Thales Alenia Space, una empresa conjunta entre Thales (67%) y Leonardo (33%), ha sido seleccionada por OHB, contratista principal, y la Agencia Espacial Europea (ESA), para proporcionar el sistema de comunicaciones, así como la unidad de distribución y acondicionamiento de energía (PCDU) para la misión Hera.

Hera es la contribución europea a la misión internacional AIDA (Asteroid Impact & Deflection Assessment, la primera misión de defensa planetaria de la humanidad) y tiene como objetivo averiguar si somos capaces de desviar un asteroide evitando así que colisione con la Tierra.

AIDA se compone de dos misiones, DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, un impactador cinético diseñado para desviar al más pequeño de los dos asteroides Didymos, y la nave inspectora Hera de la ESA, que llegará al asteroide objetivo Didymos cuatro años después del impacto de DART. Hera, cuyo lanzamiento está previsto para 2024, viajará por primera vez en la historia a explorar un sistema binario de asteroides.

"Los sistemas que proporcionará Thales Alenia Space serán claves para la misión y permitirán controlar y seguir a la sonda a una distancia de hasta 500 millones de kilómetros y enviar a la Tierra toda la información recopilada por Hera, así como la realización de experimentos de radio ciencia", explican desde la compañía en un comunicado.

Thales Alenia Space en España será responsable del sistema de comunicaciones en banda X que permitirá comunicaciones robustas con las estaciones terrenas, liderando un consorcio que incluye a Thales Alenia Space en Italia, como responsable del transpondedor de espacio profundo y a Thales Alenia Space en Bélgica, responsable de los amplificadores de tubo de onda progresiva (TWTA), además de otras compañías. Thales Alenia Space en Bélgica proporcionará también la PCDU, el núcleo eléctrico de la nave.

Eduardo Bellido, CEO de Thales Alenia Space en España, señala que es “apasionante poder formar parte de este experimento histórico para la humanidad para proteger la Tierra frente a colisiones de asteroides”. En este sentido, subraya que su tecnología “proporcionará datos esenciales a los científicos para poder establecer una estrategia de defensa planetaria basada en la desviación de asteroides, para prevenir la amenaza de un impacto sobre la Tierra. Aterrizar en Titán, hacer un mapa del universo con Herschel y Planck, cazar un cometa con Rosetta y ahora proteger la Tierra de los asteroides, todo ello son extraordinarios e increíbles desafíos a los que nuestra empresa está orgullosa de hacer frente”.

Hera enviará a la Tierra información crucial sobre las propiedades físicas del más pequeño de los asteroides Didymos, Dimorphos, (incluyendo la masa, dimensiones, forma, densidad, volumen, porosidad, distribución y forma del material superficial) para determinar la eficiencia de la transferencia del impulso en el impacto y poder escalarlo a diferentes asteroides; detalles sobre el cráter generado por el impacto para mejorar nuestro conocimiento de los procesos de formación de cráteres; y observaciones sobre los efectos dinámicos sutiles que son difíciles de detectar a partir de observaciones desde la Tierra.

Salvando nuestro planeta

Los asteroides son cuerpos originados en las nebulosas de estrellas jóvenes que nunca llegaron a ser planetas, formados por roca y metal. De entre ellos, solo aquellos que tienen una órbita que les acerca a la Tierra, conocidos como asteroides próximos a la Tierra, suponen un riesgo de colisión con la Tierra. Hay muchos cuerpos de este tipo en nuestro sistema solar, desde pequeños que miden unos pocos metros (hay entre 40 y 50 millones de ellos) hasta otros más grandes, que miden más de un km pero mucho más escasos (hay menos de 1000 de ellos).

Ni los asteroides más pequeños ni los más grandes representan una amenaza real para la humanidad. Los asteroides pequeños en realidad chocan con la Tierra con bastante frecuencia (cada dos semanas) sin consecuencias. Los más grandes, aunque potencialmente peligrosos, son bien conocidos y rastreados, y se necesitan millones de años para que uno de ellos golpee la Tierra. De hecho, el impacto de un asteroide de 10 km es la teoría más aceptada sobre la extinción del Cretácico hace unos 66 millones de años, terminando con tres cuartas partes de las especies de plantas y animales, entre ellos, los dinosaurios. Otro impacto de asteroide famoso fue Tunguska en Siberia en 1908, presumiblemente perteneciente a la clase de asteroides de 30 a 100 metros, que golpean la Tierra cada 10 años.

Son los asteroides de clase media los que deben preocuparnos, un ejemplo de los cuales explorará HERA. Hay alrededor de 30.000 asteroides próximos a la Tierra de entre 100 y 300 metros de tamaño, el 82% de ellos aún no han sido detectados y golpean la Tierra cada 10.000 años. La energía de impacto de un asteroide de este tipo es equivalente a unos 50 megatones de TNT, el poder de una "Bomba Tsar". El efecto de tal impacto sería devastador si llegara a un área poblada, capaz de destruir una ciudad entera, o de generar un tsunami si impactara en el mar.

El sistema binario de asteroides Didymos es prototípico de los miles que suponen un riesgo de impacto para nuestro planeta. Alrededor del cuerpo principal, de 780 metros de diámetro (el tamaño de una montaña) orbita una luna de 160 metros, Dimorphos, con un tamaño similar al de la gran pirámide de Guiza. HERA tendrá como objetivo esta luna, que se convertirá en el asteroide más pequeño jamás visitado por una sonda.

La nave DART será lanzada en julio de 2021 y se prevé que impacte en la superficie de Dimorphos en septiembre de 2022 a una velocidad de casi 7 kilómetros por segundo, con lo cual se espera que modifique su órbita alrededor de Didymos creando un cráter considerable en su superficie. Dimorphos se convertirá entonces en el primer objeto del Sistema Solar cuya órbita y características físicas hayan sido alteradas de forma medible por un esfuerzo humano.

La nave Hera alcanzará al asteroide binario a finales de 2026 y durante 6 meses realizará un estudio detallado, mapeando el cráter del impacto provocado por DART y midiendo la masa y otras propiedades físicas del asteroide para determinar el efecto del impacto en su órbita. Así, los datos proporcionados por Hera permitirán, por primera vez, validar o perfeccionar los modelos numéricos de impacto a escala de asteroides, dejando así lista para su uso esta técnica de desvío para la defensa planetaria si en algún momento fuera necesaria para salvaguardar la Tierra.

Thales Alenia Space en España es el líder europeo en sistemas de comunicaciones, con una gran experiencia en sistemas de TT&C y transmisión de datos para todo tipo de misiones espaciales, incluyendo misiones en órbita baja terrestre (Sentinel 1-2-3, Ingenio, FLEX), órbita geoestacionaria (GEO-KOMPSAT-2, MTG), órbita lunar (KPLO, NOVA-C, Viper) y telescopios espaciales en órbita alrededor el punto L2 de Lagrange (Herschel, Planck, Euclid, WFIRST, PLATO).