Cumplir años no es fácil, pero como alguien me dijo no hace mucho, la alternativa no parece mejor.

Este año cumple su centenario una de las empresas más emblemáticas de España. Una empresa que ha formado parte importante de nuestra historia, nuestro presente y estoy convencido de que formará parte también de nuestro futuro: Telefónica. Una empresa que se ha reinventado constantemente. Porque, reinventarse es la única forma de seguir adelante y especialmente en nuestros días, donde nos enfrentamos a un entorno en constante cambio y con niveles de incertidumbre cada vez mayores.

100 años de una empresa que ha transformado España y que se ha transformado continuamente. De hecho, si España tiene una de las mejores redes de telecomunicaciones de Europa y del mundo, algo de culpa, sin duda, debe de tener Telefónica. Por supuesto, también sus competidores, porque la competencia siempre nos ayuda a ser mejores, aunque todo en su justa medida; un exceso de competencia, o una competencia en desigualdad de condiciones, afecta a los resultados de las empresas y a sus inversiones en I+D+i y en infraestructuras. Pero esto da para un debate en profundidad, un debate necesario.

En España la red de fibra óptica llega a más de 16 millones de hogares, los que nos sitúa con un 87% de hogares conectados; muy por encima de la media de la Unión Europea (55%), y de países que ponemos siempre como referencia, por ejemplo, Alemania, que cuenta solo con un 24% de hogares conectados con fibra óptica.

Pero también, algo de mérito de la situación privilegiada que tenemos en España se la debemos a los Ingenieros de Telecomunicación. Por cierto, hace unos días el Colegio de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, del cual formo parte, cumplió 50 años, muchas felicidades. 50 años colaborando con el desarrollo de la profesión, la formación y actualización de conocimientos para conseguir los mejores ingenieros especializados, para construir un país más conectado, competitivo, justo y próspero.

La labor de los ingenieros de Telecomunicación, y de otros expertos en la transformación digital del país, tiene un impacto directo en el PIB, como bien recoge el estudio europeo DESI, que establece una relación directa entre el porcentaje de expertos en tecnologías de la información y el crecimiento de la economía. Es este aspecto, España, con un 4,1% de expertos TIC, se sitúa por debajo de la media Europea que está en el 4,5%, lo que, según dicho estudio, lastra el crecimiento de la economía y perjudica principalmente a las pequeñas y medianas empresas.

Si queremos crecer social y económicamente de forma sostenida, necesitamos más ingenieros y especialistas TIC, capaces de acelerar la digitalización que requieren todas las industrias, con especial foco en las PYMES. Y puede ser cierto que algunas tecnologías como la Inteligencia Artificial acaben con determinados puestos de trabajo, pero también es cierto que cada vez vamos a necesitar más personas formadas en tecnologías digitales.

Según datos de UGT, el empleo tecnológico en España ha alcanzado ya el millón de empleos, con tasas de crecimiento del 4%; y es que actualmente, hay más demanda de profesionales que oferta, peores difícil predecir si el resultado neto a lo largo del tiempo será positivo o negativo. Hay teorías en los dos sentidos y es un tema al que, más allá de la teoría, tendremos que prestar especial atención.

No puedo terminar esta columna sin mencionar los dos grandes eventos tecnológicos Internacionales, los más importantes del continente europeo, que este mes de febrero se celebran en nuestro país. Todo un lujo del que debemos de estar muy orgullosos. Efectivamente, me refiero al salón de la industria Audiovisual, ISE (Integrated System Europe) que se celebró a principios de mes, batiendo récord de asistencia con más de 73.000 asistentes, un 27% más que el año pasado y el Mobile World Congress, donde cada año vemos como la transversalidad de la digitalización crece y afecta absolutamente a todos los sectores.

Lo que empezó siendo un encuentro internacional para dar a conocer lo último en telefonía móvil, hoy es el evento de referencia a nivel mundial en digitalización, donde veremos lo último en tecnología de telecomunicación, pero también en salud digital, en movilidad sostenible, en economía circular, accesibilidad, Inteligencia Artificial, ciberseguridad y tantas y tantas tecnologías.

Una ventana para ver el presente y predecir el futuro. Un futuro que esperemos sea más social y sostenible, donde la tecnología avance de forma ética y donde nadie se quede atrás, donde todos nos formemos continuamente, actualizando nuestro conocimiento y nuestras habilidades y donde las empresas que han cumplido 100 años o los Colegios profesionales que han cumplido 50 años, puedan cumplir otros tantos.

Por último, quiero rendir homenaje a mi amigo Simon Poulter, compañero de Philips con el que trabajé en mi etapa en Holanda. Gran experto en comunicación, del que aprendí mucho y al que solía ver todos los años por el MWC. Este taño te echaremos de menos.

¡¡¡Buen Mobile World Congress a todos!!!