¿Y si en esta ocasión el Banco Central Europeo (BCE) se adelanta a la Reserva Federal (Fed)? Es lo que creen los expertos de Barclays Research que señalan que la institución europea comenzará a bajar los tipos de interés el próximo julio, mientras que prevén que el banco central estadounidense inicie los recortes en diciembre de 2024.

Los tiempos no son la única diferencia. La entidad también estima que el BCE reducirá los tipos de interés 25 puntos básicos en las tres últimas reuniones del próximo año -las de julio, septiembre y diciembre- y limitan el descenso de la Fed a 25 puntos básicos en el mencionado encuentro de diciembre.

De esta forma, y según ha explicado el economista europeo sénior de la entidad, Mariano Cena, en un encuentro con los medios celebrado este miércoles, la institución presidida por Christine Lagarde bajará los tipos de interés 100 puntos básicos en 2024.

Asimismo, esperan un recorte de 75 puntos básicos en 2025, con lo que la tasa final de referencia en la eurozona -la facilidad de depósito- se situaría en el 2,25%. En el caso de Estados Unidos esperan que los tipos de interés se encuentren en la horquilla de entre el 4% y el 4,25% dentro de dos años.

Esa diferencia se debe, de acuerdo con Cena, a la diferente coyuntura y las razones dispares que han motivado las altas tasas de inflación en ambas geografías: Europa ha tenido que hacer frente a shocks en forma de crisis de la cadena de suministros y por las consecuencias de la guerra de Ucrania.

[Lagarde (BCE) avisa de que la economía se estanca y la inflación repuntará levemente en los próximos meses]

Por su parte, Estados Unidos proviene de una mayor fortaleza económica -en el tercer trimestre de 2023 su economía creció un 5,2%-, por lo que se requerirá de más tiempo para ver esos efectos del ajuste monetario y, en consecuencia, las primeras bajadas de unos tipos que ahora se sitúan por encima del 5%.

En ese contexto, los expertos de Barclays, quienes realizan sus proyecciones a dos años vista, apuestan por un aterrizaje suave de las economías desarrolladas, lo que no impide que, en cualquier caso, se pueda dar una recesión que no implicaría grandes caídas del empleo y de la actividad económica, sino que más bien sería una recesión técnica.

Diversificación

Además, la transmisión de la política monetaria ha sido "muy ordenada" y lo que marcará el devenir de Europa, en esencia, es la desaceleración del sector servicios, la progresiva caída de la inflación y el aumento nominal de los salarios.

En un contexto en el que "el crecimiento está disminuyendo”, pero en el que “no se está colapsando" -la inflación va en buen camino y descartan accidentes graves en los mercados laborales- "la diversificación está de vuelta" en las carteras de inversión.

Es lo que opina Emmanuel Cau, responsable de estrategia de renta variable europea de Barclays. Desde el punto de vista del mercado de acciones, los analistas de la entidad británica han estado “en un lado más positivo del consenso este año, así que creo que nuestra visión para el próximo año es todavía constructiva”. Para el año que viene, creen que “las ganancias seguirán creciendo, pero no demasiado".