La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha cumplido con el guion previsto una reunión más y, tal y como se esperaba, ha retomado las subidas de los tipos de interés tras haberlas pausado en junio. Exactamente, ha elevado el precio del dinero 25 puntos básicos, hasta situarlo en el rango de entre el 5,25% y el 5,5%.

El banco central estadounidense ha aumentado los tipos de interés a máximos desde enero de 2001 -si se toma como referencia la parte alta de la horquilla, ese 5,5%- tras subirlos 525 puntos en once de las últimas doce reuniones celebradas. Las alzas comenzaron en marzo de 2022 con 25 puntos básicos.

Tras volver a subir los tipos en mayo, en esta ocasión 50 puntos básicos, el banco central decidió en junio dar un paso más en su lucha contra la inflación e incrementarlos de nuevo, aunque en este caso aún más: 75 puntos básicos. En total, elevó las tasas en esa proporción en cuatro encuentros consecutivos.

La Fed levantó el pie del acelerador en diciembre, cuando optó por incrementar los tipos 50 puntos básicos, y decidió reducir una marcha más en febrero, marzo y mayo al aumentarlos sólo 25 puntos básicos en cada una de esas reuniones.

La relajación del ritmo de las subidas coincidió con la incertidumbre desatada en el sistema bancario del país a consecuencia de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, además de por el posterior rescate de First Republic Bank, todos ellos bancos regionales medianos.

En junio, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) decidieron pausar las alzas para evaluar los efectos del endurecimiento de la política monetaria en la economía estadounidense.

Este miércoles han vuelto a elevar las tasas de referencia a pesar de que la inflación de Estados Unidos está más cerca del objetivo del 2%. La escalada de los precios se ha moderado en la primera potencia mundial durante los últimos doce meses, desde poco después de que la Fed iniciase el ciclo de subidas de tipos más agresivo desde los años 80.

Inflación

Exactamente, el índice de precios al consumo (IPC) de la primera economía del mundo cerró junio en el 3%, un punto por debajo de la tasa general interanual de mayo. Se trató de la tasa más reducida desde marzo de 2021. A pesar de ello, "la inflación sigue elevada", advierten los miembros de la Fed en el comunicado posterior al encuentro. 

Mientras que la inflación se ha reducido, la economía estadounidense se ha mantenido resistente a la subida de tipos. A la espera de que este jueves se conozcan los datos del segundo trimestre, Estados Unidos creció un 0,5% entre enero y marzo en comparación trimestral, o un 2% respecto al mismo periodo del año anterior.

[El BCE y la Fed no contemplan una recesión ni en la eurozona ni en EEUU y apuntan a más subidas de tipos]

A pesar de que ambas referencias fueron una décima inferiores a las del último trimestre de 2022, superaron las estimaciones de los analistas y fueron revisadas al alza en dos ocasiones por la Oficina de Análisis Económico (BEA).

"Para determinar el grado de endurecimiento adicional que puede ser apropiado para devolver la inflación al 2%", los miembros de la institución "tendrán en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que afecta la actividad económica y la inflación, además de a los factores económicos y financieros".

Para evaluar su postura, la Fed vigilará "las implicaciones de la información entrante para el panorama económico". Sus miembros estarán preparados para ajustar la política monetaria "según corresponda si surgen riesgos" que pudiesen impedir el doble objetivo de la institución: lograr el máximo empleo con una inflación en el 2% a largo plazo.

Con la subida de este miércoles totalmente descontada por el mercado -poco antes de que se publicase el comunicado las probabilidades eran del 99,6%- la incertidumbre recaía sobre lo que sucederá en septiembre, cuando el banco central estadounidense vuelva a reunirse.

Se acerca el final

Para muchos analistas esta ha podido ser la última subida de tipos llevada a cabo por la institución en este ciclo de aumentos. Para otros, la Fed podría tomarse un nuevo respiro en septiembre y volver a elevar el precio del dinero hacia la última parte del año.

Según las estimaciones que los propios miembros del FOMC hicieron públicas en junio, los tipos de interés podrían cerrar 2023 en el 5,6% lo que supondría un aumento más tras el de este miércoles. El presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió en el foro que el Banco Central Europeo (BCE) organiza cada verano en Sintra de que los incrementos podrían ser consecutivos.

Reunión a reunión

En esta ocasión el banquero central ha dejado la puerta abierta a nuevas subidas, aunque no ha querido comprometerse con llevarlas a cabo. “Las decisiones se tomarán reunión ha reunión”, ha afirmado.

“Si los datos dicen que necesitamos hacer más, entonces haremos más”, ha argumentado Powell, al tiempo que ha defendido que en la Fed no quieren “ir automáticamente”. Por ello, los miembros de la institución no han tomado ninguna decisión sobre futuras reuniones. 

[La Fed, dividida: algunos de sus miembros plantearon subir los tipos otros 25 puntos básicos en junio]

“Dado lo lejos que hemos llegado, podemos darnos el lujo de ser un poco pacientes”, ha continuado Powell. “Si los datos sugieren que se necesitan más subidas esa será la decisión que tomaremos”, ha subrayado durante su intervención.

Con una inflación subyacente “todavía elevada”, los miembros de la Fed van a “tener que mantener la política monetaria en niveles restrictivos durante algún tiempo”, porque “el peor resultado sería no hacer frente a la inflación”.

Sin recesión

Aunque “las piezas del rompecabezas” para reducir la escalada de los precios se están “uniendo” la política monetaria no ha sido “lo suficientemente restrictiva durante suficiente tiempo para llevar la inflación al objetivo del 2%”. Por ello, “todavía queda mucho camino por recorrer”.

Powell, quien ha descartado la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión, tampoco ha dado pistas sobre cuándo comenzarán las bajadas de las tasas de referencia, aunque ha descartado que tengan lugar este año. 

La próxima cita de la institución tendrá lugar los días 19 y 20 de septiembre. Eso significa que quedan ocho semanas para el encuentro cuando el intervalo habitual entre reuniones es de seis semanas. Este lapso más largo de tiempo permitirá a los responsables de política monetaria contar con más información sobre la situación de la economía y la inflación en Estados Unidos.

En concreto, y tal y como ha resaltado Powell, hasta entonces se conocerán los índice de precios al consumo (IPC) y los datos oficiales de empleo de julio y agosto.