Máquinas modulares de Kore para convertir materia orgánica en energía.

Máquinas modulares de Kore para convertir materia orgánica en energía. Pablo Ortega

América Tech

Materia orgánica convertida en hidrógeno: así funciona la maquinaria energética de la startup californiana Kore

Kore Infrastructure inaugura una planta de desarrollo e investigación para producir hidrógeno verde en pleno corazón de Los Ángeles.

1 mayo, 2022 03:19
Los Ángeles (EEUU)

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La crisis energética está impulsando el crecimiento de fuentes de energía alternativas. El hidrógeno, el elemento químico más abundante en el universo, sigue situándose en el punto de mira de la industria como una solución prometedora, pero no exenta de polémica, ya que su procesamiento puede llegar a generar aún más emisiones en la atmósfera. 

Sin embargo, el movimiento del "hidrógeno verde" aspira alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases contaminantes. Al contrario del hidrógeno azul, en el que se emplean yacimientos de gas natural, el hidrógeno verde es producido a través de fuentes de energías limpias, como la generada por los paneles solares y los campos eólicos.

Cada vez surgen más startups en este terreno en el que se necesitan soluciones urgentes. Mote es una de ellas, pero todavía se encuentra en su fase inicial de captura de capital. Por su parte, Kore Infrastructure no solo cuenta con fondos de inversión, sino que también acaba de inaugurar su primera planta de desarrollo e investigación. La ubicación escogida ha sido Downtown Los Ángeles, en pleno distrito financiero de la ciudad.

Lo cierto es que Kore cuenta con algo de ventaja, ya que ha estado en modo ‘stealth’ durante 14 años y no ha sido hasta abril de este año cuando sus máximos dirigentes han dado, al fin, el paso para hacer su proyecto público. 

"Antes de anunciar Kore públicamente, queríamos asegurarnos de que la tecnología en la que llevamos años trabajando está lista y funciona correctamente", comenta a D+I Steve Wirtel, vicepresidente de desarrollo de negocios. "Solo los clientes potenciales y los inversores han podido tener acceso a nuestro trabajo, pero ahora ya estamos preparados para hablar de ello oficialmente". 

La compañía empezó sus andaduras en el año 2008, momento en el que inició sus investigaciones sobre el tratamiento de hidrógeno y su generación a partir del uso de materia orgánica. En una segunda fase, comenzaron a proyectar la fabricación de su primera máquina de procesamiento.

La máquina no vio la luz hasta 2015. Ahora su planta en Downtown de Los Ángeles tiene el potencial de generar 1000 kg de hidrógeno verde al día, para lo que se necesitarían unas 24 toneladas de materia orgánica. Por el momento, la planta cumple su función de centro de desarrollo e investigación y su objetivo inmediato no es generar energía.

Las máquinas de Kore emplean materia orgánica proveniente de la misma naturaleza: árboles que han caído o que se encuentran en estado de putrefacción, cáscaras de frutos, restos naturales provocados por incendios o incluso los restos de demolición. Justo al lado de Kore, se encuentra una planta que procesa más de una tonelada al día de restos de demoliciones. La mitad de esta basura es madera que puede ser empleada para las máquinas de Kore. 

Pirólisis: la clave del proceso

En la planta de Kore no solo se produce hidrógeno verde, sino que también son capaces de generar gas natural, biogás e incluso carbón en estado sólido. Todo ello es posible gracias a un proceso químico conocido como pirólisis.

Este proceso consiste en una degradación térmica de la materia orgánica, en este caso, expuestas a altas temperaturas y sin la presencia de oxígeno. Las temperaturas pueden variar entre los 300 y los 800 grados.

Una vez sometidos los residuos a la pirólisis se obtienen los gases y restos de carbón. De esta manera, proyectos como el propuesto por Kore ayudan a eliminar el dióxido de carbono producido por plantación muerta.

El plan de la compañía es comercializar sus máquinas en módulos. Esto incentivará a sus clientes a probar este método de producción de energía, antes de comprometerse a realizar un gran desembolso. "Una vez que los clientes se den cuentan de su potencial de generación y haya mayor demanda de hidrógeno, tendrán la posibilidad de adquirir más módulos e ir ampliando sus plantas", confirma Wirtel.

La construcción de su planta en Los Ángeles fue posible gracias a una ayuda de 1,5 millones de dólares proveniente de SoCalGas, el principal proveedor de gas natural en el sur de California.

Ahora Kore ha contratado a especialistas de la empresa Leidos con el fin de que elaboren un informe que avale el buen funcionamiento de su tecnología. Se espera que dicho informe esté listo este verano. Tras la publicación del documento, el próximo objetivo de la empresa será captar más capital.