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Las claves

Con el tráfico aéreo en crecimiento permanente, tanto en España como en el resto del planeta, impulsar alternativas para descarbonizar gradualmente el sector es clave. En este contexto, Iberia centra su estrategia de reducción gradual de emisiones en dos direcciones: la renovación de la flota y el uso de SAF como combustible.

Ambas líneas están estrechamente relacionadas. En los aviones modernos, los criterios de eficiencia y ahorro energético se incorporan desde el diseño, tanto en aeronaves de nueva fabricación como en las actualizaciones que reciben durante su vida útil. Este objetivo se logra, entre otros factores, con motores más eficientes y una aerodinámica orientada a reducir el consumo.

En este escenario en constante evolución, el aspecto más disruptivo, llamado a transformar el sector, es la incorporación operativa del ‘sustainable aviation fuel’. Conocido como SAF, es un combustible de origen renovable que, en comparación con el queroseno tradicional, puede reducir hasta un 80% las emisiones de CO2 en términos de ciclo de vida, desde su producción hasta su consumo.

Sus ventajas van más allá de esa cifra. La más importante es su compatibilidad: puede utilizarse sin modificar los motores de los aviones ni las infraestructuras aeroportuarias. Es, por tanto, una alternativa efectiva y, a día de hoy, la vía más viable para que el sector alcance sus objetivos de reducción de emisiones.

Carga de combustible SAF en un avión de Iberia.

El contexto y las capacidades del SAF favorecen su adopción generalizada. No obstante, la oferta es aún muy limitada, por lo que su protagonismo crecerá en los próximos años. La legislación comunitaria ya ha establecido objetivos obligatorios de mezcla: 2% este año, 6% en 2030 y hasta el 70% en 2050.

Círculo SAF

Este escenario invita a profundizar en estrategias que favorezcan su uso, tanto estructurales como empresariales. Iberia ha asumido el liderazgo de una alianza con compañías de referencia para impulsar una movilidad aérea descarbonizada, aunque sea de manera gradual. Ese es el propósito de la comunidad Círculo SAF.

Círculo SAF es un programa corporativo que agrupa a empresas líderes de distintos sectores para fomentar el uso de este combustible. Busca reducir las emisiones de alcance 3 que figuran en sus reportes medioambientales y disminuir su huella de carbono. Estas emisiones corresponden a impactos indirectos, sobre todo en eslabones de la cadena de suministro fuera del control directo.

Incluyen, por ejemplo, las emisiones derivadas de la producción de materias primas o del transporte de personas y de carga. Ese es el foco de esta iniciativa liderada por Iberia, a la que se han adherido Amadeus, BBVA, Repsol y Telefónica como miembros fundadores. El modelo pretende aprovechar el potencial del SAF para mitigar el impacto de los desplazamientos corporativos.

Para ello, Círculo SAF ofrece a las empresas asociadas la posibilidad de adquirir una cantidad de SAF equivalente a un porcentaje de la huella de carbono de sus vuelos corporativos y de carga. La operación se rige por principios de transparencia y trazabilidad de los atributos ambientales generados por el suministro de SAF.

La apuesta por el SAF como eje de la reducción de emisiones tiene especial sentido en nuestro país, ya que existen condiciones estructurales favorables para el desarrollo del SAF. España es líder en energías renovables, lo que impulsa su crecimiento como combustible y fortalece el tejido industrial. La intensa actividad agrícola y ganadera garantiza una buena disponibilidad de materias primas para su producción, otro argumento a favor.

Su desarrollo también podría generar empleo y cohesión social y territorial en zonas menos pobladas. Por su propia naturaleza, el SAF se alinea con la economía circular: residuos que acabarían en vertedero se convierten en materia prima para mover aviones y personas.