Una embarcación de pilotaje remoto que forma parte del proyecto MAR-1.

Una embarcación de pilotaje remoto que forma parte del proyecto MAR-1.

Galicia

La plataforma inteligente que monitoriza y atiende cualquier accidente en barcas pesqueras

Gobierno y UE apoyan un proyecto gallego que permite reducir el tiempo de rescate en la pesca de bajura, que provoca una alta siniestralidad cada año.

26 diciembre, 2020 02:34

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Según datos del Ministerio de Trabajo, en cuatro de los últimos cinco años Galicia ha registrado un accidente laboral mortal a la semana. Y el sector pesquero es uno de los que más siniestralidad absorbe, tanto en muertes como en accidentes graves. La premisa inicial es indiscutible: "Necesitamos revertir la situación y mejorar la seguridad laboral, sobre todo, en la pesca de bajura -la que se realiza a muy poca distancia de la costa-". 

Quien realiza esta afirmación no es ningún sindicato sino Luis Aceituno, el director del proyecto MAR-1, una iniciativa encaminada, precisamente, a garantizar la seguridad de los tripulantes de las embarcaciones de todo tipo gracias a la tecnología.

IMATIA, empresa desarrolladora de software específico en sectores como moda, retail, comercio electrónico y Administración Pública, es la que ha desarrollado esta vez esta plataforma inteligente de salvamento marítimo, pionera en el mundo, en asociación con Industrias Ferri y Cartogalicia. También colaboran otras empresas gallegas como Arteixo Telecom y Fiber Laminates, además del Instituto Tecnológico Gallego (ITG). 

MAR-1 es un innovador sistema formado por un conjunto de tecnologías que velan en todo momento por la seguridad de dichos profesionales, de modo que –en caso de emergencia- MAR-1 actúa de oficio y activa automáticamente todos los protocolos de salvamento desde el primer segundo que sucede un percance a través de sistemas duplicados de comunicaciones de diferentes tecnologías embarcados en un concentrador que además detectará un choque o escora irregular, sin necesidad de que los implicados den la voz de alarma.

"Cuando ocurre un accidente en la mar, la primera reacción de la tripulación es intentar solucionar la situación por sí solos o incluso el abandono del barco demorando la comunicación del percance unos pocos minutos a Seguridad Marítima, otros barcos e instituciones que colaboran en la ayuda a los marineros en la mar. Este retraso es crucial porque, de no conseguir resolver la situación, se pierde un tiempo precioso para señalar el punto exacto del accidente, narrar lo sucedido, etc., en aras de actuar con la máxima diligencia una vez lleguen al lugar", señala Aceituno.

Con MAR-1 todos los tripulantes a bordo llevan un smartwatch rediseñado por IMATIA y que identifica a cada usuario, emparejándolo con el barco en el que está trabajando. En caso de caída al mar, envía unos mensajes que llegan a la plataforma MAR-1 y se generan unas alertas que ponen en marcha una serie de procedimientos de análisis inteligentes de la situación enviando al punto de la incidencia unos drones aéreos de diferentes capacidades con el fin de planificar la intervención, volcando los datos a los servicios de emergencia una vez confirmada la situación y –de manera adicional- pone en marcha otros recursos orientados a rescatar al náufrago en el menor tiempo posible (servicios sanitarios, por ejemplo).

Desde IMATIA, y pensando en la máxima seguridad de los marineros, se ha trabajado asimismo sobre un traje de trabajo especial. Si el usuario cae al mar con él puesto, el traje cuenta con un sistema hinchable automático integrado y un módulo GPS. Así, entre la ubicación marcada por el smartwatch –en la muñeca del trabajador- y el GPS del propio traje, la ubicación obtenida es sumamente exacta para las fuerzas de rescate.

Una vez recibida en tierra la señal de hombre al agua se lanza un dron no tripulado desde nidos alojados en sitios estratégicos de la costa. Este aparato, dotado de cámaras de alta definición sobrevolará la zona indicada por la plataforma de software MAR-1. Permiten hasta 10 horas de vuelo continuado gracias a los paneles solares en sus alas, con lo cual su autonomía de vuelo está más que garantizada.

Los drones permanecen en nidos inteligentes que se orientan de forma inteligente de cara al viento para ser lanzados en el momento del despegue, aumentándose así la eficiencia del vuelo y llegando al destino en el menor tiempo posible. El nido cuenta con unas redes para recuperar el dron una vez realizado el trabajo, sistema de generación de energía y un centro de comunicaciones y control de vuelo del dron

En paralelo, un hidroavión opcionalmente tripulado podrá ser enviado, también de forma automática, en caso de condiciones ambientales más extremas o distancias más largas donde los drones pequeños tendrían más limitaciones. También enviaría imágenes geo referenciadas y su ruta sería planificada automáticamente desde la plataforma software MAR-1, teniendo en cuenta las áreas restringidas y los vientos predominantes.

En caso de imposibilidad de volar tanto el dron como el hidroavión una embarcación dotada con dos motores de 300 CV cada uno, tripulada a distancia, podrá alcanzar la situación exacta del náufrago a través de la posición emitida automáticamente por los GPS del traje inteligente o bien desde la posición marcada por el smartwatch. Desde la embarcación, abarloado al náufrago, una pequeña grúa con una malla recogerá del agua a la persona que está en el agua y le depositará dentro de la embarcación manteniendo en todo momento una comunicación con instrucciones desde la plataforma de software MAR-1

MAR-1 es, además, mucho más que un sistema inteligente de salvamento a distancia que vela por la seguridad de todos los profesionales embarcados en cada barco. Así, permite comunicar con el armador del barco para comunicarle de manera exacta en qué zona está faenando, qué artes de pesca tiene embarcadas o –entre otras cosas- preavisarle de la caducidad de ITB, seguros, etc. Entre otras cosas, y para los pesqueros de bajura, las artes dispondrán de dos balizas, al principio y final de cada cacea. De este modo se podrá conocer cuántas nasas están pescando en una zona concreta y podrá recibir una alerta en caso de acceder a zonas donde no tiene permiso de pesca.

"MAR-1 es una solución all in one enfocada, en un primer momento, a la pesca de bajura aunque, desde IMATIA, manifestamos que es una solución idónea también para el sector de las embarcaciones de recreo que navegan por las costas", ha explicado Luis Aceituno.

El proyecto MAR-1 ha sido cofinanciado en un 80% por el Programa Operativo Plurirregional Feder Pocint a través del Convenio de colaboración con el MINECO 'CIVIL UAVs INITIATIVE'. Exp.: 'Civil UAVs Initiative Fase II (RFP-B) así como por GAIN.

Cabe destacar que, con el tiempo, este sistema también está previsto que se pueda utilizar para embarcaciones de recreo.