El Día Mundial de las Ciudades se celebra el 31 de octubre desde su proclamación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013. ¿Su objetivo? Promover una planificación responsable y sostenible de las ciudades para lograr la resiliencia urbana, la adaptación y respuesta de las ciudades ante las catástrofes naturales consecuencia en su mayor parte del cambio climático.

El desafío que marca la ONU es claro: “Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. En esta misma línea, la ONU aprobó en 2016 una «Nueva Agenda Urbana» que define los parámetros de las ciudades del siglo XXI. Este año el Día Mundial de las Ciudades lleva por lema Cambiando el mundo: innovaciones y una vida mejor para las generaciones futuras. El objetivo es concienciar a la población y a las organizaciones de cómo la tecnología y las innovaciones digitales pueden ser usadas para mejorar la calidad de vida en las ciudades. 

Cómo mejorar la resiliencia urbana de las ciudades

La resiliencia urbana es la capacidad de las ciudades para adaptarse y responder ante diferentes tipos de desastres manteniendo un nivel razonable de funcionalidad. Muchos de estos desastres son de origen natural, como los terremotos, los tsunamis, las lluvias torrenciales, las inundaciones o los incendios. La preparación previa para este tipo de eventos, cada vez más frecuentes a causa del cambio climático, es fundamental.

Los retos para los próximos años son muy claros, el crecimiento de la población mundial, que alcanzará los 9.700 millones en 2050. La urbanización de las ciudades, donde vive más de la mitad de la población y que tienen el reto de absorber 1,5 millones de personas que se están trasladando a ellas cada semana. Hablamos también de la demanda de alimentos y recursos, con un aumento de la demanda de agua en un 40% y un incremento de un 50% del consumo de alimentos y energía. Todo esto está provocando que aumente el estrés hídrico (una demanda de agua mayor a la que hay disponible que, junto con las frecuentes sequías e inundaciones provocadas por el cambio climático, harán que estos problemas no paren de crecer en las próximas décadas).

En SUEZ España entienden que la transformación digital es parte de la solución para ayudar a las ciudades a resistir, adaptarse y recuperarse rápidamente de las crisis. Mediante un Plan de Acción de Resiliencia, SUEZ ofrece servicios integrales de gestión de riesgos que incluye la monitorización de las redes de servicios e infraestructuras, modelos de simulación, protocolos de actuación y sistemas de alerta para conocer el estado de la ciudad en tiempo real. Una ciudad resiliente es una ciudad más habitable y segura porque garantiza el correcto funcionamiento de los sistemas urbanos básicos como la red de agua, de la que dependen no sólo multitud de servicios públicos como hospitales, servicios de limpieza o bomberos, sino el sistema de agua potable, el drenaje urbano o la depuración. 

SUEZ: ciudades inteligentes, sostenibles y resistentes

El objetivo de SUEZ es claro: mediante una amplia experiencia en soluciones tecnológicas es posible otorgar a las ciudades las herramientas necesarias para la prevención y la respuesta rápida. Estas acciones se están llevando a cabo en forma de proyectos a nivel europeo, en donde varias ciudades participan en programas que ayudan a entender eventos repentinos como inundaciones urbanas o problemas de alcantarillado durante periodos de lluvia intensa.

El proyecto H2020 RESCCUE, liderado por SUEZ (a través de Aquatec y SUEZ Advanced Solutions), analiza el impacto del cambio climático en el funcionamiento de los servicios públicos urbanos en tres áreas: agua, energía y telecomunicaciones. Este caso de estudio se está realizando en Barcelona, Lisboa y Bristol. Las tres ciudades forman parte del consorcio UN-Habitat de la ONU, junto con otras grandes empresas de servicios urbanos, centros de investigación, universidades y pymes. El objetivo, desarrollar modelos y herramientas de resiliencia urbana desde un enfoque multisectorial teniendo en cuenta escenarios climáticos actuales y futuros y considerando múltiples tipos de riesgos. 

Por otro lado, el proyecto BINGO, realizado en seis ciudades europeas entre las que se incluye Badalona (Barcelona), tiene como objetivo aumentar la capacidad de adaptación de la ciudad ante el incremento de las inundaciones y los problemas que generan las tormentas en el sistema de drenaje de la ciudad y que acaban afectando a las playas, perjudicando tanto la calidad del agua de baño como las actividades pesqueras locales. El consorcio de este proyecto está formado por el Ayuntamiento de Badalona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), SUEZ España -a través de la Dirección de Drenaje Urbano Aquatec junto con las filiales Aigües de Barcelona y Cetaqua, así como los principales actores del ciclo del agua de Badalona, y ha permitido estudiar medidas como la ampliación de la red de alcantarillado, así como de sistemas de drenaje urbano sostenible o un sistema de alerta temprana, soluciones que ayudarán a hacer frente a este tipo de eventos climáticos con más garantías, mejorando, por tanto, la resiliencia urbana de estas ciudades.

SUEZ España está comprometido a mejorar el urbanismo del siglo XXI mediante la gestión inteligente de datos, la automatización y la optimización del ciclo integral del agua, lo que permite a las ciudades tener un mayor control del consumo, una mejor respuesta ante desastres naturales y una mejor coordinación con los servicios de emergencia al conocer en tiempo real la situación de toda la ciudad. Una ciudad preparada, inteligente, sostenible y resistente.