En 2005, una compañía china poco conocida, creada en 1984 por un grupo procedente de la Academia de Ciencias de Pekín, se convirtió de la noche a la mañana en el mayor fabricante mundial de ordenadores personales. Lenovo (antes Legend) hizo una astuta operación comprando la unidad de PCs de IBM por algo más de 1.200 millones de dólares. Casi la mitad pagada en acciones. La adquisición incluía la marca del portátil profesional ThinkPad, que hace tres años cumplió 25 y sigue en primera línea. 

La gestión de Lenovo con marcas famosas probablemente merecerá ser estudiada en escuelas de negocios. A finales de enero 2014 repitió la maniobra, comprándole a IBM el negocio de pequeños servidores de empresa por 1.750 millones de dólares. Y siete días después le compró a Google la marca pionera en móviles Motorola por 2.900 millones.

"Estaba perdiendo un montón de dinero y la marca desaparecía. No había una gran inversión detrás, así que estaba en muy mala situación. Lenovo se sintió capaz de hacerlo bien y reanimarla", rememora para INNOVADORES Luca Rossi, vicepresidente de Lenovo y presidente de las áreas EMEA y Latinoamérica.

"Empezamos por donde estaba su base más fuerte: Latinoamérica y Norteamérica. Ahora somos número dos en Latinoamérica, creciendo más rápido que el primero. Tenemos un plan para ser número uno. En Estados Unidos, somos cuartos, pero crecemos más que cualquiera. Creo que en un año seremos terceros".

Lenovo ha lanzado una puntera versión del Razr, el clásico Motorola de ‘concha’, reconvertido en un smartphone con pantalla plegable. "Es el primero y el único [de los plegables] que queda completamente plano, con un complicadísimo mecanismo para que no se rompa. Ya puede imaginarse cuántos hemos roto... Pero ahora tenemos plena confianza".

El plan para ‘resucitar’ Motorola del todo se basa en la confianza ya cimentada en América: "Vemos que se ha estabilizado y es el momento de invertir en varios países de Europa, incluida España, y Asia. Con marketing y con las herramientas necesarias. Será un viaje de dos o tres años, pero creemos que replicaremos el éxito de América".

"La cooperación entre nuestras marcas es muy buena. Lenovo tiene una gran capacidad industrial y de compra de suministros", afirma Rossi. A diferencia de sus grandes competidores, Lenovo cuenta con sus fábricas propias.

"Cuando adquirimos memorias o LCD, somos el segundo mayor comprador del mundo... o quizás el tercero. Aunque Motorola no sea la más grande en telefonía, tiene acceso a nuestra tecnología y capacidad de compras, así que hacemos buena mezcla. El smartphone es un mercado muy competitivo, quizás el más difícil del mundo por innovación, velocidad, muchos competidores... Pero por la proyección del dispositivo personal, es único, con un tamaño de miles de millones de dispositivos", añade.

"En una compañía de esta dimensión hay que pensar dónde quieres estar dentro de cinco años, dentro de 10", prosigue Rossi. "Y si hoy -y no precisamente hoy, sino hace tres años-, no te has planteado poner dinero en pantallas plegables y quieres empezar a hacerlo ahora, ya llegas muy tarde. En 5G empezamos a invertir hace dos años. Y en inteligencia artificial, edge computing y todas esas tecnologías. Tienes que poner dinero y esperar a ver resultados en tres o cinco años. Sólo pueden hacerlo compañías con buena posición financiera, capaces de pensar ‘no sé cuándo habrá retorno, pero lo habrá algún día’".

Aparte de su convencimiento de que el móvil con pantalla plegable "será el formato del futuro", otra de las apuestas de Lenovo la incorpora a un potente e innovador ordenador portátil, cuyo prototipo enseña, pero no espera tenerlo a la venta antes de la segunda mitad del año.

"Todavía estamos trabajando en muchas cosas, aunque la tecnología mecánica [la bisagra que dobla la pantalla] está lista. Quedan otros desafíos en el software. Queremos dar una magnífica experiencia de usuario cuando lo abres, lo cierras... cómo cambia la visualización y también el comportamiento del teclado [virtual, en pantalla]. Queremos asegurarnos de que no sólo sea un dispositivo para sorprender a sus amigos".

Rossi admite que "al principio, el volumen de ventas no será muy alto, por su precio. Pero será un buque insignia para la marca. La innovación es también una herramienta de marketing. Te posiciona en la cúspide. La gran producción no será específicamente de tu flagship, pero, en la tecnología, lo que es muy premium hoy, en dos años será el estándar. Es lo que ha ocurrido en los últimos 20 años".

Su siguiente plan es "acercarse a soluciones verticales" en diversos mercados para aplicar su conocimiento en proyectos ‘a medida’. "El futuro de la industria está en el edge computing, así que combinaremos nuestra experiencia en centros de datos, almacenamiento y virtualización de la red, y haremos edge computing con 5G incluido. ¿Y sabe qué? Lo primero que haremos es fabricación inteligente. Tenemos una amplia base de manufacturación con plantas en China, Japón, India, Brasil, México, en Europa (Hungría) y también una pequeña fábrica en EEUU. Habrá compañías de otras industrias que puedan aprovechar nuestra estrategia de fabricación para mejorar su operativa y eficiencia. Como ya hemos hecho nosotros con nuestras capacidades".