La agricultura y la ganadería generaron hasta el 23% de los gases de efecto invernadero emitidos en 2019, tal y como indica un informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Estas dos actividades esenciales para el sustento de cualquier país forman parte del sector primario y son las segundas más contaminantes de España, tan sólo detrás del sector de transporte.

El uso de combustibles fósiles, la gestión de los suelos, la aplicación de fertilizantes y la quema de residuos agrícolas son algunos ejemplos de ejercicios contaminantes que producen gases nocivos para el medio ambiente en el sector agrícola. Para reducir su impacto existen programas como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en el que se propone, entre otras opciones, el desarrollo de nuevas instalaciones de generación eléctrica con energías renovables, como puede ser la solar.

Aquí es donde las empresas como Iberdrola juegan un papel fundamental. Este grupo de distribución y comercialización de energía, y una de las compañías eléctricas más grandes a nivel internacional, ha puesto en marcha numerosas iniciativas para conseguir que la energía solar y la agricultura convivan en un mismo espacio y se alineen para aliviar la presión sobre los ecosistemas y proteger la fauna y la flora. Una idea que nace con el propósito de caminar hacia un futuro cada vez más sostenible.

Programa PERSEO, una oportunidad para desarrollar negocios innovadores

Una de las iniciativas a favor del clima que ha puesto en marcha Iberdrola es el programa internacional de start-ups Iberdrola - PERSEO, en el que la empresa ha invertido un presupuesto total de 125 millones de euros y que facilita el acceso al mercado a empresas tecnológicas y emprendedores del sector eléctrico. Este programa está orientado al análisis de oportunidades de negocio y a la colaboración tecnológica con compañías emergentes que pretenden mejorar la sostenibilidad del sector energético mediante una mayor electrificación y descarbonización de la economía.

Un ejemplo de empresas que han podido aprovechar las ventajas que ofrece el programa PERSEO es el Grupo ecoEnergías del Guadiana S. A., una compañía enfocada al mantenimiento de plantas solares fotovoltaicas y cuya iniciativa es desarrollar un proyecto piloto para cultivar tomates bajo estructuras fijas o retráctiles que soportan paneles solares. A través de ellos se pretende mitigar el estrés de las plantas por el calor, creando una sombra sobre el tomate para que este no supere su punto de saturación, disminuir el impacto de los daños por granizo y ahorrar agua y reducir su coste.

Además de este proyecto piloto, a través de PERSEO, Iberdrola también trabaja de la mano de la start-up española XmartSense para crear sensores inalámbricos capaces de medir la temperatura, humedad, presión y otros parámetros para mejorar los sistemas de monitorización de los parques eólicos.

Se trata tan solo de dos ejemplos entre todos los proyectos que apoya Iberdrola desde que nació este programa, buscando lograr la sostenibilidad global.

Trabajando por la descarbonización energética

Para ser ejemplo de cambio social, Iberdrola también trabaja alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, un plan que cuenta con 17 puntos a cumplir antes de ese año y con el que se pretende reducir un 55% las emisiones contaminantes a la atmósfera.

La compañía energética se centra especialmente en el punto 7 y en el 13. El primero dirigido a conseguir una energía asequible y no contaminante, y el segundo enfocado a combatir los efectos del cambio climático. Además, para permanecer en la cabeza de la revolución tecnológica y triplicar la capacidad renovable antes de 2030, Iberdrola pretende invertir hasta 150.000 millones de euros.

Otro de los objetivos que marcan su hoja de ruta y que tiene fecha establecida es alcanzar una economía neutra en carbono en 2050 y conseguir un 85% de generación eléctrica renovable tras la creciente integración de energías renovables en las actividades de la empresa. Además, llegar a estas metas en concreto será una oportunidad para crear riqueza, generar empleo y mejorar la calidad del aire.

Así, la amplia experiencia de Iberdrola en el sector energético y su integración de energías renovables la convierten en una de las mejores opciones para descarbonizar el sector. El Grupo Iberdrola comenzó su actividad en este sector concreto hace 20 años y ha invertido 120.000 millones de euros desde entonces en su desarrollo.

Todos estos objetivos forman parte de la agenda de Iberdrola y se alinean directamente con la economía circular. Por esta razón, además de apostar por la descarbonización y utilizar más energías renovables, la empresa también trabaja en la optimización de los recursos y la maximización del aprovechamiento de los residuos para reducir el impacto de la huella de carbono y así luchar contra uno de los mayores retos de nuestro siglo: el cambio climático.