El consumo de cemento cayó un 28,3% en marzo, mes en el que empezó la actual crisis sanitaria y se decretó el estado de alarma, si bien el descenso aún no recoge completamente el parón que registró el sector de la construcción durante quince días en el marco de la paralización de actividades no esenciales.

La demanda de cemento este pasado mes se situó así en 923.581 toneladas, el menor volumen desde 1965 en caso de descontar la pasada crisis, según informó la patronal del sector Oficemen.

La asociación detalla que desde que el 14 de marzo se decretó el estado de alarma el consumo se hundió hasta un 50%, caídas que, según asegura, se "agudizarán" en abril por la referida paralización de la actividad durante dos semanas.

Menor consumo

El desplome de marzo lleva a la industria cementera a entrar en terreno negativo en el acumulado del año. Entre los pasados meses de enero y marzo, la demanda de este material de construcción se situó en 3,13 millones de toneladas, 457.246 toneladas menos que un año antes, lo que implica una reducción del 12,7%.

El menor consumo lastró asimismo la producción en la treintena de plantas de cemento del país, que el pasado mes fabricaron 1,33 millones de toneladas, un 19,2% menos que un año antes. Las exportaciones repuntaron un 11,1% y las importaciones se hundieron un 58,4%.

"Los datos de abril, que incluirán la completa paralización del sector de la construcción entre los días 30 de marzo y 12 de abril, seguirán mostrando peores cifras de consumo de cemento", avanza en un comunicado el presidente de Oficemen, Víctor García Brosa.

En este punto, señala que la demanda de este material constituye un indicador adelantado del estado de salud de la construcción, "un sector que, con el 8,5% del total de empleo en España, debe ser una pieza fundamental para la recuperación de la economía tras la pandemia", considera Oficemen. "Sobre todo dado que la reactivación del turismo será mucho más lenta y compleja", añadió.

Plan de reconstrucción

Por ello, la industria cementera solicita al Gobierno la "urgente" aprobación de un Plan Nacional de Construcción Verde para los años 2020 y 2021, que "compense la caída del sector turístico e impulse obras relacionadas con la Agenda 2030, como son la construcción de instalaciones de agua o sanitarias, o infraestructuras de movilidad sostenible y energías renovables".

El presidente de Oficemen considera que, "al contrario de lo ocurrido en la crisis que arrancó en 2008, cuando muchos trabajadores de la construcción pudieron encontrar empleo en el sector del turismo y de la hostelería, ahora es la construcción la debe erigirse en motor del país para evitar la destrucción de cientos de miles de empleos".

Por otra parte, la patronal cementera reiteró que las empresas del ramo están a "disposición de las autoridades para colaborar en la destrucción de los residuos generados por la crisis del coronavirus en caso de ser requeridos para ello por las autoridades competentes, tal y como el Ministerio de Sanidad dispuso en una orden aprobada el pasado 19 de marzo".

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