La pandemia les concedió a este grupo de emprendedores la oportunidad de contar con algo de lo que la actual sociedad parece andar escasa: tiempo. El matrimonio formado por José Luis Román y Sara Pérez, afincados en Segovia, lo utilizó para sacar adelante una idea que el primero, ingeniero industrial, siempre había tenido rondando en su cabeza: diseñar un huerto para interiores lo más sostenible posible

Para desarrollarlo, se unieron al equipo el también ingeniero industrial Jorge Henche, desde Madrid, y Agustín Martín, en Palencia, dedicado a las cuestiones comerciales.

Durante el confinamiento del pasado año, cada uno desde su domicilio y juntos, sacaron adelante Nebbie, una idea que en junio de 2020 fue seleccionada para sumarse a la aceleradora ‘Segovia Open Future’. El programa para startups que Telefónica tiene en la ciudad castellana.

“Reconozco que cuando nos presentamos a la convocatoria no tenía confianza en convertirnos en uno de los ganadores porque no es un proyecto ‘puramente’ tecnológico, aunque sí tiene un claro componente digital”, explica Román a D+I.

Sus previsiones, afortunadamente, no se cumplieron. Nebbie fue una de las dos propuestas elegidas por un comité formado por representantes del Parque Tecnológico de la UVa, el centro asociado de la UNED en Segovia, IE University, la Federación Empresarial Segoviana (FES), Segovia Agile y la Asociación de Jóvenes Empresarios. 

IoT para el control de incidencias

Nebbie es un huerto para interiores que se basa en un sistema aeropónico. “La aeroponía consiste en crear un ambiente nebulizado usando agua con nutrientes para que las plantas crezcan sin hacer uso del suelo. Esto permite ahorrar más del 90% de agua respecto al cultivo tradicional”, describe el ingeniero.

Román asegura que al cultivar sin tierra las posibilidades de plagas se minimizan y, con ello, se reduce la necesidad de usar insecticidas. Además, las raíces crecen mucho más rápido y es posible tener tomates en solo dos meses. “En este huerto indoor se puede plantar prácticamente cualquier variedad, la única excepción son las plantas bulbosas”, advierte. 

A este sistema, que promueve un consumo más sostenible y responsable, le han añadido las ventajas del internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). “La idea es que el huerto se mantenga conectado continuamente a un dispositivo móvil y mande avisos sobre el estado del cultivo”.

En una app se seleccionan los parámetros, como tipo de planta o fase de crecimiento, que pueden afectar a los tiempos de luz y funcionamiento de la bomba de agua. Un código de colores en la parte frontal de Nebbie, que también se muestra en la aplicación, advierte de las incidencias que precisen de la intervención del usuario.

También han cuidado los materiales con los que está construido este huerto, al que han recubierto de corcho. Dirigido a empresas y particulares, sus dimensiones son de 1,20 x 50 x 20 cm (alto, ancho, profundidad). Aunque han recibido asesoramiento por parte de expertos en tecnología e innovación de ‘Telefónica Open Future’, todo el desarrollo es autofinanciado. 

Para su comercialización, lanzarán en la próximas semanas una campaña en Kickstarter. El precio del huerto rondará los 850 €, aunque se podrá contribuir a partir de cantidades más pequeñas.

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