El Banco de España ha publicado este lunes su habitual análisis semestral de los Resultados de las empresas no financieras que incluye su Boletín Económico y ha puesto cifras al daño que supuso el confinamiento decretado en el estado de alarma para las sociedades españolas.

Según los datos recopilados por la Central de Balances Trimestral, la facturación de las empresas llegó a caer un 33,3% entre abril y junio, tras haber retrocedido un 12,2% en los tres primeros meses del año. 

Un deterioro de las ventas, que unido a otros elementos, provocó una caída del resultado ordinario neto de las empresas próximo al 70% en ese periodo.

El 58% de las compañías presentó déficit de liquidez, es decir, casi seis de cada 10 sociedades tuvieron que afrontar pagos asociados a su actividad, amortización de deuda e inversión en activos fijos por cuantías superiores a los cobros.

Esta situación afectó especialmente al comercio y hostelería (65%) y a la industria (64%) y con ello, casi ocho de cada 10 empleos de esos sectores estuvieron expuestos a esa delicada situación de la salud de las empresas.

Fuente: Banco de España.

"Las medidas de restricción a la movilidad introducidas en el contexto de la pandemia de Covid-19 han provocado una caída sin precedentes de la actividad y de los excedentes de las empresas", explica el Banco de España en el documento en el que recopila estos datos.

En este difícil contexto, el VAB (valor añadido bruto) se situó en el primer semestre del año en el -21,2%, frente al 23,9% del mismo periodo de 2019. Esta magnitud macroeconómica no registraba valores negativos desde el año 2002, recuerda el análisis, que califica de "brusca" la contracción que sufrió la rentabilidad de las empresas.

Esto se trasladó al resultado económico bruto (REB) que bajó un 39,1%, lo que sumado a otras variables hizo que el resultado ordinario neto (ROB) se redujera nada menos que un 69,6% en los seis primeros meses del año, frente al avance del 1,8% que registró en el año anterior.

Fuente: Banco de España.

Las empresas tuvieron que elevar su endeudamiento, lo que incrementó el ratio de deuda y la proporción de resultados destinada al pago de intereses subió de forma significativa en estos meses, pese a que el coste de financiación bajó.

Según las estimaciones del Banco de España, un 60% de las compañías registró unas necesidades de liquidez por volumen equivalente a más del 120% de su valor añadido bruto.

Se rompió así la tendencia que venía consolidándose en años pasados en los que el endeudamiento frente a los beneficios ordinarios venía bajando.

En la partida financiera, también descendieron los ingresos, un 30,9%, debido a los menores dividendos que cobraron las empresas.

En términos laborales, los gastos de personal en los primeros seis meses del año cayeron un 4,8% por la caída de las plantillas medias y la desaceleración de los salarios. En términos de media de ese periodo, el empleo medio se redujo un 5,4%, incluido el impacto de los trabajadores que se tuvieron que acoger a un ERTE.