mensuales. 

De este modo, si se coge el precio mediano en España de un alquiler para dos habitaciones, pasa a ser de 726 euros al mes. Es decir, una subida de algo más de 550 euros anuales. Sin embargo, todo dependerá de las cláusulas de los contratos y del precio del alquiler que se abone. 

Subida de las pensiones

Las pensiones están más claras. Aunque el IPC de diciembre alcance el 6,7%, ya está claro cuánto van a subir las nóminas de cara al 1 de enero de 2022. El cálculo se hace con el dato de IPC interanual promedio desde diciembre de 2020 a noviembre de 2021. Es decir, que los pensionistas percibirán a partir de enero un 2,5% más de lo que perciben actualmente. 

También verán revalorizado su salario aquellas empresas que tengan un convenio donde el sueldo esté ligado a la inflación. Es el caso, por ejemplo, de los trabajadores de Mercadona. Sus trabajadores verán subir su sueldo en torno al 5%. También Supercor cerraba esta semana un nuevo acuerdo salarial en el que se refleja una subida de sueldos de hasta el 5,9% en 2022. 

De hecho, según las estadísticas oficiales tan sólo un 15% de los trabajadores tiene cláusulas de este tipo. El resto se ajustan a convenios con sueldos negociados entre patronal y sindicatos. Ahí la pérdida de poder adquisitivo va a ser patente a lo largo de los próximos meses.

¿El motivo? A cierre de noviembre, los acuerdos entre patronos y trabajadores mostraban una subida salarial media del 1,5%. Muy alejada del 6,7% que se calcula que subirán los precios cuando se conozca el cierre definitivo. 

Cesta de la compra

Donde más se va a notar ese 6,7% de inflación va a ser en el día a día. A falta de conocer el dato definitivo, y de cómo han evolucionado los distintos componentes de la cesta, el INE ya avisa de que la electricidad y los alimentos son los que peor comportamiento tuvieron durante el mes de diciembre.  

Sólo el grupo conformado por Alimentos y Bebidas no alcohólicas ha repuntado un 1,3% durante los últimos 30 días. De hecho, ya hay distintos grupos de distribución que han avisado de que lo más probable es que en los próximos meses veamos una subida generalizada de los precios de la alimentación. 

Lo dijo hace unas semanas el presidente de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores, AECOC, Ignacio González: “No tiene pinta que estas subidas sean a corto plazo, más bien al contrario. Las empresas están absorbiendo por ahora una parte de la subida y esa inflación terminará aflorando. En los próximos meses va a ser igual o peor”. 

Es cierto que los centros comerciales y las cadenas de distribución tratan de evitar la subida, pero se ven ‘sometidos’ por la presión de los fabricantes. Así, grupos como Angulas Aguinaga, matriz de Gulas del Norte, ya ha confirmado que sus precios han subido para mitigar en su negocio el impacto del alza de las materias primas. 

También Campofrío está ultimando el análisis de las medidas que debe adoptar para poder hacer frente al temporal. “La materia prima es lo más importante de nuestros costes, más que la energía. Lo que tenemos que ver es toda la cadena de costes”, decía el CEO de la compañía, Javier Dueñas. 

Otra que va a hacer lo propio es Procter & Gamble, que lleva ya varias semanas elevando precios de algunos de sus productos para compensar el coste de las materias primas. Su jefe de finanzas, Andre Schulten, dijo en una entrevista hace unos días que “no prevemos ninguna relajación de los costes. Seguimos viendo aumentos semana tras semana, aunque a un ritmo más lento”. 

El alza de los alimentos viene motivada, sobre todo, por el incremento de los precios energéticos que ya están calando en el resto de la cesta de bienes y servicios. De hecho, el propio INE recuerda que “el precio de la electricidad es mayor este mes que en diciembre de 2020”. 

De hecho, desde Bankinter insisten en que el dato conocido este jueves “es una mala noticia porque podría mermar la capacidad de consumo real” de los españoles”. No se puede olvidar que la inflación es también conocida como el ‘impuesto de los pobres’. Merma su capacidad de compra y, además, hacer disminuir el dinero que hay ahorrado en las cuentas de los ciudadanos. 

Esto no es baladí. Según los últimos datos del Banco de España, hogares españoles mantienen el ahorro en niveles récord. Es decir, se mantiene el ‘logro’ alcanzado en durante la época dura de la pandemia. En total, las cuentas de los españoles guardan 943.700 millones, según datos del mes de noviembre. La cifra más elevada desde el año 1989 y superando el récord alcanzado en el mes de julio. 

Un dinero que sufrirá en los próximos meses el ‘efecto carcoma’ de la inflación. Es decir, que se los come poco a poco ya que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos cosas. 

De momento tanto el Gobierno como el Banco Central Europeo (BCE) insisten en que la elevada inflación es un fenómeno transitorio. Sin embargo, es probable que en los próximos meses veamos un cambio de postura por parte del BCE. En especial porque al otro lado del Atlántico ya ven estructural el fenómeno que ha llevado a los precios en EEUU a la mayor subida de los últimos cuarenta años. 

Tanto es así que la Reserva Federal (FED) ya ha tomado cartas en el asunto. Acelera la retirada de estímulos y subirá tipos a lo largo de 2022.

La duda ahora está en saber cuándo llegarán a Europa las subidas de tipos. El BCE dice que no será el año que viene. ¿Será así? 

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