Berlín

Kai sale del supermercado de descuentos Penny de la Emser Strasße, al sur de Berlín, con una bolsa de tela cargada de compras. Este treintañero no hay oído hablar de las acusaciones de maltrato animal que han llevado al Grupo Rewe, empresa a la que pertenece Penny y uno de los grandes actores de la distribución de alimentos en Alemania, a suspender provisionalmente esta semana sus compras a ElPozo.

Sin embargo, Kai lo tiene claro. “Yo no compraría carne que proceda de una empresa que tiene problemas porque hay malos tratos a los animales”, dice Kai a EL ESPAÑOL mientras camina hacia su casa. Es más, él no compra carne sin preguntar primero al carnicero de dónde viene su materia prima.

En su supermercado Kai puede encontrar jamón serrano en lonchas de Campofrío, gigante de la alimentación de origen burgalés. También hay jamón serrano de la firma alemana Abraham. Pero no hay rastro de productos de ElPozo. Las medidas provisionales parecen haber tenido los efectos inmediatos que prometían el pasado martes.

De todos modos, según Kai, “Penny no es el mejor sitio para comprar carne”. No es suficiente para él que se puedan comprar allí lonchas de salami y jamón cocido con el sello que certifica que son productos ecológicos. Él es muy cuidadoso cuando compra productos cárnicos.

También con cuidado extremo parece que van a escuchar las grandes empresas de la distribución germana, como son el Grupo Rewe o la cadena de supermercados Edeka, lo que tenga que decir El Pozo sobre la incómoda situación en que le han puesto las imágenes del programa “Salvados: 'Stranger Pigs'”. En ese reciente programa del periodista Jordi Évole, se mostraban instalaciones de una granja de cerdos donde los animales parecían carecer de los cuidados más básicos. Los había con malformaciones y visiblemente enfermos.

“Las imágenes grabadas por Igualdad Animal (emitidas en el programa de Évole) de la granja de engorde de cerdos en el sur de España son chocantes y conmocionan”, dicen a EL ESPAÑOL desde el Grupo Rewe, con sede en Colonia (oeste alemán).

La granja Hermanos Carrasco era hasta esta semana proveedora de Cefusa, la filial ganadera del Grupo Fuertes, al que pertenece El Pozo. El pasado martes el Grupo Fuertes anunciaba que dejaba de trabajar con esa granja y se mostraba decidida a “ampliar los estándares de calidad”. Ante el escándalo generado por las imágenes, en El Pozo han dicho que se sienten víctimas de un “ataque injusto y desproporcionado” a base de “imágenes malintencionadas” y obtenidas de formar “ilegal”.

En Alemania, compañías como el Grupo Rewe o Edeka, la mayor red de comercio minorista del país de Angela Merkel, están muy pendientes del expediente de investigación interno abierto tras el escándalo generado por el estado de los animales visto en la granja de los Hermanos Carrasco.

“Las imágenes emitidas no se corresponden en modo alguno con nuestra pretensión de un trato animal aceptable”, dicen a EL ESPAÑOL desde Edeka, con sede en Hamburgo. “Por eso hemos pedido a El Pozo que se posicione”, aseguran.

Dispuestos a terminar la relación comercial

En el Grupo Rewe tienen similares expectativas. “Esperamos que las acusaciones queden aclaradas próximamente y sin dejar lugar a dudas”, aseguran desde la empresa en Colonia, que contempla ponerse en lo peor. “Si se confirmaran las acusaciones [de maltrato animal] contra “El Pozo” tomaríamos acciones de inmediato y terminaríamos nuestra relación comercial con la compañía”, aseguran.

“Por cuestión de principios, el Grupo Rewe no tolera ninguna violación sobre el trato a los animales, independientemente de que lo cometa un proveedor o una empresa contratada para ello”, abundan. Esos mismos principios, dicen, son los que explican que los supermercados Penny y Rewe dejen de comprar productos de El Pozo de manera provisional.

La red de supermercados de Edeka no compra como tal productos a El Pozo. “Pero debido a nuestra estructura cooperativa, sin embargo, es posible que se ofrezcan artículos [de El Pozo] a nivel regional, en supermercados individual de Edeka”, abundan desde esta empresa, cuyo volumen de negocio anual ronda los 50.000 millones de euros, algo menos que el del Grupo Rewe (unos 55.000 millones de euros).

Para El Pozo, la situación en suelo germano aún parece estar lejos de alcanzar el extremo visto en Bélgica. Allí las cadenas de supermercados Colruyt y Delhaize retiraban esta semana sus productos de la marca española, tras producirse las acusaciones contra la compañía de Alhama de Murcia. Pero eso no quiere decir que El Pozo no tenga que despejar dudas en Alemania, que constituye uno de los mercados más importantes de Europa.

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