Que el universo gamer ha dejado de ser un nido de frikis para convertirse en una mina de oro capaz de mover millones de euros en torno a jugadores, vídeos y retransmisiones no es ninguna novedad. Pero la startup española Streamloots ha querido darle una vuelta de tuerca al fenómeno fan de los eSports con una propuesta novedosa: una aplicación que permite a los steamers o jugadores monetizar su actividad online a través del acercamiento a sus seguidores.  Desde jugar una partida con ellos, hasta recibir una clase por Skype o hacer que el jugador cante en directo o juegue disfrazado de dinosaurio. 

Hasta ahora, la joven compañía de origen valenciano contaba con inversión del CEO de Godsent, uno de los equipos de eSports más grandes de Europa; inversores de Reino Unido y Corea del Sur. Ahora se ha sumado el fondo americano de Adam Draper, financiador de empresas como Coinbase, que los ha llevado hasta Silicon Valley en busca de una ambiciosa ronda de financiación. El nuevo objetivo es captar un millón de dólares para seguir creciendo en Estados Unidos.

“Para competir en un mercado global es necesario estar en Silicon Valley. La inversión de este fondo nos abre nuevas puertas y debemos aprovecharlo para seguir creciendo. Comenzamos en Valencia y nuestra llegada a Estados Unidos es un gran hito para el proyecto”, asegura Alberto Martínez, CEO de Streamloots. Para conseguir la nueva inversión, Alberto Martínez ha salido al escenario disfrazado de unicornio frente a más de 200 inversores de Silicon Valley. Su objetivo era simular ser un jugador usando su app y hacer entender a todos los asistentes que hay usuarios dispuestos a pagar para que ver ese tipo de “locuras”.

La aplicación permite a los jugadores de Esports o streamers vender interacciones a sus fans: desde jugar una partida con ellos, hasta recibir una clase por Skype o hacer que el jugador cante en directo o juegue disfrazado. “A muchas personas les cuesta ver que haya usuarios pagando para que sus estrellas hagan ese tipo de cosas, pero hay que entender que los Esports nacen como parte de la nueva cultura de Internet y de la Era Digital, en la que las reglas, de lo que es ‘normal’ y lo que no, han cambiado completamente”, explica el CEO de la compañía.

“Los jugadores de Esports ya no son los típicos nerds que muchas personas tienen en mente”, explica Martínez, “se han convertido en auténticas estrellas con millones de fans dispuestos a comprar cualquier cosa que venga de ellos”. Streamloots empezó su actividad el pasado mes de enero en España y ya está presente en más de 20 países. Cuenta con una oficina en Valencia y la recién estrenada en California. La startup se prepara para duplicar el equipo en los próximos meses.