Sevilla

La palabra que más repite Nuria López (Écija, 1978) es "oportunidad" y la utiliza con un tono esperanzador de cara a 2021. El 2020 no ha sido un año fácil, ni para ella ni para la clase trabajadora, colectivo al que centra sus horas de trabajo. López es la secretaria general de CCOO en Andalucía, la comunidad del desempleo crónico

Hija de albañil y de una trabajadora del hogar, López está licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla y aterrizó en el sindicato en 1999. Desde entonces, ha crecido en CCOO mientras compatibilizaba su trabajo como Técnica de Riesgos Laborales. Es en 2017 cuando es elegida líder del sindicato en Andalucía, la primera mujer en encabezar CCOO en la región.

El sindicato puede presumir de ser la primera organización de Andalucía, con más de 157.000 afiliados. Abre a Invertia las puertas de su despacho con vistas al Puerto de Sevilla, "la poca industria que nos queda". Bajo la mirada de la panorámica hispalense, recuerda dónde estaba hace un año.

"Esa es una pregunta complicada pero te lo puedo mirar" responde mientras coge su teléfono para rebuscar en su agenda. "Estaba en un acto en la Cadena SER y por la tarde en uno con empresarios" dice con una sonrisa nostálgica. Así empieza la entrevista en la que repasa los cambios económicos del 2020 y la oportunidad que debe aprovechar ahora España y Andalucía.

¿Qué ha cambiado desde entonces?

Todo ha cambiado bastante. A principios de 2020, detectamos que la situación económica se estaba ralentizando. Se paró en seco con la declaración de estado de alarma el 14 de marzo. Desde entonces ha cambiado nuestro día a día: tanto a nivel de ciudadanos como en la actividad económica con una paralización que se ve diariamente.

El cambio se ve en los trabajadores. Muchos están en ERTE, otros con contratos temporales no han sido renovados y otros están en una situación de pobreza. El escudo social que se ha creado ha evitado que la desigualdad sea aún mayor. Sin embargo, los ERTE distraen de una realidad: contratos parciales que sustentan unos mínimos que ya eran muy bajos.

Nuria López durante la entrevista.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, habla de coronacrisis. No comparto el término porque se diluye la esencia de lo que hay detrás: una situación precaria que el virus ha desplazado porque la salud es lo más importante.

¿El Gobierno andaluz ha estado a la altura?

Hay que ser justo. Nadie se esperaba una pandemia que sigue atacando y de la que todavía no hay tratamiento. No ha sido fácil. Nos hubiera gustado que las medidas hubieran sido para lo esencial: faltan rastreadores, plantilla en centros hospitalarios… No se han implantado medidas más radicales para combatir el virus.

Se han tomado políticas que no consideramos correctas como el bono turístico en plenas restricciones. Fomenta la movilidad y debería de haber ido sujeto a renta. Hay que buscar el equilibrio. No vemos mal un plan de choque para el turismo pero tendría que ir aparejado de protección para los trabajadores del sector y no se ha hecho por parte del Gobierno. No van al núcleo del problema sino a lo accesorio.

Y el Gobierno central, ¿está cumpliendo sus expectativas?

En algunas cosas sí, al igual que con el Gobierno andaluz. Es la primera vez que cae el PIB y el empleo no lo hace en la misma proporción. Se han puesto medidas que han ido a apuntalar el empleo como los ERTE. Deben durar mientras dure la pandemia porque mantienen empresas y empleados. Cuando todo esto pase, tendremos que tener las dos cosas que mueven la economía: las empresas y los trabajadores.

Los ERTE deben prolongarse mientras dure la pandemia porque mantienen a las empresas y a sus empleados

El Gobierno de Pedro Sánchez tiene que definir hacia dónde va al país, cómo vertebrar la cohesión social y cómo hacer que los sectores salgan reforzarlos. Tiene que articular unos mínimos para el reparto de todos los proyectos empresariales que se van a impulsar.

¿Qué supondría una tercera ola?

Llover sobre mojado provoca inundaciones. Tenemos al sistema sanitario sometido a un gran cansancio físico y mental. Tenemos muchas muertes que no nos podemos permitir el lujo de seguir manteniendo. Hay que hacer un esfuerzo con las restricciones y los gobiernos tienen que ser serios con estas medidas.

España necesita ayudar a las empresas que tengan actividades restringidas, planes de contingencia para el empleo… Después de esta Navidad no podemos tener una ola. Para la economía no sería bueno pero la vida mucho menos. De nada sirve la economía si la sociedad se resiente tanto en muertes como en salud. Hay que prevenir mejor que curar. La cultura de la prevención es donde se deberían centrar los gobiernos.

Usted ha defendido públicamente que se den ayudas a empresas siempre y cuando se reinvierten en mejoras laborales. ¿Opina lo mismo en el caso de Abengoa?

Claro, nuestro discurso es coherente. Hay que apostar por la industria y asentarla. En este proceso de modernización con los fondos europeos y la digitalización, la energía renovable es clave. 

Las empresas tienen que aprender a ser transparentes y participativas, más de lo que son. La Junta tiene que hacer un esfuerzo para que Abengoa se quede en Andalucía. Tanto a Abengoa como a otras muchas. El Gobierno andaluz tiene que buscar recursos con garantías y transparencia para mantener empresas punteras.

Los gobiernos tienen que centrarse en la cultura de la prevención. De nada sirve la economía si la sociedad se resiente tanto en salud

Ese es el cambio que necesita este país. Si se hace un esfuerzo con el presupuesto público que viene del IRPF de los trabajadores, tiene que haber un retorno social. Ese es el cambio que necesita la empresa: que su mentalidad se modernice. La empresa tiene que ganar como ente de la sociedad y tener el espacio social que nunca ha desarrollado.

A nivel nacional y andaluz, ¿qué medidas o reformas se necesitan para volver a los niveles pre covid?

Tenemos una oportunidad con los fondos europeos y los PGE para sectorizar la innovación para que genere riqueza y se reparta. En el caso de Andalucía, tienen que venir los proyectos que la región necesita. Ahora toca reflexionar y no centrarse en el corto plazo porque esa no es la máxima. ¿Qué necesidades tengo? ¿Cómo las cubro? ¿Cómo genero proyectos de cara al futuro?

Por ejemplo, proyectos para el mundo rural, impulsar empresas que apuesten por el desarrollo para crear más empresas, transformación de la agroindustria en materia de comercialización, infraestructuras para reforzar la actividad productiva… Tenemos que pensar en los fondos como una opción rentable en el corto, medio y largo plazo.

Tenemos que pensar en los fondos europeos como una opción rentable en el corto, medio y largo plazo.

Las CCAA no pueden ser intermediarias entre el Gobierno y la red de empresas. Queremos y vamos a exigir criterios laborales y sociales para implantar los proyectos. Es la oportunidad que necesita Andalucía para dar el salto. También para el reciclaje de los trabajadores a las nuevas actividades que se van a imponer.

Y con todo esto, ¿hay margen para cambios en materia laboral? Reforma laboral, subida del salario mínimo interprofesional…

Claro que hay margen. En términos de reforma laboral, solo queremos derogar los aspectos lesivos. Si las empresas se quieren modernizar, tienen que ampliar los derechos laborales y seguir andando. Si no hay derechos, la empresa no crece y se empobrece. Un trabajador estable, apreciado y con promoción interna es más productivo y genera más beneficio para la empresa.

En el caso del convenio sectorial, tiene que marcar las líneas generales para cohesionar el país. ¿Por qué un trabajador del sector de la construcción del País Vasco tiene que ganar más que uno de Andalucía? El convenio tiene que hacer de paraguas y luego adaptarse mediante la negociación.

Cuando hablamos de reformar nos referimos a una modernización. No estamos cerrados a hablar pero en un equilibrio y no regateando. Si el país va a dar un salto en modernidad e innovación, tiene que ir aparejado de una negociación colectiva y unos derechos claves.

No se puede modernizar e ir a nuevos retos de futuro y que los trabajadores ganen una miseria. Estaremos empobreciendo el salto que España tiene que dar y dejando atrás a la mayor parte de la población. Ese salto lo tenemos que dar entre todos: gobiernos, empresas y trabajadores.

El país no se puede modernizar e ir a nuevos retos de futuro mientras los trabajadores ganan una miseria.

En el caso del SMI igual aunque, con la situación del país, puede ser una subida más pausada y progresiva. Es de justicia y eficiencia económica. Si un trabajador gana 500 euros lo consume pero si gana 1.500 euros lo consume porque las necesidades van avanzando.

¿Qué enseñanzas está dejando esta crisis en nuestro país?

El valor de lo público. Hemos reconocido que teníamos un buen sistema sanitario y educativo y otros sectores que estaban en un segundo plano. No le dábamos el valor que tenían y son básicos para seguir con nuestro día a día. Tenemos ahora una oportunidad para reforzarlo. Menos economía y más personas. Somos una comunidad y tenemos que generar más convivencia e igualdad.

¿Qué le pide al 2021?

Pasar esta pandemia y que no se cobre tantas vidas. También reforzar los instrumentos que nos hacen iguales. Tenemos que trabajar para tener mejores empleos, servicios públicos y dar un salto como país para tener mejor capacidad de cohesión e igualdad entre españoles.

Al Gobierno andaluz le pido un plan de choque para trabajadores. Hay trabajadores en ERTE que no llegan a final de mes y fijos discontinuos que no tuvieron prestaciones. Toca pensar en cómo situar las bases para que Andalucía no esté siempre al final de la cola del tren.

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