Qué maravilla de sonido el de los míticos equipos analógicos. Qué fácil y cómodo es el control digital del equipamiento de audio. Y qué pena que no exista ningún producto que aúne lo mejor de los dos mundos.

Ante esta necesidad, unos españoles "enamorados de la música" decidieron fabricar sus propias soluciones. Tras varios años de I+D, Tierra Audio ha conseguido fabricar el único hardware que mantiene la calidad del sonido analógico con las últimas tecnologías digitales como la inteligencia artificial.   

"Había equipos digitales increíbles y analógicos increíbles pero, en nuestra opinión, la unión no estaba bien resuelta", recuerda el CEO y cofundador de Tierra Audio, Javier Pascual, a INNOVADORES. Esa es la base de su tecnología: proporcionar un sonido totalmente analógico, con "0,00% de distorsión armónica añadida" y con control digital. 

Los equipos son etapas entre el micrófono o el instrumento y el sistema que grabe. Ya sea un amplificador, un ecualizador o compresor... todos añaden una distorsión. "El problema viene cuando ese audio puro que entra se pervierte o contamina con el ruido o las carencias propias del uso de un sistema digital", afirma.

Pascual explica que, igual que ocurre con los píxeles en las imágenes, el sistema digital “muestrea” el sonido, lo corta en “trozos” y lo representa en formato digital. “Si lo grabas una vez no pasa nada, pero cuando hay muchas pistas y pasa mucho por el sistema, se genera un detrimento del audio”, dice. Por su parte, los equipos analógicos evitan esas alteraciones, pero cuesta mucho tiempo (y dinero) controlarlos.

En el mercado existe algún fabricante que usa tecnología, como los potenciómetros digitales, pero "tienen que hacer algún tipo de conversión que genera una distorsión".

Con la tecnología de Tierra Audio, en proceso de patente, esto no sucede. Para conseguirlo, la empresa usa "componentes de la más alta calidad". Además, a la hora de diseñar la electrónica, tomó decisiones "muy concretas, incluso en contra del coste de producción asequible".

Sus equipos están fabricados a mano, sin componentes electrónicos miniaturizados (SMD). "La ventaja es que el flujo de electrones va a sus anchas", apunta Pascual. Así ganan rango dinámico, que llega hasta 128 decibelios en alguno de sus equipos. 

Además del control digital, la compañía española quería introducir las ventajas de las tecnologías más avanzadas como la inteligencia artificial. En este sentido, ha creado un sistema de autodiagnóstico del equipamiento que, cada vez que uno de sus equipos se enciende, detecta si cada módulo funciona correctamente. En tan solo cuatro segundos.

El sistema primero mide valores básicos como el voltaje o la temperatura y, si todo va bien, inicia el proceso de verificación de la electrónica más compleja con una serie de algoritmos que lanzan señales de audio por todo el espectro de frecuencia del equipo, detectando hasta el problema más imperceptible. 

"Cuando se produce una leve diferencia, podemos saber dónde se va a generar un fallo y el sistema automáticamente inicia un proceso de ejecución de garantía", explica Pascual. "Antes de que el usuario se dé cuenta, le llega un equipo nuevo a casa, así no pierde tiempo de grabación". 

Este trabajo ha llamado la atención del gigante tecnológico Microsoft, que ha seleccionado a Tierra Audio para su programa de startups en su sede de Seattle, Microsoft for Startups. "Nos dan infraestructura en la nube para el sistema de autodiagnóstico".  

La respuesta del mercado ha sido inmejorable. Acababan de salir al mercado y ya fueron elegidos como caso de éxito de innovación en la mayor feria del sector del mundo, The NAMM Show de Los Ángeles, entre más de 3.000 marcas.

"Nuestro mercado sobre todo es el americano, solo en Los Ángeles hay más estudios que en toda España", indica el CEO. Esta semana vuelven a repetir en este evento lanzando una gama 100% analógica y la nueva versión de los equipos analógicos digitales. Productores como Afsheen, que ha trabajado con Madonna, han probado la tecnología española y la reacción fue instantánea: "Flipó".