Los han bautizado como Fluffy y Spot. Se mueven como un perro … pero tienen “superpoderes” con los que la compañía podrá ahorrarse un buen puñado de dólares. Son dos robots de la compañía de robótica Boston Dynamics que a partir de agosto se ocuparán de vigilar las instalaciones de la fábrica de Ford en Michigan. Su trabajo será recorrer la planta para escanear todos sus equipos y ayudar así a los ingenieros a actualizar el CAD, el diseño asistido por ordenador que se emplea para reestructuras las plantas.

Spot y Fluffy pueden sentarse, dar la pata, girarse sobre si mismos, subir escaleras y acercarse e introducirse en lugares de difícil acceso. Tienen un color amarillo chillón que se ve a distancia. Pesan apenas 32 kg, se desplazan a una velocidad de 6 km/h y tienen una autonomía de dos horas. Forman parte de un programa piloto de fabricación de Ford diseñado para ahorrar tiempo, reducir costos y aumentar la eficiencia.

Están equipados con cinco cámaras con las que pueden realizar escaneos de cámara de 360 grados. Ese es su trabajo: grabar todos los detalles de la planta para poder tener actualizado el CAD con el que los ingenieros preparan nuevas instalaciones o reestructuran la factoría. “Una vez diseñada y construida la planta, los cambios que se producen a lo largo de los años rara vez se documentan ”, dice Mark Goderis, gerente de ingeniería digital de Ford. “Al hacer que los robots escaneen nuestras instalaciones, podemos digitalizar la actualización y construir un nuevo modelo de ingeniería. Ese modelo digital se usa cuando necesitamos reestructurar la planta para obtener nuevos productos ".

Hasta ahora, Ford ha registrado sus instalaciones “manualmente”. Operarios de la empresa se encargaban de recorrer palmo a palmo la factoría para registrar todos los detalles. “Escanear una planta puede llevar dos semanas. Con la ayuda de Fluffy, podemos hacerlo en la mitad del tiempo” recuerda Goderis. No sólo se ahorra tiempo, también dinero: el proceso habitual hasta ahora llegaba a costar hasta 300.000 dólares.

Con su aspecto de perro, Fluffy tiene incluso un sistema que le permite ahorrar energía. Se sienta sobres sus cuartos traseros robóticos y se monta en la parte posterior de un pequeño robot móvil autónomo (AMR) conocido como Scouter. El perro robótico puede así desplazarse “sin cansarse” mientras conserva la energía de la batería. Si una zona es demasiado estrecha o compleja para moverse, Fluffy deja el “scouter” y continúa su trabajo “a pie”.

Con el tiempo, Ford tiene intención de operar los robots de forma remota, programarlos para misiones de planta y recibir informes de sus intervenciones en tiempo real desde cualquier parte del país. Por ahora, en esta prueba piloto, los robots están programados para seguir una ruta específica predeterminada y se dirigen con una tablet desde una distancia de hasta 50 metros.