La Seguridad Social registró un saldo positivo de 4.774 millones de euros en los siete primeros meses del año, el equivalente al 0,3% del PIB. Entre enero y septiembre, ha ingresado 123.307 millones de euros, un 13,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, los gastos se han disparado un 10,1%, hasta los 118.533, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El resultado es un saldo positivo logrado gracias al nuevo máximo de ingresos por cotizaciones. En el periodo de enero a julio, ha alcanzado los 88.999 millones de euros, un 10,2% más que en el mismo periodo de 2022. Este ha sido el mayor crecimiento interanual en 16 años en un periodo enero-julio.

Descontando los ingresos procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), la recaudación por cuotas creció un 8,4% interanual hasta julio.

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El aumento de la recaudación es todavía mayor si se compara con el periodo previo a la pandemia. Respecto a 2019, la recaudación por cotizaciones se ha disparado un 24%, con 17.254 millones de euros más que entonces.

La subida de los ingresos por cotizaciones se vio impulsada por las cuotas de los ocupados, que se incrementaron entre enero y julio un 10,3% interanual, hasta los 83.699 millones de euros. La Seguridad Social sostiene que esto es por "el buen comportamiento del empleo". Por su parte, las efectuadas por los desempleados aumentaron un 9,3%, hasta los 5.300 millones de euros.

Transferencias del Estado

En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanzó entre enero y julio los 119.108 millones de euros, un 11,1% más, en contraste con unos gastos por valor de 118.264 millones, un 9,9% más que en el mismo periodo del año pasado.

Las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascendieron a 32.351 millones de euros en los siete primeros meses del año, con un repunte interanual del 20%, como recoge Europa Press.

La partida más significativa corresponde a las transferencias recibidas del Estado y Organismos Autónomos, que aumentó un 23,4%, hasta los 29.721 millones de euros.

El Ministerio ha explicado que este incremento se debe a la mayor percepción de fondos para garantizar el cumplimiento de la Recomendación Primera del Pacto de Toledo, relativa a la separación de fuentes de financiación.

Gastos

Por el lado de los gastos, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron los 110.761 millones de euros hasta julio, un 9,3% más que en el mismo periodo de 2022. Esta cifra representa el 93,4% del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social.

Las pensiones y prestaciones contributivas se llevaron la mayor partida, con un monto de 101.783 millones de euros, un 9,3% más que en 2022.

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En concreto, el gasto en pensiones contributivas de invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares aumentó un 10,7%, hasta los 91.326 millones de euros, como consecuencia del mayor número de pensionistas (+1,1%), la subida de la pensión media en un 9,6% y la revalorización general de las pensiones contributivas en un 8,5% para este año.

En cuanto a las prestaciones en concepto de nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores por cáncer u otra enfermedad, el gasto se elevó hasta los 2.308 millones de euros, un 7% más.

Por su lado, el gasto en subsidios en incapacidad temporal (IT) disminuyó un 1,3% en los siete primeros meses, hasta los 7.696 millones de euros.

A las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, se destinaron hasta julio 5.901 millones de euros, un 7,1% más que en igual periodo de 2022, mientras que a subsidios y otras prestaciones se dedicaron 3.077 millones de euros, un 14,5% más.

Dentro de esta última cantidad, 2.915 millones correspondieron al Ingreso Mínimo Vital (IMV) y prestaciones familiares, un 14,7% más que en los siete primeros meses de 2022.