La hucha de las pensiones no se ha vaciado de un día para otro (acabará de hacerlo en 2017) y tampoco la Seguridad Social ha acumulado 17.000 millones de déficit de la nada. El problema de las pensiones lleva años gestándose, pero los españoles todavía no son conscientes del gran desafío que supone. Una encuesta elaborada por Abante pone de relieve que más de la mitad de las personas quiere jubilarse antes de los 65 años y el 28,5% quiere jubilarse lo antes posible. Cada español vivirá entre 85 y 90 años más, que es la esperanza de vida actual para las personas de 65 años según el INE. Esto significa que tendrán que estirar su pensión pública y privada (si es que la tienen) durante 20 o 25 años. Todo un reto para las finanzas del país.

Y esto no es lo peor: el INE dibuja un escenario todavía más complicado para el futuro, ya que la esperanza de vida a partir de los 65 años seguirá creciendo hasta superar en 2060 los 30 años en el caso de las mujeres y los 25 en el de los hombres. Cotizar a la Seguridad Social durante 35 años y después percibir una paga durante 30 años es todo un reto para el sistema público de pensiones. "Una de soluciones más claras para los políticos es incentivar vidas laborales más largas, esto es, trabajar más tiempo", señala Santiago Satrústegui, presidente de Abante Asesores.

Una de las opciones para los gobiernos es elevar la edad de jubilación, para así aumentar el número de cotizantes y, principalmente, reducir el de beneficiarios. Pero hay más opciones, como incentivar que los trabajadores prolonguen su edad laboral con incentivos fiscales. Así, las personas que teman por el futuro de su pensión podrán seguir cotizando unos años más y reducir su incertidumbre de cara al futuro.

Es sorprendente que la gente esté preocupada por su pensión, pero que no tengan mucha predisposición a trabajar más allá de los 63/65 años

Las dudas que tienen actualmente son, sencillamente, todas. Los que ya están jubilados temen que su pensión pueda reducirse, en concreto, lo cree el 80% de los encuestados. Los que ya encaran su retiro, que son aquellos entre 45 y 65 años, creen en un 83% que la pensión pública no será suficiente para mantener su nivel de vida. Este porcentaje es incluso superior para la franja entre 30 y 45 años, ya que alcanza el 83,5%. Y el temor llega incluso a los más jóvenes: el 78,2% de los menores de 30 años cree que la prestación pública no será suficiente. "Es sorprendente que la gente esté preocupada por su pensión, pero que no tengan mucha predisposición a trabajar más allá de los 63/65 años", señala Gadea de la Viuda, directora general de Abante.

Estos datos demuestran que el futuro de los jubilados es incierto pero, aún así, los españoles confían en retirarse pronto. "Durante muchos años hemos escuchado la advertencia de que alguien tendrá que hacer algo, pero no hay nadie que haga nada y las matemáticas no salen", advierte Satrústegui. "En el futuro habrá una pensión mínima, pero que será baja para que el sistema sea sostenible", explica el presidente de Abante, "puede que la paga baje por el efecto de la inflación, que es menos traumático o, si no hay inflación, puede que llegue el momento de que tengan que bajarse".

El ahorro

Los expertos recomiendan ahorrar. Los españoles reciben casi cada día alertas de que tienen que ahorrar para asegurar su futuro. Sin embargo, los datos muestran que lo hacen poco y mal. Las personas que se están preparando para el retiro, esto es, los que están en la franja entre 30 y 45 años, creen que no ahorran lo suficiente y no saben si están gestionando bien su patrimonio. En concreto, el 46,5% de los encuestados por Abante cree que no ahorra bastante y el 18,4% desconoce si la rentabilidad que obtiene es adecuada.

La situación empeora a medida que la edad se reduce. Las personas que están entre 30 y 45 años creen que no ahorran bastante en un 59% de los casos y este porcentaje asciende hasta el 60,7% en el caso de los jóvenes menores de 30 años. "La longevidad empieza a estar en la conciencia social, pero está tardando mucho en asentarse", advierte de la Viuda.

Durante muchos años hemos escuchado la advertencia de que 'alguien tendrá que hacer algo', pero no hay nadie que haga nada y las matemáticas no salen

La consecuencia es que los españoles ya están asumiendo que su nivel de vida empeorará tras la jubilación. Así, el 48% cree que su situación económica empeorará tras el retiro y solo un 11% considera que mejorará. Los que son más pesimistas son los que se sitúan en la franja de edad de entre 30 y 45 años, ya que un 45% teme que su nivel de vida se reducirá tras la jubilación.

En definitiva, los españoles están concienciados sobre la debilidad de las pensiones públicas, pero preparan muy mal su retiro. Una encuesta de Aegon elaborada entre las principales potencias del mundo muestra que España es uno de los países que peor planifican su jubilación. El 64% cree que su principal fuente de ingresos será la prestación pública, y eso que el futuro de la Seguridad Social es más que complicado. De todos los países estudiados, solo los japoneses preparan peor su jubilación. Todavía queda mucho por hacer.

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