El primer trimestre del año siempre es el más frío del calendario laboral. El final de la campaña de Navidad lo explica en gran medida. Si, además, como ha ocurrido en 2019, la Semana Santa cae en abril, el asunto aún se complica más. Esta mezcla es la que se divisa en la Encuesta de Población Activa (EPA) que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves. Prolonga la mala fama tradicional del primer parcial del ejercicio, aunque combinada con datos favorables como el del número de asalariados con contrato indefinido, y lo hace en plena recta final de la campaña electoral, con lo que los datos serán empleados por los partidos de la oposición para atizar a Pedro Sánchez, en tanto que el presidente se aferrará a los datos positivos para presumir de su gestión.

El número de ocupados disminuyó en 93.400 personas durante el primer trimestre del año, hasta los 19.471.100 trabajadores, perdiendo así los 19,5 millones de empleos logrados en la segunda mitad de 2018 que no se alcanzaban desde 2006. En 2018, la disminución del número de ocupados fue mayor, de 124.100 personas. 

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de desempleados aumentó 49.900 personas y se situó en los 3.354.200 parados, lo que elevó 25 centésimas la tasa de paro, hasta el 14,7%. Estos cerca de 50.000 parados nuevos, el peor dato para un primer trimestre desde 2013, serán exprimidos por la oposición para alertar del deterioro económico.  

Sánchez, por otra parte, tirará de los datos positivos de la EPA, que los hay. Principalmente: el de los asalariados con contrato indefinido. ¿Por qué es tan bueno? Porque en España nunca había habido tantos. Según las cifras del INE, hay 12.124.000 trabajados con contrato indefinido, cerca de 90.000 más que en el trimestre anterior y 455.100 más que hace un año. El candidato socialista también puede esgrimir que estos datos no se deben al sector público, que en el primer trimestre de 2019 creció en 2.600 personas, cuando en el primer trimestre de 2018 lo hizo en 31.000 personas. 

La población activa disminuyó en 43.500 personas al cierre del primer trimestre, que este año no se ha beneficiado de los efectos de la Semana Santa al celebrarse íntegramente en abril, mientras que el año pasado sí tuvo un impacto en el empleo ya en el mes de marzo.

"En general, y teniendo en cuenta que a pesar de que la semana santa ha recaído en abril, son datos realmente mejorables y que confirman la ralentización de nuestra economía y por lo tanto del empleo", valora Carlos Martínez, presidente de IMF Business School.

MÁS HOGARES CON TODOS EN PARO

Pero la EPA del primer trimestre también arroja otros datos preocupantes. La cifra de hogares en los que todos los miembros activos están en paro subió en 35.900 en el primer trimestre y se situó en 1.089.400, de los cuales 280.200 son unipersonales. Por su parte, los hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados disminuyó en 43.700 entre enero y marzo, hasta situarse en 10.526.800, con 1.914.500 unipersonales.

En comparación interanual, los hogares con todos sus miembros activos en el paro se redujo en 152.500, mientras que los que tienen a todos sus miembros ocupados creció en 357.500.

También siguen destacando las cifras de paro juvenil. "En la misma EPA de 2018 hablábamos de la mejora del empleo juvenil, en cambio este año, y quizá debido a la entrada en vigor del Salario Mínimo, el número de desempleados en este colectivo crece en 5.900 personas, en el primer trimestre del año, un 1,1% respecto al trimestre anterior, situándose en un 34,9% el porcentaje de desempleados jóvenes", apunta Carlos Martínez.

 

 

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