El inicio del curso escolar en la ciudad de Boston (EEUU) no ha sido todo lo bueno que se esperaba a pesar de contar con la ayuda de un algoritmo para la planificación. Las rutas de autobuses que llevan a los niños a los colegios han funcionado con interrupciones e incluso han provocado cambios en los horarios de algunas clases. Las protestas de los padres por las consecuencias que están teniendo estos problemas en las rutas (han firmado peticiones online para oponerse a este sistema, según informa Boston Globe) y la amenaza de huelga del sindicato de conductores pone en entredicho las bondades de este algoritmo, atribuye estos problemas a un algoritmo, diseñado en el propio MIT.

El algoritmo en cuestión está desarrollado para planificar las rutas de los autobuses de los colegios públicos de la ciudad. Ganador del Boston Transportation Challenge, prometía ahorros de hasta 100 millones de dólares, pero solucionar un problema puede crear otros peores, como se está comprobado en esta ciudad.

El pasado año un equipo de investigación del MIT presentó una solución a los problemas de rutas de autobuses escolares con el objetivo de mejorar la eficiencia y ahorrar costes a la ciudad. Así, Dimitris Bertsimas, codirector del Operations Research Center del MIT y los estudiantes de doctorado Arthur Delarue y Sébastien Martin, desarrollaron este algoritmo que reduce las rutas de autobús, lo que implicaba eliminar algunos puestos de trabajo entre los conductores.

El algoritmo se ejecuta en aproximadamente 30 minutos y reemplaza un sistema manual que requiere de varias semanas para planificar el personal. La tarea de trazar rutas de autobuses escolares se asemeja al ejercicio clásico de matemáticas conocido como el problema del vendedor ambulante, donde el objetivo es encontrar el camino más corto a través de una serie de ciudades, visitando cada una solo una vez antes de regresar a casa, explicaron en su momento los investigadores.