Rueda de prensa tras el consejo de la ESA, celebrado en París.

Rueda de prensa tras el consejo de la ESA, celebrado en París.

Europa

La ESA espera a la futura Agencia Espacial Española para "trabajar juntas"

El Consejo de la Agencia Europea debate una carta de invitación para participar en el desarrollo de una estación lunar con Rusia y China.

17 junio, 2021 14:36

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La Agencia Espacial Europa (ESA) espera con los brazos abiertos a la recién anunciada futura Agencia Espacial Española (¿AEE?), cuya creación fue anunciada públicamente el pasado 27 de mayo por el jefe de Gabinete del presidente de Gobierno, Iván Redondo.

"Es muy positivo y sé que la gente que trabaja en el sector espacial en España se siente muy feliz", asegura a D+I la presidenta del Consejo de ESA, Anna Rathsman, en rueda de prensa para dar cuenta de la 298º reunión del Consejo, celebrada durante dos días en París.

Rathsman, que es precisamente directora de la agencia espacial sueca, confirma que ya conocía la noticia y pone el ejemplo de su "pequeño país", en el que Agencia y Gobierno "trabajan muy juntos", aunque lo que se plantea a través de ESA y en la UE "tiene a veces diferentes perspectivas, porque los trabajos son distintos".

La pregunta de D+I venía a cuento tras una reunión que los líderes espaciales europeos explicaban como bien cargada de cuestiones políticas y de relación con otras entidades.

Y lo que pretendía la cuestión era aclarar si la creación de esa AEE supondrá algún cambio en las relaciones con España.

Josef Aschbacher, director general de ESA desde hace apenas 100 días, reafirma la opinión de Rathsman, poniendo como ejemplo el caso de Francia, "que tiene una agencia espacial muy fuerte, que es también el contacto con ESA y trabaja muy bien".

Él tuvo noticia del plan español porque lo contó el jefe de nuestra delegación en el Consejo y considera que sólo puede "dar la bienvenida a una iniciativa que incrementará las inversiones y las actividades en el espacio".

"Ese es nuestro trabajo en ESA, desarrollar el espacio en toda Europa y, desde ese punto de vista, es cosa de España cómo debe establecer sus interacciones", añade el director de ESA.

"Pero permítame recordar otra cosa que dijo el delegado español, que ESA es la agencia espacial para todos los programas y actividades europeas. Que haya una agencia espacial nacional es bueno internamente, pero probablemente fluirá en el contexto europeo y sus actividades complementarias, así que sólo espero trabajar estrechamente con ellos", concluye.

Así ha sido el consejo

El Consejo celebrado en París tenía la peculiaridad de ser el primero para el director general, tras un vertiginoso comienzo de mandato.

El punto principal de la reunión era aprobar el acuerdo marco financiero de asociación con la Unión Europea (FFPA), que en cierta medida cambia la relación entre la ESA y la UE.

Según informa Rathsman, el acuerdo fue validado por unanimidad de todos los miembros, incluyendo a los tres asociados que no pertenecen a la Unión Europea, Reino Unido, Suiza y Noruega.

Ni Rathsman ni Aschbacher quisieron profundizar en los detalles del acuerdo, porque "será materia de la comunicación que se producirá tras la firma", el próximo 22 de junio.

Josef Aschbacher, director general de ESA.

Josef Aschbacher, director general de ESA.

Pero los colegas británicos no las tienen todas consigo. Preguntan insistentemente si la nueva relación, más coordinada e íntima, con la Comisión Europea permitirá a la ESA seguir "comportándose como un organismo internacional independiente", o si su país se verá relegado y encontrará menos alicientes para continuar en la organización. Al parecer, quienes trabajan en el sector espacial padecen ahora cierto síndrome de ansiedad…

"Conozco muy bien esa ansiedad", responde Aschbacher. "He estado involucrado en varias discusiones relacionadas con este asunto, con importantes círculos del Reino Unido, después del Brexit, y lo que debo repetir es que UK es un miembro muy importante de la ESA y haremos todo lo necesario para que le siga resultando atractiva para invertir".

Lo que no puede decir Aschbacher es si el Reino Unido conseguirá su propósito de unirse al programa Copernicus de observación de la Tierra, que, al igual que Galileo, pertenece específicamente a la UE. Hasta el Brexit los británicos si participaban en ambos programas como miembros de la UE.

"No es decisión mía, yo no soy parte de esa negociación, que es entre Reino Unido y la Comisión", se justifica el director de ESA.

Anna Rathsaman es la presidenta del Consejo de ESA.

Anna Rathsaman es la presidenta del Consejo de ESA.

Sí asegura, a cambio, que en la negociación del FFPA su equipo ha puesto el máximo empeño en que "los tres países miembros de la ESA que no lo son de la UE quedasen satisfechos y no se sientan en desventaja".

Aschbacher ha firmado un papel con el comisario Thiery Bretone que, asegura, deja "transparente como el cristal" que se trata de "reiniciar las relaciones" ESA-UE, pero "no hay tiempo ni energías que malgastar" para que Europa sea fuerte en el espacio.

El jefe de la negociación por parte de la agencia, Eric Morel, ha sido premiado por "su descomunal trabajo" con un ascenso al frente de una nueva dirección, recién creada, para asuntos legales con Europa e internacionales. El nuevo puesto es parte de una reorganización de la agencia.

También se ha creado una dirección de comercialización, ahora en situación de interinidad, que reorganizará algunas funciones anteriores y establecerá nuevas tareas. Asume el control de las incubadoras de negocios de ESA y las relaciones con las pymes. La agencia cuenta con muchos proveedores en esa escala pequeña y mediana.

Ayudar a las startups

Parte del papel de la nueva dirección será ayudar a las startups en su segundo paso, cuando crecen y necesitan tener acceso a financiación de capital riesgo. Para ello se asociará con el Fondo Europeo de Inversiones, con cuyo presidente ya ha mantenido contactos.

También plantea otra forma de ayuda, facilitando las cosas a las startups cuyos nuevos productos requieran demostración y validación en órbita para aspirar a llegar al mercado. Para esto cuenta también con cooperar con la CE y su iniciativa Casini.

Y un tercer aspecto que abordará la nueva dirección será establecer contratos "más ligeros", que se adapten mejor a las relaciones con proveedores de talla pequeña y startups.

Como el Consejo tenía un cierto carácter de repaso del momento, Aschbacher recordó que se ha producido la incorporación a ESA de tres Estados miembros de la UE, Eslovenia, Letonia y, el más reciente, Lituania.

Además, "se ha extendido por cinco años el acuerdo de cooperación con Bulgaria, que concluía el próximo febrero. Esto es un paso previo para preparar su futura adhesión como miembro de ESA".

Otro asunto de 'diplomacia' y relaciones espaciales que se trató es más sorprendente: en plena luna de miel (nunca mejor dicho) de ESA con NASA, incluyendo planes conjuntos para el programa Arthemis que volverá a llevar astronautas, y la primera mujer, al satélite, la Agencia Europea ha recibido una invitación para asociarse al proyecto ruso-chino que persigue similar objetivo.

ESA, NASA, China y Rusia

"Es cierto, he recibido una carta de invitación para unirnos a la estación internacional de investigación lunar, firmada por el señor [Dimitry] Rogozin [de Roscosmos] y el jefe de la administración espacial china", confirma Aschbacher.

"Lo primero que hemos hecho, que por supuesto es el procedimiento normal, es agradecerles la amable invitación", explica. "Hemos debatido este asunto con nuestros Estados miembros, porque obviamente la decisión es suya y hay una reflexión en curso".

También, por supuesto, en el Consejo se habló de planes espaciales concretos, aunque la mayoría ya había sido objeto de otras reuniones y foros como el reciente dedicado a la Agenda 2025.

La ESA pone sus ojos en el planeta Venus, con la aprobación de la misión EnVision, que viajará al segundo planeta en colaboración con NASA. La agencia estadounidense tiene previstas otras dos misiones con el mismo destino, por lo que "en términos de ciencia espacial, Venus estará en el foco la próxima década".

Asbacher repaso otras actividades supervisadas, como el desarrollo de los cohetes Ariane 6 y Vega C, que preparan sus vuelos inaugurales para el año próximo, y el nuevo brazo robótico europeo ERA, que será enviado a mediados de julio a la Estación Espacial Internacional.

Se han aprobado cuatro proyectos candidatos para el futuro programa Earth Explorer y se ha puesto en marcha hace unas semanas el satélite del servicio climático del Ártico, en colaboración con Eumetsat. 

Señala Aschbacher al respecto que se trata "de un nuevo tipo de misión, pequeña pero que en términos de gestión la manera en que está concebida puede mostrar una nueva aproximación de ESA y la industria para la construcción de una futura constelación".

En total, los 100 días del nuevo director han servido para poner en pie, o reafirmar, hasta 60 planes y proyectos que tendrán que ser "monitorizados regularmente, cada seis meses, para asegurarse de que avanzan y estar realmente seguros de que siguen adelante".

Y cuando haya un momento para pensarlo, contestar algo más concreto a la propuesta lunar de los rusos y los chinos.