Las prestaciones de desempleo están siendo clave en la crisis del coronavirus. Su extensión a cuenta de la Seguridad Social mediante los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) excepcionales están permitiendo que la destrucción de puestos de trabajo se atenúe a pesar de la crisis económica.

Sin embargo, estas prestaciones, de media, no son equitativas y homogéneas por autonomías. Las cifras bailan entre una comunidad y otra, revelando una diferencia de más de 140 euros al mes entre el subsidio más elevado y el más bajo, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) más recientes, de abril.

Los parados mejor pagados de España están en Baleares. En este archipiélago la prestación por desempleo está en los 919 euros. Solo cuatro euros más abajo, con 915, se asoma Navarra, y en el tercer lugar de este particular podio aparece Cataluña, con un subsidio mensual medio de 867 euros.

A más de 100 euros del primer lugar aparece el ‘farolillo rojo’ de las prestaciones de desempleo. Se trata de Extremadura. El paro medio de los desempleados extremeños está en los 775 euros. Siguen a esta autonomía la Región de Murcia y Comunidad Valenciana, con 783 euros y 809 euros, respectivamente.

¿A qué se deben estas diferencias, tan marcadas entre regiones? Aquí no cabe culpar al Estado Central. Estas divergencias no se deben a ningún desorden en las políticas autonómicas o a la priorización de unos territorios por encima de otros. Es mucho más sencillo. El culpable es el mercado laboral y las diferencias salariales entre territorios

Bases de cotización

Eso es por los salarios”, explica Fabián Valero, director de Zeres Abogados. “La prestación por desempleo se determina en función de la base reguladora”, que es lo cotizado en los seis meses inmediatamente anteriores al despido.

“En Baleares, aunque el sector turístico es muy estacional, los puestos que son de carácter permanente tienen una base de cotización bastante elevada. Y, en términos generales, los salarios en hostelería son más elevados que en el resto de España”.

De esta manera, la base de cotización es mayor y la base reguladora que se aplica en la prestación por desempleo también. Cabe recordar que el ‘paro’ supone durante los seis primeros meses el 70% de la base reguladora, que es lo que se aplica también para los trabajadores que estén afectados por un ERTE excepcional.

Así, por ejemplo, si se ha cobrado una media de 1.400 euros mensuales durante los seis meses previos al despido, se recibirá una prestación de desempleo de unos 980 euros. En cambio, si el salario ha sido de 1.000 euros, la prestación se quedará en los 700 euros. Esto es lo que en definitiva diferencia a Baleares de Extremadura, incluso con los ERTE sobre la mesa.

Gente esperando en la puerta de la oficina de empleo.

En cualquier caso, no hay que olvidar que pasados estos seis meses la base reguladora pasa al 50% hasta que se termina el periodo de prestación..

Paulatino descenso

Curiosamente, la prestación de desempleo ha ido bajando paulatinamente en este 2020 desde enero, incluso cuando el coronavirus era solo un crisis lejana y localizada en China.

Si en enero la prestación de desempleo media en España era de 858 euros, en febrero bajó a 852 euros, en marzo a 850 euros y en abril a 836 euros, que fue cuando impactaron los ERTE provocando un descenso proporcionalmente mayor.

De hecho, la factura de las prestaciones por desempleo ha crecido en tasas históricas estos meses. Si bien en febrero se destinaron 1.811 millones de euros, en mayo el importe total abonado por estas prestaciones se multiplicó y ascendió a 5.121 millones.

Y es que el SEPE ha reconocido y abonado más de 5,2 millones de prestaciones desde el inicio de la crisis sanitaria, el 16 de marzo, de las que un total de 3.748.009 corresponden a expedientes de ERTE.

Según indican desde el Ministerio de Trabajo, se han aprobado el 98,5% de las solicitudes recibidas, quedando pendientes nuevas prestaciones o las que han llegado al SEPE “con errores que deben ser subsanados”.