La ciudad de Lugo contará con un edificio público de cuatro plantas con estructura de madera y levantado según un nuevo modelo constructivo respetuoso con el medio ambiente. Es uno de los primeros pasos para crear un barrio “multiecológico” en el norte del municipio combinando soluciones urbanísticas y edificatorias.

Frente a las tecnologías tradicionales en el sector, el modelo de construcción implicará un ahorro en el consumo energético de un 74% respecto a edificios de oficinas ya existentes, o de un 54% en comparación con los de nueva construcción.

Además, también contribuirá a un balance energético muy favorable el empleo de paneles fotovoltaicos y biomasa de origen local para la producción de energía. En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono, no solo despedirá un 90% menos que los edificios homologables de hormigón o acero (50 toneladas frente a 470), sino que absorberá 280 toneladas, lo que contribuirá reducir los gases de efecto invernadero, según destacan sus responsables.

Disruptores 34

El futuro edificio municipal está diseñado con un sistema de estructuras laminares reticulares de eucalipto para su aplicación en las cubiertas y paneles de madera de pino radiata para la edificación en altura. La madera procederá en su totalidad de bosques gallegos, explican fuentes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que participa en este proyecto.

Los responsables del proyecto confían en que esta decisión sirva de revulsivo para el sector forestal de la región al abrir las puertas a un nuevo modelo productivo que implica procesar la madera, no solo venderla sin más, con el fin de obtener paneles contralaminados, lo que multiplica varias veces el valor del producto original.

Al tratar de este modo la madera se “permite sustituir al hormigón en su función estructural en la construcción de edificios”, explica Luis Ruiz, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) y coordinador de la participación de la UPM en el proyecto a través del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo (itdUPM).

Este edificio supone “un hito dentro de un nuevo modelo de construcción sostenible que se va a ir imponiendo y generará puestos de trabajo” en la zona apunta Ruiz, al tiempo que recuerda que Galicia “tiene unas condiciones ideales para la producción de cultivos forestales”.

El proyecto del inmueble lleva la firma del arquitecto Antonio Lara, también profesor de la UPM, quien ha trabajado en equipo con diferentes investigadores de las entidades implicadas. Desde un punto de vista espacial, el edificio conectará al usuario con la naturaleza a través del empleo de la madera y de la inserción de espacios ajardinados destinados al descanso y la distensión, ya que estará rodeado de un nuevo parque con pavimentos drenantes, especies autóctonas, jardines de lluvia y una amplia zona de huertos urbanos.

”Será la semilla de una nueva área residencial que pretende convertirse en una referencia internacional en la adaptación urbana al cambio climático”, aseguran fuentes de la UPM. El Ayuntamiento de Lugo ha iniciado ya el procedimiento para licitar la obra del edificio, que dispondrá de un presupuesto superior al millón de euros, con un plazo de ejecución de 12 meses. 

Impulso verde

Este proyecto, denominado Impulso Verde, se enmarca en el plan Life Lugo Biodinámico, en el que participan además del ayuntamiento de la localidad y la Diputación Provincial de Lugo la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y la UPM. El proyecto está financiado mayoritariamente por el programa Life de la Unión Europea, destinado a proporcionar fondos para la defensa del medio ambiente y la acción climática.