La máquina industrial de impresión 3D de Triditive.

La máquina industrial de impresión 3D de Triditive.

Innovadores

La impresora 3D ‘octopus’: ocho brazos robóticos con vida propia

La máquina de la española Triditive, pendiente de patente, fabrica en serie, de forma automatizada y con metal y plástico a la vez

4 junio, 2019 07:00

Se habla mucho de impresión 3D, pero poca gente tiene productos con piezas fabricadas mediante esta técnica". Mariel Díaz no podía quitarse este runrún de la cabeza. Esta ingeniera industrial y mecánica había puesto en marcha el primer máster de Europa especializado en fabricación aditiva. También había trabajado para la Comisión Europea como experta evaluadora de proyectos que implicaban esta tecnología. Pero algo fallaba: el gap entre las expectativas que generaba este sistema y la realidad. 

Su empresa, Triditive, promete romper las cadenas de la impresión 3D. Y quiere hacerlo con una máquina industrial única en el mercado. Con sus ocho brazos robóticos independientes, Amcell no solo es capaz de fabricar grandes series de forma automatizada, sino que puede combinar metal y polímeros al mismo tiempo. "Todo sucede en la misma máquina, al mismo tiempo", apunta Díaz a INNOVADORES. Ni siquiera tiene que hacerlo in situ, ya que opera en remoto.

Triditive nació a mediados de 2016 de la mano de Díaz y su socio José Camero, cuando coincidieron en la Universidad de Oviedo. Desde ese momento, se pusieron manos a la obra con el desarrollo de toda la tecnología de extrusión del material. Simultáneamente, empezaron a "tocar clientes". "Ellos mismos nos explicaban sus necesidades”, comenta la CEO. ¿Problemas de la impresión 3D? El coste de la máquina (y de la producción de la pieza), la alta amortización, el limitado volumen de fabricación, la escasa automatización, la imposibilidad de usar plástico y metal a la vez... Con toda esa información, la empresa de Gijón diseñó la máquina ‘perfecta’.

El foco de Amcell, pendiente de patente, está en las series grandes, "donde se requiere mayor automatización". Para dar respuesta a los requerimientos de la producción en masa, esta máquina industrial presenta unas dimensiones considerables: tres metros de profundidad, uno y medio de ancho y dos de alto. En total pesa una tonelada y media y cada uno de sus ocho brazos robóticos tiene un volumen de 12 litros.

Otra de sus ventajas competitivas es la posibilidad que ofrece de trabajar con metal y polímeros conjuntamente, ya que cada brazo puede actuar de forma independiente. En el caso del metal, la máquina es capaz de imprimirlo con un aglutinante (binder), que después sinterizan en un horno. 

El secreto de este sistema es el propio aglutinante, que "une las partículas de polvo de metal en una forma de filamento". Para dar con la formulación adecuada, Triditive ha colaborado durante más de un año con el gigante químico Basf.

Inteligente y en remoto

Los creadores de la tecnología tuvieron claro desde el principio que debían guiarse por los principios de la Industria 4.0 como la gestión en la nueve o la operación en remoto. Su objetivo era que la impresora 3D funcionase interrumpidamente toda la semana.

"Nuestro software está enfocado a eso", señala Díaz. Dotada de inteligencia, la máquina avisa al operario si tiene que cargar un material o una plataforma. "Cuando le entra un pedido de producción, el sistema sabe cuánto va a tardar y qué necesita", comenta. El trabajador, por tanto, solo tiene que hacer la carga. 

El software, además, permite gestionar colas de fabricación teniendo en cuenta los pedidos urgentes, minimizando el tiempo de inactividad de máquina y monitorizando en remoto el proceso de producción.

Además del programa inteligente, este nivel de automatización se logra gracias al sistema de carga y expulsión automática de plataformas de fabricación o a la eyección de piezas. La tecnología también dispone de un ambiente controlado de manera inteligente. Su cámara de producción mantiene unas condiciones ambientales óptimas para entornos de fabricación aditiva, gracias a sus sistemas integrados de control de temperatura, humedad y filtrado de aire inteligente.

Triditive lanzó el primer prototipo de Amcell el pasado mes de noviembre y, desde entonces, ha estado produciendo piezas finales para clientes. La empresa espera lanzar próximamente la versión comercial.