Bruselas

Francia cree que las medidas que ha adoptado hasta ahora la Unión Europea para amortiguar el impacto del coronavirus son un paso en la buena dirección pero resultarán totalmente insuficientes para resucitar la economía una vez que pase la emergencia sanitaria. "La recuperación en Europa y en todo el mundo será larga, difícil y costosa. No habrá una solución milagrosa. La recuperación requerirá esfuerzos incontables", ha avisado este jueves el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire.

Por eso, el Gobierno de Emmanuel Macron propone crear un 'megafondo' extraordinario y temporal en la UE cuyo objetivo sería ayudar a todos los Estados miembros a poner en marcha la fase de reconstrucción. Le Maire ha eludido ponerle una cifra a este instrumento multimillonario: no quiere envenenar todavía más la brecha entre Italia y España, que piden la emisión de 'coronabonos'; y Alemania y Países Bajos, que rechazan cualquier mutualización de la deuda. "Estamos dispuestos a discutir la talla", ha dicho.

Aunque el ministro de Finanzas pide "evitar debates ideológicos sobre eurobonos o coronabonos", la propuesta francesa consiste en la práctica en una emisión puntual de deuda conjunta por parte de los países de la Unión. De hecho, lo que haría el 'megafondo' sería emitir bonos con una garantía conjunta y solidaria de todos los Estados miembros.

El 'megafondo' estaría operado por la Comisión Europea y el dinero se distribuirá entre los países en función del daño económico que hayan sufrido por el Covid-19. Es decir, la propuesta francesa está pensada para Italia y España como principales beneficiarios. Para no aumentar la deuda pública de estos países, los bonos se pagarían a largo plazo mediante un recurso excepcional, como un impuesto de solidaridad o una contribución excepcional de los Estados miembros.

El instrumento tendría un límite temporal de entre 5 y 10 años. Y estará fuera del presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2027.

Medidas a corto plazo

Aparte de esta respuesta a largo plazo, Francia espera que el Eurogrupo apruebe el próximo 7 de abril una batería de medidas de emergencia para ayudar a Italia y España. La primera debería ser ratificar el nuevo fondo de 100.000 millones de euros que ha propuesto la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, para financiar los ERTE y las ayudas a los autónomos.

En segundo lugar, Le Maire asegura que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) podría aportar una financiación adicional de 200.000 millones de euros. El tercer pilar consiste en activar el fondo europeo de rescate (MEDE), que está dotado con 410.000 millones de euros, "con condiciones light y que no estigmaticen a ningún país". Aunque el ministro francés no le ha puesto cifras, en Berlín se habla de una línea especial coronavirus de 100.000 millones.

Es decir, si se confirman las previsiones de Le Maire, el Eurogrupo de la semana que viene podría anunciar un plan de 400.000 millones de euros. Sin embargo, Países Bajos y los nórdicos siguen resistiéndose. El primer ministro holandés, Mark Rutte, propone en su lugar un minifondo de 20.000 millones de euros que consistiría en ayudas directas a Italia y España que no deben devolverse.

Le Maire ha insistido en que la UE se encuentra ahora en una encrucijada: "¿Hacemos frente común, como un continente unificado, para abordar las consecuencias duraderas y dramáticas de la crisis económica o damos al mundo la imagen triste de un continente dividido entre el Norte y el Sur?".

Repensar el modelo económico

Francia cree además que la crisis del coronavirus obliga a la UE a repensar su modelo económico con el objetivo de construir una "auténtica soberanía industrial europea". "Eso debe llevarnos a reflexionar colectivamente sobre la reorganización de nuestras cadenas de valor, las inversiones necesarias en el sector sanitario y la protección de nuestras fronteras", sostiene el ministro de Finanzas.

"No debemos tener miedo de la palabra 'protección'. La protección no es lo mismo que el proteccionismo. La protección es la defensa legítima de nuestros intereses económicos más vitales", ha asegurado Le Maire.

"Mi convicción es simple: la UE tiene, con esta crisis, una oportunidad histórica de convertirse por fin en una gran potencia económica y política, entre EEUU y China. Debemos aprovechar esta ocasión", ha concluido.

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