Logo de ChatGPT junto a una ilustración-

Logo de ChatGPT junto a una ilustración- Manuel Fernández Omicrono

La tribuna

Inteligencia artificial y el precio por nuestro aprendizaje

11 febrero, 2023 02:12

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología emergente que ha generado mucho interés y debate en los últimos meses gracias a su exponente más abrazado: ChatGPT, acrónimo de ‘Generative Pre-training Transformer’. Se trata de un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI que se entrena para predecir la siguiente palabra en una secuencia de texto dado un contexto previo. GPT se utiliza a menudo como una base para sistemas de lenguaje natural que necesitan entender y generar texto humano. El resultado no deja a nadie indiferente, la interacción con esta IA genera tanta perturbación como esperanzas en el futuro.

Una de las áreas en las que se ha discutido el uso de la IA es en el ámbito educativo, ya que se espera que tenga un impacto significativo en cómo se adquieren y transmiten los conocimientos a las nuevas generaciones. Hay quien compara esta tecnología que “nos lo da todo hecho” con la implantación de las calculadoras, que en su momento nos daban el resultado de una operación matemática compleja sin conocer el proceso ni sus fórmulas subyacentes, por eso hay quien teme que la IA pueda dañar el conocimiento, incluyendo el reemplazar profesores y crear desigualdades.

Por otro lado hay quienes miran con esperanza cómo gracias al avance de esta tecnología se romperán los límites del conocimiento en un corto periodo de tiempo. Es aquí donde empieza el dilema, porque probablemente lleguemos más lejos, pero a un precio muy alto. No cabe la menor duda de que, en manos de personal cualificado, formado y experimentado, estas herramientas significan una promesa enorme.

Sin embargo, es cierto que a  una generación que se eduque con una IA entre manos le resultara muy difícil esquivar la tentación de obtener un resultado inmediato sin la obtención del conocimiento previo. Si eliminamos la práctica, la perseverancia, el perfeccionamiento y el dominio de los procesos, cultivaremos una generación del “ahora” adicta a lo rápido, hiperactiva con tendencia a los resultados en lugar de hacerse preguntas. La información tiene un proceso y lo estamos eliminando, y con él, el desarrollo y la madurez intelectual de futuras generaciones.

Otro de los grandes peligros de herramientas como ChatGPT es que desconocemos sus referencias y sus fuentes. Cuando realizamos una búsqueda en Google u otros buscadores, estos nos proporcionan dichas referencias y por lo tanto nos da la opción de seleccionar cuáles son las más apropiadas en base a nuestra cultura, educación o intereses.

Sin embargo, Chat GPT es diferente porque nos proporciona respuestas absolutas y reales. Esto abre una puerta a la involución del conocimiento, a la manipulación y dotar de mayor fuerza a las noticias falsas. Espero que no malinterpretéis mis palabras. Soy un gran defensor de la inteligencia artificial, estoy convencido que será muy beneficiosa para la humanidad. Pero también soy un gran defensor de esa humanidad, de su evolución, de su conocimiento y, sobre todo, del pensamiento crítico que tan humanos nos hace y tanta prosperidad genera. Por eso creo que tenemos que defender los procesos de aprendizaje de manera férrea, mientras nos beneficiamos de las nuevas fronteras de la IA.

Por definición, las herramientas basadas en IA alteran nuestros procesos de aprendizaje y el acceso a la información. Es imposible predecir sus consecuencias, pero sí vislumbrar algunas de ellas, como el incremento en la dependencia de dichas herramientas, la obtención de más y mejores resultados en un menor espacio de tiempo y que estas tecnologías, al menos las básicas, serán cada vez más accesibles. Esta conclusión no es una intuición, es lo que ya hemos vivido antes con otras tecnologías. La IA está en constante evolución, estoy seguro de que poco a poco impregnará gran parte de nuestro día a día como otras tecnologías previas lo hicieron. Por eso siempre recomiendo menos miedo, más curiosidad y mucha prudencia.

*** José Antonio Alguacil León es CEO en Ilusion Labs

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