El ministerio de Empleo, que lidera Magdalena Valerio, está dispuesto a poner coto al déficit de la Seguridad Social. Una de las claves para lograrlo está en reducir los problemas que presenta el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) por el que cotizan todos aquellos que se acogen a la figura del 'autónomo'. Hablamos de un sistema que cuenta con un déficit de, aproximadamente, 6.500 millones de euros que hay que reducir en los próximos años.

La solución es evidente, tratar de incrementar los ingresos. Para ello, el ministerio y las asociaciones que representan a los autónomos (UPTA y ATA) se van a poner a la labor a finales de mes para comenzar a negociar la fórmula para conseguirlo. Un objetivo que pasa, necesariamente, por el aumento de las cotizaciones de los autónomos; y para ello es necesario que estos trabajadores coticen por lo que ingresan, en lugar de tener el sistema actual por el que cada uno elige el tipo de cotización que quiere hacer a la Seguridad Social. 

Ese tema es el gran objetivo, dado que en estos momentos cerca del 85% de los autónomos cotiza por la base mínima; lo que implica bajos ingresos para el sistema, pero también una pensión muy baja a la hora de jubilarse. Así que con este telón de fondo comenzarán unas negociaciones que las asociaciones del sector reconocen que van a ser "muy difíciles" dado que afecta a trabajadores de muy distinta índole y de circunstancias totalmente distintas entre sí. 

Para la ministra Valerio "lo suyo sería que hubiese un acuerdo en virtud del cual al igual que los trabajadores por cuenta ajena pagan en función de una serie de tramos de cotización según sus salarios reales, también los autónomos pudieran cotizar en función de los salarios reales"

Primera propuesta

¿Y cómo se articularían estos tramos? Ahí está la gran dificultad, y ya se han puesto encima de la mesa distintas propuestas. La primera de ellas llega por la Unión de Profesionales de Trabajadores Autónomos (UPTA), quien aboga por establecer tres tramos completamente diferentes que permitirían incrementar la recaudación en 2.000 millones, según explica su secretario general, Eduardo Abad. 

Así, la propuesta de UPTA contempla un primer tramo para aquellos autónomos cuyos ingresos netos estén por debajo de los 7000 euros (el salario mínimo interprofesional) que tendrían que pagar una cuota equivalente a la actual tarifa plana; es decir, unos 50 euros. 

El segundo tramo englobaría al 70% de los trabajadores autónomos y se mantendría como hasta ahora. Es decir, sería el trabajador quien elegiría su base de cotización. Sin embargo, UPTA quiere que en estas escalas se establezca "un régimen fiscal que permita hacer aportaciones a la Seguridad Social, como si de un plan de pensiones se tratara", explica Abad. 

El último tramo afectaría a cerca del 30% de los autónomos, y serían aquellos que superan los 40.000 euros anuales de ingresos netos. En este caso tendrían que cotizar, como mínimo, a partir de una base mínima de 1.280 euros, con lo que pagarían cada mes cerca de 590 euros mensuales.

Los societarios 

Abad reconoce que también habría que revisar el régimen de cotización por módulos, en donde hay 400.000 personas adscritas. Este régimen es aquél al que se adscriben los autónomos cuyos ingresos son difíciles de cuantificar por el tipo de actividad que realiza. Por ejemplo, bares y restaurantes o un taxi.

También está por ver qué ocurriría con los autónomos societarios, que son administradores de una empresa y que, desde el año pasado, para quienes las empresas ya no pueden considerar como gasto su Seguridad Social y, por tanto, ha llevado a una disminución de los ingresos por este concepto. 

Segunda propuesta

Desde ATA, su presidente, Lorenzo Amor, también ve problemas a la hora de adoptar esa modulación de las cotizaciones de la Seguridad Social. Considera que no deben ponerse topes, tal y como propone UPTA, sino que "debe ser una fórmula equitativa para todos", de manera que no sólo unos pocos vean incrementadas sus cargas a la Seguridad Social. 

Amor defiende que se establezcan una serie de tramos de cotización, exactamente igual que ocurre con los asalariados. Sin embargo, y dado que sus ingresos son distintos de un año a otro, o incluso de un mes a otro, es necesario buscar fórmulas alternativas para ajustar las cotizaciones. 

Desde UPTA defienden que la mejor solución sería hacerles tributar por un mínimo durante el año y, al cierre del ejercicio, hacer una regularización en función de los resultados obtenidos. De este modo, si se ha pagado de más sería la Seguridad Social la que tendría que devolver el dinero y, al contrario, si el autónomo ha pagado de más, éste tendrá que saldar sus deudas con el erario público. 

Por ahora son propuestas que están encima de la mesa, y que el ministerio -junto a las asociaciones- tendrá que abordar. Lo que está claro es que en poco tiempo se acabará eso de que los autónomos coticen por la base mínima para ahorrarse un dinero en la Seguridad Social.

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