Juan Carlos Ureta es presidente ejecutivo de Renta 4 Banco. Abogado economista, forma parte de una potente generación de agentes de Cambio y Bolsa que en los años 80 triunfaron en el mundo financiero y después pasaron a ocupar puestos de alta responsabilidad en grandes empresas españolas.

Antes de llegar al mundo de la inversión, Ureta fue Premio Extraordinario Fin de Carrera y Premio Nacional de Terminación de Estudios Universitarios Abogado del Estado. De hecho, trabajó en el Ministerio de Economía y Hacienda.

En la actualidad, compagina la presidencia de Renta 4 Banco con otros cargos, ya que es presidente de la Fundación de Estudios Financieros y también del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), entre otros. Además, le gusta escribir y cuenta con numerosas publicaciones sobre temas financieros y jurídicos.

El presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta. Javier Carbajal

Llevamos dos semanas de convulsión política, ¿qué repercusiones puede tener para España en un momento en el que atravesamos una crisis sanitaria por la Covid y una dura crisis económica?

La economía y el mundo empresarial llevan su curso y en cierto modo, no se ven excesivamente afectados por estos temas políticos de corto plazo. Las grandes decisiones de inversión, de transformación en las empresas se toman pensando en un marco político estable y previsible -que hoy tenemos por formar parte de Europa- y no en movimientos políticos de corto plazo, como los que se están planteando en algunas comunidades autónomas.

 Las grandes decisiones de inversión se toman pensando en un marco político estable y previsible

Lo que miran las empresas son temas como la reapertura de la economía, las condiciones financieras y monetarias o las grandes tendencias que se han dibujado en el post covid porque estamos en un mundo nuevo. Tiene que haber un modelo de crecimiento distinto y eso es lo que más afecta. Si la inestabilidad política llegase a otros niveles, que no son los de hoy, y hubiera cambios muy de fondo, podría afectar al funcionamiento ordinario de la economía. Sin embargo, hoy por hoy este ruido político afecta a la opinión pública, pero no a las grandes decisiones de inversión empresarial.

¿Y puede poner en peligro la inversión internacional en España?

Podría, pero no hemos llegado a ese nivel. Esta inestabilidad puede afectar algo en que los precios de los activos españoles se queden algo atrás, como ya se han quedado atrás frente a otros países europeos, pero no cortan dinámicas de inversión porque España sigue en el circuito de inversión internacional, como hemos visto con la OPA del fondo IFM a Naturgy. No se ha cortado el flujo de inversiones a España. Puede afectar a los precios, pero no a los flujos.

¿Está bien posicionada España para aprovechar la oportunidad que se abrirá con los fondos europeos?

El Next Generation EU es un gran plan. Creo que a nivel económico, es la iniciativa más importante de la Unión Europea después del euro, pero también hay que decir que corre el riesgo de ser un plan fallido. Hay que recordar el plan de los 315.000 millones de euros del expresidente Juncker, que no llegó a funcionar y ya nadie habla de él. Estos planes son una gran idea, pero hay que ver cómo se ejecutan. Lamentablemente, las primeras cosas que estamos viendo son de bastante ineficiencia. Una gran diferencia frente a lo que ha sido el Plan Biden en Estados Unidos.

¿Son ineficiencias a nivel europeo o a nivel país?

Yo diría que en ambos sentidos porque este plan se aprueba en julio del año pasado y aún no sabemos ni a qué ventanilla hay que tocar para pedir las ayudas. El plan no se está ejecutando con el ritmo que se esperaba. Luego hay grandes incógnitas: si va a ir más enfocado a las grandes empresas, o si también será para las pequeñas, si va a llegar a las micropymes… Hay muchas dudas que no se han resuelto. Pero todo se puede resolver y estamos a tiempo. 

El plan NGEU no se está ejecutando con el ritmo que se esperaba y tiene grandes incógnitas

En Europa, en general, siempre es complicado porque somos muchos países diferentes, no se ha llegado a la unión política y eso complica los temas. Igual hubiera sido mejor fijar alguna agencia europea para la ejecución. 

¿Es importante que llegue a micropymes?

Tiene que llegar porque si no, no va a funcionar del todo en términos de creación de empleo. Pero es muy complicado. Una forma es que los fondos lleguen a las grandes empresas y luego ellas lo trasladen a micropymes.

¿Europa ha sido más eficaz en el uso de la política monetaria que en articular el NGEU?

Es que es más fácil porque inyectar dinero creándolo contra tu balance y bajar los tipos de interés es lo fácil. Se ha visto no solo en Europa, también en Japón. En 2013, Japón estableció las tres flechas con la política monetaria, la política fiscal y las reformas estructurales. La monetaria se ha llevado a cabo de manera muy clara, la fiscal no tanto y de las políticas de reformas estructurales ya ni se habla.

También en España deberíamos hablar más de reformas estructurales con nuestro nivel de déficit y deuda...

Lo que ha pasado con la crisis de la Covid es que el déficit y la deuda, directamente, se han olvidado. Ahora se va a prorrogar hasta 2023 el que no haya que cumplir con el objetivo de déficit. Pero en el mundo pre covid ya se había olvidado todo eso. Del famoso Plan de Estabilidad y Crecimiento no queda nada. El 60% de la deuda pública se olvidó hace mucho y el déficit del 3% es una referencia pero ya casi sin contenido. 

Del Plan de Estabilidad y Crecimiento no queda nada. El 60% de la deuda pública se olvidó hace mucho y el déficit del 3% es una referencia pero casi sin contenido

Vamos a tener una recuperación asimétrica. De cara a la política monetaria, ¿podría plantear un problema para el BCE una recuperación en Europa a dos velocidades con una inflación desigual?

Se habla de inflación pero sobre todo en Estados Unidos. El plan que acaba de aprobar Biden representa casi el 10% del PIB y ha anunciado otro plan de infraestructuras que va a ser otro 10-15% del PIB. La Fed prácticamente ha duplicado su balance en muy poquitos meses. Es mucho dinero. Eso inquieta ya a algunos economistas, como Larry Summers o a Olivier Blanchard. 

Otro tema es que viene la reapertura de la economía. Con las vacunaciones, la gente va a querer salir y gastar lo que ha ahorrado en el confinamiento. En Estados Unidos, las familias han ahorrado 1,5 trillones de dólares (billones europeos). Es mucho dinero, Si todo eso va a gasto, iría a inflación. Pero hay otro problema igual o peor del exceso de dinero barato que es su mala utilización, el destinar los recursos a cosas que no tienen sentido. En la crisis inmobiliaria, no había un problema de inflación era un problema de que los recursos se destinaron de manera absurda al tema inmobiliario. La inflación no es el único desorden monetario y ahora vemos cosas muy llamativas.

El presidente de Renta 4, Juan Carlos Ureta. Javier Carbajal.

¿Cuáles?

Estamos viendo que algunas compañías, como Tesla que vende el 1% de los coches en el mundo, han llegado a valer más que todo el resto de las compañías que venden el 99%. En criptoactivos, hemos visto cómo se ha vendido un certificado de una obra digital, que no deja de ser un certificado, por 69,3 millones de dólares. Es la tercera obra de arte más cara de la historia. Más ejemplos: el fundador de Twitter acaba de vender un certificado del primer tuit que hizo por 2,5 millones de dólares. Son cosas que no son los tulipanes, pero se le parecen bastante.

Antes de la pandemia hablábamos de los excesos de la política monetaria y decíamos que el BCE no tenía munición, luego hemos visto que la tenía… ¿Será posible retirarla?

Nos hemos acostumbrado a demandar a los bancos centrales más liquidez y a que la combinación de políticas monetarias y fiscales va a funcionar. Es el consenso que hay en el mercado con algunas excepciones, como Roubini. Lo más importante cuando hay mucho dinero en el mercado es que se utilice bien. Es una responsabilidad de los mercados financieros, pero la historia demuestra que normalmente se utiliza mal.

Estamos ante un 'Plan Marshall' con mucho dinero de los bancos centrales y sabemos cómo usarlo para una economía más 'verde', digital, sostenible. Es el mundo perfecto

Es verdad que esta vez puede ser diferente. Ahora estamos ante un Plan Marshall con mucho dinero porque los bancos centrales han inventado la forma de fabricarlo y sabemos cómo usarlo para una economía más 'verde', digital, sostenible… Es el mundo perfecto y está ahí, es lo que descuenta el mercado. Pero si va a ser así o no solo el tiempo lo dirá. Por eso, son preocupantes los excesos en los mercados que denotan que entramos en una fase, por lo menos en algunos sectores, muy especulativa. 

Y en un contexto tan complicado, ¿qué puede hacer el ahorrador?

El ahorrador, no lo tiene tan complicado. Es verdad que el conservador se ve obligado a invertir porque ya no va a encontrar un tipo de interés positivo en los activos en el banco y en los bonos del Tesoro pero hablamos de inversión muy global, con muchas alternativas. Es posible diversificar y entrar en activos que no han entrado en esa fase especulativa, que pueden dar un retorno en el medio plazo. El ahorrador tiene que saber que todo lo que invierta tiene un componente de riesgo y que puede venir una fase de volatilidad. Pero tiene los fondos de inversión, los ETFs... Hay una industria grande que le puede permitir tener una experiencia satisfactoria.

El ahorrador tiene que tener en mente que si invierte en temas que generan un bien para la sociedad, le va a generar retorno

El mercado permite hacer carteras para cualquier perfil. Está también la inversión temática hacia la salud, el consumo ordinario, la longevidad... Son tendencias de muy largo plazo que pueden generar valor. El ahorrador tiene que tener en mente que si invierte en temas que generan un bien para la sociedad, le va a generar retorno.

Parte del ahorro de la pandemia, ¿Se convertirá en estructural? ¿Seremos más ahorradores en la nueva normalidad? 

Ojalá porque uno de los problemas endémicos de la economía española es la falta de capital por la falta de ahorro. Una de las oportunidades hubiera sido hacerlo con los planes de pensiones, pero ningún gobierno ha querido hacerlo. 

En el mundo, no en España, se viene hablando de un exceso de ahorro que va vinculado a la mayor longevidad, puede ser una tendencia estructural. También es verdad que los niveles de equipamiento de las familias son muy grandes. Si miras EEUU, un 70% de la renta se destina a consumo y un 30% ahorro, mientras en China es al revés. Claramente el crecimiento del consumo está en las economías emergentes.

Larry Summers sacó el concepto del "estancamiento secular" de las economías avanzadas y lo vinculaba a que no habría consumo por parte de las familias, ni inversión por parte de las empresas. Puede ser, pero estas macro visiones hay que contrastarlas. Desde luego, la longevidad sí genera más ahorro, aunque vamos a un mundo con más deuda y esto va a impedir que haya más consumo.

En materia de pensiones, debemos tener presente que la pensión futura puede ser menor que las de hoy. ¿Nos falta cultura financiera o capacidad de ahorro?

Da pena que se haya perdido la oportunidad con varios gobiernos de distinto color político de hacer una reforma buena y no voy a hablar de las pensiones, sino del sistema previsional. Eso habría sido una oportunidad para generar en España un stock de ahorro y capital a largo plazo.

En pensiones, una reforma del sistema previsional habría sido la oportunidad de generar en España un stock de ahorro y capital a largo plazo. Pero no han querido hacerlo

Nadie ha querido abordarla ni van a querer hacerlo. Tampoco me parece buena la dialéctica de meterse con la Seguridad Social para decir que un sistema previsional es bueno. Fomentar ese ahorro por parte de las familias es bueno. España sufre endémicamente de falta de capital propio, hemos tenido que vivir de capacidad externa para nuestro desarrollo. Pero no hay señal de que se vaya a retomar este tema de verdad.

Ante la inversión pasiva y los 'robo-advisor', ¿Hace falta más educación financiera o es al revés?

Los robo-advisor son herramientas, por ahora, muy mejorables. Han sido una respuesta de la industria de inversión hacia el enorme crecimiento de la demanda. Lo comparo con el low cost de otros sectores. La inversión pasiva nace en EEUU en el año 78 ante el crecimiento de la demanda de mucha gente que tiene muy poquito ahorro, pero a la que hay que dar una respuesta.

Ahora llegan los robo-advisor con los algoritmos. Este mundo va a evolucionar hacia las soluciones digitales interactivas, pero dicho esto, lo que no hay son inversores pasivos. El inversor siempre se mueve y por eso nunca va a sustituir una educación financiera, un asesoramiento financiero de fondo.

¿Qué va a pasar con los tipos negativos, subirán alguna vez?

Sí. Los tipos de interés nominales negativos -reales negativos ha habido muchas veces- son una anomalía, es una patología financiera. No podemos vivir siempre así, en la anormalidad. El tipo de interés es positivo porque no es solo pagar porque te presten dinero es dar valor al capital. Si el capital no vale nada, eso nos conduce a una economía con muy poco futuro. 

Con los tipos nominales en negativo, el capital no vale nada y eso nos conduce a una economía con muy poco futuro

China ha salido reforzada de esta crisis… ¿Se acelera la llegada de un nuevo orden mundial?

La pandemia tiene varias lecturas. Gracias al avance tecnológico y a la inversión se han conseguido vacunas eficaces en menos de un año y la economía ha seguido funcionando pese al confinamiento. Esto hace 10 o 15 años habría sido impensable.

Eso nos conduce a China, que ha demostrado que tecnológicamente está más avanzada de lo que pensábamos. Gente muy experta en vacunas dice que su vacuna está bastante bien. Su economía abrió en mayo o junio y no ha vuelto a cerrar. Fue la única economía que creció el año pasado y la que más va a crecer este año. Es una potencia emergente muy clara y ya no hay forma de negarlo. Luego están los temas de orden político y derechos humanos, que son otro tema.

China ha demostrado que tecnológicamente está más avanzada de lo que pensábamos

También con la pandemia se habla más capitalismo inclusivo y de la responsabilidad de las empresas o la inversión…

Una de las cosas que la pandemia nos ha enseñado es que gracias a la inversión previa de décadas hemos tenido una vacuna en un año y una economía que ha funcionado por la digitalización y gracias a que una Bolsa que se llama Nasdaq ha financiado durante décadas a 'los Amazon', 'los Apple'...

El gran cambio es el capitalismo consciente. Adam Smith decía que si sigues tu interés particular, vas a ayudar al general. El cambio es que ahora persigues algo bueno para la comunidad y con eso, tendrás tu retorno particular. Eso es el capitalismo consciente. El siglo XXI es una revolución positiva, lógica, que denota la viveza del capitalismo y la capacidad que tiene el modelo de la economía de mercado para funcionar bien. Los problemas son colectivos: hay que eliminar el virus del tercer mundo porque si no, el resto tampoco se recuperará, hay que cuidar el medioambiente… Y todo lo que no sea inversión para el interés general ahora se rechaza porque se piensa que no va a tener retorno, que no va a ser sostenible.

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