El equipo de Anteral, 'spin off' de la Universidad Pública de Navarra.

El equipo de Anteral, 'spin off' de la Universidad Pública de Navarra.

Investigación

Antenas planas y radares de código abierto para el MIT, Airbus y SpaceX

Tras embarcar sus componentes electromagnéticos en 12 satélites en vuelo, la empresa navarra Anteral ha desarrollado y patentado un radar universal que pretende democratizar el uso de esta tecnologíarn

6 mayo, 2019 07:00

Un, dos, tres, ¿para qué sirve un radar? Para poner multas... ¿y se acabó? "En absoluto, sus aplicaciones son infinitas". Pero no así su disponibilidad. Con esta idea en mente, la del infravalorado potencial de esta tecnología electromagnética, el equipo de la empresa navarra Anteral empezó de cero. La base, su know how en diseño y desarrollo de antenas de altas prestaciones para el espacio, que ya había convencido a SpaceX, Airbus o la ESA. El resultado, el primer radar ‘libre’ y universal del mundo, que el MIT está utilizando en sus laboratorios.

La historia de Anteral es un ejemplo de éxito de transferencia de conocimiento en España. El trabajo del Grupo de Antenas de la Universidad Pública de Navarra estaba tan avanzado en el exigente sector espacial, que su salto a empresa resultaba natural. Desde su primer diseño de antena en 1997 hasta su constitución como spin off en 2010, se ganó un hueco en el mercado. En los últimos nueve años, no solo se ha consolidado en esta industria, sino que ha optado por ampliar su papel e, incluso, abrir nuevas puertas.

La especialización del equipo son las antenas cortas y ligeras, con un valor añadido imprescindible para un sector que ha avanzado hacia el concepto de new space (que básicamente busca hacer negocio fuera de la atmósfera terrestre), donde el peso es determinante para una misión. "Un gramo en el espacio cuesta 100 euros", apunta la CEO de Anteral, Itziar Maestrojuán. Por eso, la empresa idea y fabrica las clásicas antenas de bocina ("las típicas de los satélites convencionales"); pero también otras con diseño plano (para este ‘nuevo espacio’).

Desde ahí han extendido su ámbito de trabajo hasta asumir todos los elementos de radiofrecuencia que van detrás. "Abarcamos todo lo que coge la señal y sintoniza la radio", especifica. Y así, casi sin darse cuenta, han ‘colado’ sus desarrollos en 12 satélites en vuelo, cámaras anecoicas, sistemas de comunicaciones, laboratorios de I+D, radiómetros y radiotelescopios de clientes como Airbus, ESA, US Naval Research Laboratory, GMV o BQ.

Uno de sus últimos éxitos: integrarse en un satélite lanzado por SpaceX, la compañía de transporte aeroespacial de Elon Musk. Uno de sus últimos motivos de orgullo: colaborar con Miura 1, el primer cohete reutilizable español, impulsado por la joven PLD Space. 

Salto al radar

No era suficiente. Moverse en el top mundial del espacio no satisfacía las inquietudes de la empresa. Anteral quería, necesitaba, tener su propia línea de investigación y desarrollo, que ha cobrado vida en un producto, uRAD. "Nos dimos cuenta de que la tecnología radar podía ofrecer mucho más", señala Maestrojuán.

Aprovecharon una oportunidad histórica: el avance por el coche autónomo había provocado el abaratamiento de chips básicos radar, como en su momento sucedió con los componentes del smartphone. La spin off podía, por primera vez, acceder a pocas unidades a un coste asequible. Compró esos dispositivos y los modificó hasta crear su propio radar de microondas. No uno cualquiera, sino que este es "accesible a todo el mundo". "Hay más empresas que hacen sus radares, pero suelen ser soluciones muy cerradas y enfocadas a aplicaciones concretas".

Para que su alcance sea realmente universal, este radar, protegido bajo patente, es de código abierto. Así, es compatible con plataformas como Arduino y Raspberry Pi. "Parece una tarjeta SIM, se acopla a la placa base y directamente convierte esos microcontroladores en un radar de microondas", explica. El usuario, por tanto, puede programarlo, configurarlo y desarrollar sus propias aplicaciones. Para ello, Anteral también ha creado las librerías necesarias.

Esta tecnología, que ya está en el mercado, se dirige a dos ámbitos de aplicación. El primero, el educactivo y la comunidad maker. De hecho, varias universidades ya han adquirido unidades del producto, entre ellas, el prestigioso MIT.

Por otro lado, la spin off ha dado acceso a grandes empresas para que validen su tecnología radar en diferentes usos como son las smart cities. Por ejemplo, actualmente están trabajando en un piloto con el Ayuntamiento de Pamplona, donde han colocado radares en una de las principales calles para el conteo de vehículos,  la velocidad media, las franjas horarias y lo mismo con el carril bici... "Estamos obteniendo mucha información", dice Maestrojuán. 
rn“En el fondo, lo que permite la tecnología radar es detectar movimiento, medir la distancia y medir la velocidad”, reflexiona. “Con esas tres funciones a la vez, surgen muchísimas aplicaciones”. 

TRES EN UNO.

"En el fondo, lo que permite la tecnología radar es detectar movimiento, medir la distancia y medir la velocidad", reflexiona la CEO de Anteral, Itziar Maestrojuán. "Con esas tres funciones a la vez, surgen muchísimas aplicaciones". uRAD, de tan solo 15 gramos, mide la velocidad de hasta cinco blancos diferentes por debajo de 270 km/h. También puede calcular "con gran precisión" la distancia a cualquier blanco en un rango de 100 metros, así como detectar cualquier movimiento en su radio de acción. Su núcleo es un potente microcontrolador. En su interior, "marca la diferencia" gracias a su procesado digital propio.