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Las claves

Aunque la tecnología dual ha sido una forma cada vez más frecuente de impulsar el progreso en diversos ámbitos de forma simultánea, el contexto actual puede considerarse como un momento histórico en las implicaciones de este concepto. Principalmente, por dos factores. Uno es la transformación digital que viven infinidad de sectores. El otro, el refuerzo de las capacidades de defensa que viven muchos países -entre ellos España-. Esto está favoreciendo este trasvase de conocimientos entre las aplicaciones militares y civiles, y viceversa.

No es nuevo que el mundo de la defensa sea uno de los principales motores de desarrollo para el sector civil. Es algo lógico, dado el énfasis del sector en I+D+i que tradicionalmente ha permitido contar con dispositivos más avanzados y tecnologías que, lejos de este campo, también se han incorporado a la vida civil de múltiples maneras.

Pero más allá de las notas históricas, este escenario ha adquirido una renovada profusión en la actualidad. Se ha abierto más que nunca la bidireccionalidad entre sectores. Tecnologías como la inteligencia artificial, el cloud computing, la ciberseguridad y las redes 5G, entre otras -concebidas en un primer momento como una forma de impulsar la competitividad empresarial-, también se han incorporado masivamente al mundo de la defensa.

Todo este potencial y la versatilidad asociada es una de las fortalezas de Indra Group. La compañía española se ha posicionado como un referente en este esquema. Aprovecha su presencia única tanto en entornos civiles como militares para desarrollar dispositivos, sistemas y mecanismos en todas sus líneas de negocio que aprovechan esta doble experiencia. Con ello se enriquecen sus propuestas en ambas direcciones. Se garantiza la seguridad integral de personas y activos físicos y digitales. Protegen el medioambiente. Habilitan ciudades inteligentes, smart mobility, smart industry o comunicaciones satelitales seguras, entre otras muchas aplicaciones.

El de Indra es un caso único por esta capacidad para transformar indistintamente el ámbito civil y el militar a través de proyectos transformadores. Estos están redefiniendo y fortaleciendo tanto la seguridad nacional como la competitividad económica de España. Más aún en un momento en el que las autoridades están impulsando las capacidades de defensa. Hay 800.000 millones de euros destinados al plan de defensa de la Unión Europea y 10.471 millones de euros del Plan Industrial y Tecnológico del Ministerio de Defensa español. Sacar todo el partido de estas inversiones más allá de la defensa para situar a nuestro país a la vanguardia tecnológica y promover el desarrollo industrial en todo el territorio es la gran apuesta de Indra.

Simulador para entrenar y formar pilotos de helicóptero.

IndraMind: el "cerebro cognitivo soberano"

Entre los proyectos que ha puesto en marcha Indra hay varias iniciativas que sobresalen por esta concepción multidisciplinar. IndraMind es una de las más transversales y ambiciosas. Se trata de una plataforma revolucionaria de inteligencia artificial diseñada para maximizar la automatización de operaciones críticas y asegurar la superioridad en operaciones multidominio.

Más que una nueva unidad de negocio, asegura la compañía, se trata de un proyecto llamado a desarrollar el "cerebro cognitivo soberano" para la toma de decisiones en misiones críticas. Lo hace a través de las capacidades más avanzadas del grupo en ciberseguridad, ciberdefensa, inteligencia artificial y la filial Paradigma.

La capacidad dual de IndraMind se manifiesta en aplicaciones tan diversas como sistemas de misión y visión 360° para blindados de nueva generación. También en sistemas de guerra electrónica de última generación, gestión de enjambres de drones, ciberdefensa coordinada, y gestión optimizada de redes energéticas. O para facilitar la digitalización de sistemas de seguridad crítica, como el que Indra ha desplegado en la primera plataforma inteligente de gestión de tráfico aéreo en nube pública y con la mayor base de datos aeronáutica del mundo.

FCAS: defender Europa desde el cielo

Programa FCAS de Indra.

El programa FCAS (Future Combat Air System) representa el mayor y más ambicioso programa conjunto europeo de defensa, con un horizonte de desarrollo hasta 2040. Indra actúa como coordinador nacional industrial en este megaproyecto que desarrolla tecnologías ultrainnovadoras de aplicación dual.

El FCAS aborda el desarrollo de un fighter de sexta generación que volará escoltado por drones operando en una nube de combate para intercambiar datos en tiempo real. Estas tecnologías tienen aplicación civil en todos los casos: nuevos conceptos y arquitecturas, tecnologías de baja observabilidad, nuevos materiales, tecnología fotónica y cuántica, inteligencia artificial, sensores en red, nuevos interfaces humano-máquina y tecnologías digitales, entre otras. Serán claves para asegurar la competitividad de cualquier economía avanzada. El programa impulsa el desarrollo de la base industrial y tecnológica más allá de la defensa incorporando a pymes y startups del sector civil.

Líderes mundiales en producción de radares

Dentro de las líneas de desarrollo de Indra Group, los radares representan una de sus principales especialidades. Es uno de los principales fabricantes del mundo, con exportaciones a los cinco continentes e incluso a la OTAN. Sus radares 3D, tradicionalmente empleados por ejércitos para proteger el espacio aéreo, también han sido pioneros en su introducción al sector del tráfico aéreo civil.

Estos dispositivos contribuyen a la estabilidad y la seguridad en un entorno próximo. Pero uno de los últimos desarrollos de la compañía va incluso más allá: el radar de vigilancia espacial S3TSR tiene capacidad para detectar objetos de pocos centímetros a hasta 2.000 kilómetros de distancia. Forma parte del sistema español S3T que contribuye a generar un catálogo europeo de basura espacial. Basado en esta tecnología, la empresa desarrolla actualmente un sistema para la Fuerza Aérea alemana para proteger satélites alemanes y europeos.

Simuladores de entrenamiento inteligentes

Con más de 200 simuladores entregados en más de 20 países, Indra también ha trasladado exitosamente la tecnología de simulación militar al mundo civil. Sus simuladores de extrema fidelidad, desarrollados para cazas como el Eurofighter, se han adaptado para entrenar pilotos de aeronaves civiles como el Airbus A320, A330 y Boeing 737.

La aplicación dual se extiende a sectores como el transporte, la minería y las infraestructuras. Incluye simuladores para conducción de autobuses, camiones de bomberos, máquinas quitanieves y maquinaria pesada.

Simulador para entrenar y formar pilotos de helicóptero.

5G privado: conectividad sin límites

Las capacidades de 5G privado de Indra Group, desarrolladas a través de Minsait, permiten garantizar conectividad en escenarios donde las tecnologías tradicionales como fibra óptica o wifi son inviables. Desde el interior de una mina donde los espeleólogos pueden recabar datos sin salir al exterior, hasta la creación de burbujas de comunicación aisladas en carros de combate sobre nubes privadas.

En el sector energético, estas redes privadas facilitan la operación de parques eólicos en zonas aisladas. Combinadas con inteligencia artificial, ayudan a detectar incendios o posibles incursiones de aves protegidas. Por otra parte, Indra Group aprovecha también el potencial de la IA unida a las telecomunicaciones para desarrollar redes autónomas auto-gestionadas que se adaptan a su entorno.

Sistemas antidron contra nuevas amenazas

Como estamos viendo estos días, la irrupción de los drones en el ámbito militar está transformando los conflictos bélicos. E incluso sin estar en un escenario tan extremo, lo cierto es que también están planteando un desafío en la seguridad de infraestructuras civiles críticas como aeropuertos, plantas industriales y de energía o eventos multitudinarios.

Indra se ha posicionado a nivel global como un actor de máxima relevancia en el desarrollo de tecnología antidron. Sus soluciones en este campo a través de sus sistemas de guerra electrónica, comunicaciones y sistemas de mando y control permiten a sus clientes proteger estas ubicaciones o grandes eventos.

"Un motor de innovación y de empleo"

Estos ejemplos son únicamente algunos de los más representativos de esta tecnología dual. Pero también la respuesta tangible de Indra hacia los retos que tenemos por delante. Estos pasan principalmente por atraer el mayor gasto europeo posible en defensa a empresas del continente. Actualmente el 70% de estas partidas se destinan a proveedores no europeos. Esto, a juicio de la compañía, constituye una vulnerabilidad estructural que se puede mitigar atendiendo a la urgencia de acelerar el desarrollo de capacidades propias.

En el caso de Indra, el 77% de las compras en defensa las realiza a proveedores nacionales, lo que demuestra su compromiso con el desarrollo de las empresas, pymes, startups, centros tecnológicos y universidades españolas, actuando como gran empresa tractora.

Por eso, la labor de Indra es clave para Europa y, por supuesto, para España. La propia secretaria de Estado de Defensa Amparo Valcarce, manifestó hace días en el Foro 2E+I en Toledo que "la industria de defensa es un motor de innovación, de empleo y de desarrollo tecnológico que fortalece la competitividad global" de nuestro país.

Además, Indra es una de las empresas vertebradoras del territorio. Tiene presencia en todas las comunidades autónomas. Sin contar sus numerosos acuerdos de colaboración con diferentes instituciones, la compañía tiene más de 45 centros de trabajo y 10 centros de excelencia distribuidos en las 17 comunidades autónomas. En ellos desarrollan su actividad más de 34.300 profesionales.

Estas cifras y la visión de futuro de la empresa también tienen su reflejo en la inversión dedicada a I+D+i. En los últimos seis años, Indra ha dedicado a este concepto más de 1.600 millones de euros -427 millones solo en 2024-. El esfuerzo inversor en relación a las ventas alcanza el 8,8%.