La cadena de suministro global de grafito está amenazada. El pasado 20 de octubre, China anunció nuevos límites en la exportación de minerales. En este caso, el grafito es esencial para la fabricación de las baterías de los coches eléctricos.
China domina las exportaciones mundiales de grafito. Sin embargo, las empresas que deseen comercializar este mineral ahora deberán obtener una autorización gubernamental. Con esta medida, el gigante asiático busca “salvaguardar su seguridad nacional”.
El anuncio no ha sorprendido al sector. Se produce después de que Estados Unidos detuviera de golpe las exportaciones de chips producidos por Nvidia destinados a impulsar la inteligencia artificial. Con ello, Estados Unidos pretende evitar que su rival emplee tecnología punta para fortalecer su ejército.
La medida impuesta por China entrará en vigor a partir del próximo 1 de diciembre y afectará, principalmente, a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, los principales importadores de grafito.
Se anticipa un aumento en el precio del grafito en las semanas venideras. Sin embargo, China no ha detenido su exportación por completo. La estrategia es mandar una señal a occidente en respuesta a las medidas impuestas por Estados Unidos.
Esta señal también va dirigida a la Unión Europea, que actualmente considera imponer aranceles a los vehículos eléctricos fabricados en China.
Corea del Sur y Japón son los países con mayor dependencia de la exportación de grafito, mientras que Estados Unidos puede acudir a mercados alternativos como México, que exporta el 21% de grafito a su país vecino y Canadá (17%). Esta diversificación reduce la dependencia de China, algo que los países que dependían de Rusia para obtener recursos naturales han tenido que aprender a la fuerza desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China crecen, sometiendo a una mayor presión a los fabricantes de coches eléctricos. El año pasado, las ventas de estos vehículos crecieron un 55%, con diez millones de unidades vendidas globalmente.
Entre tanto conflicto, hay una luz de esperanza para abrir la vía de la diplomacia entre los dos países. El primer intento de conversaciones debería haber tenido lugar el pasado mes de febrero, momento en el que el Secretario de Estado de la administración Biden, Anthony Blinken, debería haber visitado el país. Finalmente, la visita fue cancelada debido a la polémica de los globos espías chinos que entraron en territorio estadounidense.
Si China y Estados Unidos logran abrir una vía diplomática, algo que resulta cada vez más complicado por las tensiones relacionadas con Taiwán, el mundo podría respirar un poco mejor.
Argentina, entre el dólar y la moneda digital
En Latinoamérica, Argentina es noticia por su intento de introducir una moneda digital y el avance hacia la era 5G.
Con una inflación que superó el 138% en septiembre, la más alta desde los años 90, la situación es crítica.
El Banco Central de la República Argentina quiere llevar a cabo un ambicioso plan para establecer una nueva economía basada en la moneda digital. Y lo quiere hacer de manera acelerada, impulsando una legislación que contribuya a alcanzar esta meta lo antes posible.
No es de extrañar que el organismo quiera mover este asunto con urgencia, teniendo en cuenta que el candidato a la presidencia del país, Javier Milei, más bien conocido como el 'Trump argentino', pretende dejar de lado el peso argentino y adoptar el dólar como moneda nacional. Ésta es su solución para acabar, de raíz, con el problema de la inflación.
El Banco Central ve en la digitalización monetaria la solución a los dilemas económicos. Esta moneda, no relacionada con criptomonedas, tendría el valor de las tradicionales pero con trazabilidad completa, combatiendo transacciones ilícitas y la economía sumergida.
Saltando de lleno al plan de adopción de la tecnología 5G en el país, Claro, Movistar y Telecom han logrado obtener una licencia para ofrecer la red en el territorio.
En total, las tres compañías invertirán 875 millones de dólares, que irán a parar a las arcas del estado. Además, las operadoras deberán realizar otra inversión adicional de más de 1.000 millones de dólares en la infraestructura necesaria para el despliegue del 5G por todo el país.