Las zonas rurales de España pierden cinco habitantes cada hora. El 80% de los pueblos de 14 provincias está en riesgo de extinción. En casi 5.000 municipios, esto es seis de cada 10, residen menos de 1.000 personas. Y en alrededor de 1.300, el número de habitantes no llega siquiera a los 100.

Estas alarmantes sentencias son una realidad. Lo son porque emanan de una rigurosa fuente estadística como es el INE. Se coja el periodo que se coja, por CCAA, provincias o pueblos, la caída demográfica se ceba sobre todo con las zonas rurales.

Por municipios, en El Ejido (Almería) el número de inscritos en el padrón ha descendido en 3.386 personas en un año. Castilla y León está entre las comunidades autónomas más afectadas por el abandono de población de sus municipios: casi el 88% de estos tenía en 2018 menos población que la que registraban en 1998.

Japón e Italia…

Esta innegable y dolorosa realidad no es exclusiva de España. Otros países como Japón, Italia, Portugal y Francia comparten el duelo.

Pero, ¿qué están haciendo estos países para paliar esa imparable tendencia? ¿Podría España incorporar alguna de esas recetas? Sicilia, por ejemplo, vende casas a un euro. En concreto, Sambuca di Sicilia es una localidad italiana situada en una colina, a 78 kilómetros de Palermo. En el Valle de Belice, fue considerado el pueblo más bonito de Italia en 2016. Tiene apenas 5.800 habitantes.

Su proyecto para atraer el turismo y lograr elevar el número de residentes ha sido poner a la venta casas comunales y abandonadas, por el módico precio de 1 euro. La respuesta fue masiva.

Su vicealcalde, Giuseppe Cacioppo, explicó a la prensa: “Llegaron hasta 110.000 peticiones para 16 casas que pusimos a la venta y han sido vendidas a estadounidenses, franceses, israelíes…”.

La Francia olvidada

Con idéntico objetivo, el de revitalizar la Francia vaciada, se conoce el proyecto de la organización ‘1.000 cafés’, amparado por la empresa privada Groupe SOS. Se trata de abrir puntos de encuentro, espacios de convivencia en aquellas poblaciones donde ya no tienen ni eso.

Está dirigido a 32.000 municipios de 3.500 habitantes, como el pequeño municipio de Congrier, de 900 habitantes, donde acaban de abrir uno. “Hay una fractura en todo el país con aldeas que lamentan no tener ningún lugar para reunirse a conocer gente y al mismo tiempo tienen que estar listos para recibir a la gente de las ciudades que ahora quiere marcharse a los pueblos”, explica a RTVE Jean-Marc Borello, presidente de Groupe SOS.

La crisis que se vive en el 'Portugal vaciado' dibuja el siguiente mapa demográfico: el 82,4% de los lusos con menos de 25 años viven en el litoral, mientras que apenas el 17,6% resiste en las zonas rurales.

El primer ministro socialista, Antonio Costa, se ha comprometido a tomar medidas serias para la lucha contra el abandono del interior. Algunas de estas medidas pasan por liberar a Lisboa de la concentración de organismos gubernamentales. Hasta cinco secretarías de Estado pasarán a tener sus sedes en otras ciudades lusas.

La Secretaría de Valorización del Interior se asentará en Braganza, la de Acción Social pasa a Guarda y la de Conservación de la Naturaleza, los Bosques y el Ordenamiento del Territorio se desplaza a Castelo Branco. Durante la presente legislatura tiene previsto además, la mudanza de otras dos más.

Los escoceses también llevan años de adelanto. En la década de los 60 en las Tierras Altas pusieron en marcha una prueba piloto: una universidad en la que se pudieran adquirir conocimientos que llevar a la práctica en el espacio rural. Investigadores, emprendedores, etcétera se han formado allí y aplican sus conocimientos al territorio con el fin de revitalizarlo.

El ‘furusato nozei’

El trabajo conjunto de políticos, empresarios y ciudadanos, actores de la lucha por un mismo objetivo, se plasmó en la agencia de desarrollo del territorio, Highlands and Islands Enterprise (HIE). Esta organización fue fundada en 1965 con la misión de sacar a su territorio de la situación de declive demográfico y económico en el que estaba sumido desde hace siglos.

El Instituto de Estudios Fiscales (IEF) se ha ido hasta Japón para arrebatarles una ingeniosa idea contra la despoblación y plasmarla en un documento. Estos expertos consideran que el ‘furusato nozei’ tendría un indudable éxito en España.

El ‘furusato nozei’ significa pago de impuestos en la ciudad natal. Es una fórmula para que los ciudadanos puedan hacer donativos a los pueblos o ciudades que deseen. A cambio dos cosas: una deducción en el impuesto sobre la renta y un regalo, un obsequio de alguno de los bienes que se producen en esos municipios.

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