Hay momentos en la historia reciente en los que la tecnología ha permitido que determinados nichos de negocio crezcan en una curva exponencial. ¿Estamos ante uno de esos momentos? Ginni Rometty, presidenta y CEO de IBM, asegura que sí. Y lo hace en medio de la feria tecnológica alemana por excelencia: CEBIT. Inteligencia artificial, big data, computación… tienen "un impacto exponencial", pero se desarrollarán si se confía en estas tecnologías, porque afectan a la educación y las habilidades.
Respecto al impacto exponencial, Rometty aprovecha su intervención para matizar que "el valor de los datos no viene del tamaño". "Si con esos datos usas nuevas herramientas, como la inteligencia artificial, consigues algo más profundo: un aprendizaje exponencial", es decir, "la habilidad para que aprendamos más rápido, es la automatización". "Esto para mi ya es exponencial: va a tener un gran impacto en los negocios, en la sociedad", sentencia Rometty, al tiempo que incide en que ahora "ya no se puede hablar de tecnología por un lado y de negocios por otro. Están ligados".
La clave para lograr ese crecimiento exponencial será situarse en la "nube correcta", es decir, la que sea "extensible, porque las tecnologías cuáticas lo van a cambiar; construida para los datos (tanto nube pública como privada deben trabajar entre sí), y segura desde el core, con la inteligencia artificial".
Pero todo esto solo será posible si la gente confía en estas tecnologías. "Por un lado, es la mejor oportunidad que hemos tenido nunca, pero por otro, el mayor reto que hemos afrontado", afirma Rometty. En su opinión, "todos seremos juzgados no sólo por cómo utilicemos los datos, sino por cómo los administremos" y para ello hay que basarse en tres principios: el primero es el que el "propósito de la tecnología debe ser aumentar las personas en un negocio, no reemplazarlas. El segundo es que los datos pertenecen a su dueño, a su creador. Y, por último, debe ser transparente y explicable".
En este sentido, señala que una tecnología como la inteligencia artificial tiene que aclarar "quién ha entrenado al sistema, conocer las evidencias, el cómo y el porqué". "No habrá ninguna opción para la inteligencia artificial sin transparencia", sentencia la CEO de IBM.
En el escenario del CEBIT, Ginni Rometty recuerda la pregunta que tantas veces le repiten: ‘¿cuál será el impacto de la tecnología en el trabajo?’ y responde: "Todo esto nos ayudará a ser mejores y hacer un mejor trabajo, pero sólo si reinventamos las habilidades y la educación no se queda atrás. En esta era hay algo muy distinto que va a cambiar el 100% de los trabajos". Además, es una era inclusiva en la que todo el mundo puede participar.
Si hay que fijarse en las cifras para discernir la importancia de este momento, Fiaz Mohamed, jefe de Desarrollo de Negocio y Productos de Inteligencia Artificial de Intel, subraya en este escenario que "aunque el 60% de las empresas dice que está investigando con inteligencia artificial, sólo entre el 10 y el 12% la está aplicando a día de hoy".
Y esto significa que "la adopción es lenta". Para explicarlo, apunta tres fases de este proceso de adopción: primero identificar la casos de uso; después construir los modelos y los algoritmos, y por último desplegar estos a escala. "El problema es que muchas empresas se quedan atrapadas en las dos primeras fases", advierte.
En este sentido, Mariya Gabriel, comisaria europea de Economía y Sociedad Digital, destaca que Europa "tiene lo que hace falta para convertirse en líder en desarrollo de tecnologías clave como la inteligencia artificial, la computación de alto rendimiento y la computación cuántica". Y concluye reseñando que hay excelentes instituciones académicas, una base industrial fuerte y un gran mercado interno, "pero necesitamos actuar juntos".