Los precios de productos del campo siguen subiendo, pero ni tanto ni tan rápido. Es lo que detecta Eurostat, que precisa que en el primer trimestre de este año los precios de los productos agrícolas han registrado la menor de sus subidas desde que empezó la invasión rusa de Ucrania: un 17% interanual. Es la cara de una moneda que se torna cruz en España, donde los precios suben un 33%.
España lidera junto con Portugal el ránking de países en los que más suben los precios de una lista de ítems que incluye productos como huevos, arroz, aceitunas u otras materias primas agrícolas. La culpa es de la sequía.
La escasez de agua ha provocado que se reduzca la producción en la península ibérica, "lo que añadió más ímpetu al aumento de precios", subraya Eurostat. Así las cosas, nuestro país, que tiene al 80% del campo afectado, prácticamente duplica el encarecimiento medio visto en Europa.
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En cambio, el aumento de precios visto de enero a marzo en la UE es nueve puntos inferior al visto en el trimestre anterior, cuando los productos agrícolas subieron un 26% interanual.
Aún así, el alza es significativa, afectando de manera importante a productos de la cesta básica. Es el caso de los huevos (que se encarecen un 60% de media en territorio comunitario), el arroz (51%), las aceitunas y el porcino (49% en ambos casos).
¿Por qué suben tanto los huevos? Una suerte de tormenta perfecta lo explica: escasez de grano para alimentar aves, menores exportaciones de estos cereales desde Ucrania y un brote de gripe aviar en Bélgica y Países Bajos.
También han subido en este tiempo los costes de producción en el sector primario. Alimentos para animales, semillas o fertilizantes, es decir, los costes no relacionados con inversión, en lenguaje técnico, se encarecieron un 11% en el primer trimestre.
Es menos también que el incremento registrado a finales del año pasado (27%). De enero a marzo, destacan las subidas en piensos (16%), semillas y materiales para la siembra (14%) y pesticidas y otros productos para proteger los cultivos (12%).
En este listado, sin embargo, España queda lejos de la primera plaza. El mayor encarecimiento de los costes se registró en Hungría (29%), seguida de Polonia y Eslovaquia (20% y 19%, respectivamente). Nuestro país está, de hecho, entre los que menos subidas registran, en torno a un 7%.
La subida de precios de los productos agrícolas se traduce inevitablemente en un encarecimiento de su versión final: los alimentos que se compran en los supermercados.
El impacto de la inflación se siente desde hace meses, tantos que ha llegado a provocar un cambio en los hábitos de compra en carne y pescados frescos en el 82% de los consumidores, según datos de Aecoc Shopperview.
Sus cifras apuntan a que el 36% ha reducido la cantidad de carne que compra y un 26% ha optado por cambiar la tipología que consume en busca de alternativas más económicas.
Respecto al pescado, un 42% dice buscar más ofertas y un 30% haber disminuido su compra. El 27% ha cambiado el fresco por el congelado por sus menores precios.
81 millones
En todo caso, la cadena de afectados comienza con los agricultores y ganaderos. Para ellos, que dan por perdidas en nuestro país más de cinco millones de hectáreas de cereales y buena parte de los cultivos de arroz, que no han llegado a sembrarse en algunas zonas claves como el Bajo Guadalquivir, Bruselas desplegará un apoyo extra.
Son 81 millones. Una subvención extraordinaria aprobada este lunes por la Comisión para agricultores como compensación no solo por la sequía, sino también por el aumento de costes y las turbulencias en los mercados. España será el principal beneficiario de estas ayudas extraordinarias, por delante de Italia (60 millones) o Francia (53 millones).
El Gobierno español puede complementar esta ayuda de la UE hasta en un 200% con fondos nacionales, es decir, otros 160 millones. Moncloa recibe así respuesta a su solicitud de movilizar a reserva agrícola comunitaria para hacer frente a la sequía, y que compaginó en mayo con otros apoyos directos.
Entonces aprobó ayudas directas por valor de 636 millones de euros a la ganadería (355 millones), agricultura (276,7 millones) y apicultura (5 millones). Medidas que el sector primario consideró "insuficientes" a tenor del volumen de pérdidas que se esperan: unos 300 millones en indemnizaciones por la sequía, y eso solo a través de pólizas de seguro. Muchos agricultores no asegurados afrontan un oscuro panorama.