Si los finlandeses tienen fama de no hablar mucho, a partir de ahora habrá que decir que sus ascensores sí lo hacen», bromea la embajadora finlandesa, Tijna Jortikka-Laitinen. Se refiere a los ascensores de Kone, "una de las grandes empresas de Finlandia", que acaba de traer a España sus elevadores con internet de las cosas, combinados con la plataforma de inteligencia artificial Watson de IBM. 

¿Y cuando subas a un Kone, (palabra que significa ‘máquina’), te va a dar las buenas tardes, el pronóstico del tiempo y preguntará si al niño se le han curado las paperas? "¡No, no!", replica Giovanni Lorino, director general de Kone Ibérica. "El ascensor habla con el sistema en la nube, transmitiendo datos de 200 parámetros que detecta con sus sensores".

Esa información es para analizar en tiempo real su funcionamiento. "No habla con la cabina. El cliente tiene una app con la que puede leer toda la información. Antes de salir de casa puede saber si está funcionando o si hay algún problema".

El conocimiento alimenta un servicio de mantenimiento predictivo. "Si se detecta un problema, se avisa al técnico, que acude sabiendo ya qué intervención hay que hacer antes de la avería", explica Lorino a INNOVADORES. ¿Y eso ocurre sin que se enteren los dueños del inmueble? Igual se mosquean cuando llegue la factura… "No. El servicio no se paga por cada intervención del técnico", aclara. "Es un paquete mensual lo que se contrata".

De hecho, cita "experiencias muy positivas de clientes. Tenemos ejemplos muy emblemáticos. En China tenemos un hospital de niños, en el que se ha conseguido un rendimiento del mantenimiento del 99,95% sin averías. Imagine un hospital, con el tráfico que tienen sus ascensores".

¿Se pueden descartar casos terribles como el de aquel ascensor que se puso en movimiento inopinadamente en un hospital sevillano y mató a una paciente? "No puedo hablar de ese caso, porque no lo conozco... ¿Evitar los accidentes al 100%? La respuesta es no. Lo que se puede es mejorar la seguridad de los ascensores de manera muy consistente".

Los ascensores inteligentes de Kone serán parte integrante de la nueva torre que se construye en Madrid en los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. El skyline de la capital cambió con cuatro torres que surgieron casi a la vez. Ahora está en camino la quinta, Caleido, menos alta, con 36 plantas y 46 elevadores. Algunos serán muy rápidos, viajarán a seis metros por segundo.

"En Caleido, será la velocidad máxima posible. Y no para los 46. Tenemos instalados ascensores en Finlandia que pueden llegar a 17 metros por segundo. No es un problema de cuánta velocidad se puede alcanzar, sino de tiempo. Para llegar de cero a 17 se tiene que acelerar y luego decelerar y en este tipo de torres, hasta 200 metros, no da tiempo. Necesitamos torres de 500 o 700 metros. Ahora se está construyendo una de un kilómetro de altura, en Arabia Saudí, que tendrá nuestros ascensores".

Última duda: ¿sale mucho más caro poner un ascensor inteligente que uno ‘tonto’? "Aclaramos esto: el sistema de sensores se puede poner en ascensores nuevos y en ascensores existentes. Claro que uno anterior no tendrá el mismo nivel y todas las señales que tiene uno nuevo. Kone tiene instalados en el mundo 1,2 millones de ascensores y nuestro objetivo es conectar 1,2 millones de ascensores a la nube".

Privacidad ante todo

La mención a que el ascensor sabe cuántas veces baja el del quinto al segundo piso, produce un sobresalto: ¿Y si es que va a visitar a la vecina, qué pasa con la intimidad? "No hay una cámara. No tenemos el nombre ni la imagen de las personas", aclara Lorino. "Son datos, que no entran en la privacidad de las personas, sólo monitorizan la actividad del ascensor", añade.

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