Rubén J. Lapetra Cristina G. Bolinches

Juan Ignacio Cirac Sasturáin, manresano de 51 años, es uno de los mayores expertos mundiales en computación cuántica. Desde hace pocas horas, también nuevo consejero de la operadora de telecomunicaciones Telefónica. Su incorporación al consejo junto a otros tres perfiles de prestigio ya forman parte del nuevo estilo de José María Álvarez-Pallete como presidente de la multinacional tras la era de puertas giratorias de Alierta.

De hecho, junto a Cirac entran en el consejo Javier Echenique (vicepresidente del Sabadell, Repsol, ACS...), Sabina Fluxá (Iberostar, ACS) y Peter Löscher (exSiemens). Salen cuatro personas ligadas a Alierta, empezando por el lugarteniente financiero Santiago Fernández Valbuena. También Alfonso Ferrari, ligado a Beta Capital, el bróker cofundado por Alierta; o Carlos Colomer (Revlon). Pero el cambio más significativo de la nueva etapa se produce con la salida de Fernando de Almansa, exjefe de la Casa Real y mentor del trabajo de Urdangarín durante los años que estuvo a sueldo de la operadora.

Teletransportación y comunicaciones cuánticas

El trabajo de Cirac ha tenido reconocimiento internacional. Hace diez años recibió el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y, hace tres, el Premio Wolf -compartido con un investigador austríaco- por un ‘manual’ sobre cómo construir un ordenador cuántico. Se trata de una tecnología experimental, teórica, llamada a ser la próxima revolución informática. “Sería algo tan grande como la revolución de los años 40 cuando aparecieron los primeros ordenadores”, augura Cirac en una entrevista a La 2 (RTVE).

Las aplicaciones de este tipo de tecnología permitirían revolucionar las telecomunicaciones, especialmente, con las comunicaciones secretas sin encriptación. “En el mundo de la física cuántica se producen fenómenos microoscópicos como la desaparición de propiedades: algo que estaba en un sitio puede aparecer en otro”, explica Cirac en relación a los usos de los actuales prototipos de computación cuántica. Por ejemplo, en sus experimentos, han conseguido trasladar moléculas de un sitio a otro dentro de una fibra óptica, uno de los estándares actuales de la industria de telecomunicaciones para transmitir datos.

El reconocimiento internacional que ha recibido Cirac en los últimos años no sólo se ha plasmado en forma de premios, sino también en su actividad en los centros líderes de investigación e innovación a nivel mundial. De hecho, se dice de él que si hay algún español candidato a recibir el Premio Nobel ese es Cirac. El físico catalán se ha convertido en una eminencia de la Óptica Cuántica y ocupa la dirección general en ese campo del instituto alemán Max Planck.

También es colaborador del Massachussets Technology Institute (MIT), cuna de la innovación tecnológica en EEUU, así como asesor de la Universidad Tsinghua (China). El centro de enseñanza chino es el nexo de unión con el actual presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, promotor de una alianza entre Telefónica y esta universidad en 2014. Fue a través de la incubadora de ‘startups’ Wayra, la iniciativa para impulsar empresas de base tecnológica con inversión de Telefónica que abanderó Pallete y que le ha dado importantes réditos para suceder a Alierta en la presidencia.

Bajo esta iniciativa, y con el apoyo de los fondos de capital riesgo Amerigo, Telefónica se ha situado a la vanguardia mundial de la incubación de empresas tras participar en medio centenar de proyectos en apenas cuatro años. Toda una revolución. De hecho, el nuevo primer ejecutivo de la operadora será el encargado de liderar la transformación digital de Telefónica, camino que pasa por competir con las grandes tecnológicas globales en campos como la ciberseguridad -uno de los negocios incipientes del grupo-, las comunicaciones M2M -máquina a máquina- y los servicios financieros (pago móvil), terreno en el que ya comparte alianzas experimentales con Santander o La Caixa.

Queda mucho trabajo por delante. Para la maratón que tiene por delante, Pallete también contará con el apoyo de la vieja guardia de Telefónica. Junto a los cambios en el consejo, el ejecutivo ha respaldado la reelección de Isidro Fainé como consejero por otros cuatro años. El presidente de La Caixa, principal accionista de Telefónica junto a BBVA, cumplirá en 2019 un cuarto de siglo en el consejo de administración de la operadora. También serán reelegidos en la junta Antonio Masannell (Caixa), Peter Erskine (exCEO de O2 antes de ser adquirida por Telefónica), el representante de China Unicom, Wang Xiaochu; el histórico Julio Linares y otro de los candidatos a sucederle antes de Pallete.

El dividendo, pendiente de O2

Tras su nombramiento como presidente, José María Álvarez-Pallete, ha reiterado su "compromiso expreso" con los accionistas de repartir en 2016 un dividendo de 0,75 euros por acción. Sin embargo, la propuesta remitida a los accionistas contempla que el segundo tramo del dividendo (0,35 euros) se distribuirá en efectivo si la compañía ha recibido en esa fecha los fondos procedentes del cierre de la venta de O2, sus operaciones en Reino Unido, operación que sigue pendiente de las autoridades de competencia europeas.

Por otro lado, Telefónica solicitará el próximo 12 de mayo la aprobación de las cuentas anuales, de la gestión del consejo de administración, de la reelección de EY como auditor para este año y, la otra gran novedad, el nombramiento de PwC como firma auditora hasta 2019, un contrato valorado en unos 20 millones de euros anuales y que era una de las noticias más esperadas entre el sector de los auditores.

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