La mesa sobre conservación.

La mesa sobre conservación. Esteban Palazuelos

IV Observatorio ODS (2025)

Retos y amenazas para el lince, el lobo y el oso: "Las enseñanzas de Félix Rodríguez de la Fuente se han olvidado"

La conservación de la biodiversidad de las especies emblemáticas de España ha centrado el debate del IV Observatorio de los ODS.

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Tras hablar de microseguros y océanos, el IV Observatorio de los ODS de EL ESPAÑOL, ENCLAVE ODS e Invertia ha continuado debatiendo los éxitos y retos de la conservación de especies en España.

Enrique Segovia, director de Conservación de WWF España; Rubén Moreno-Opo, jefe de servicio de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO); Guillermo Palomero, director de la Fundación Oso Pardo; y Marta del Riego Anta, doctora en Periodismo, docente, comunicadora y autora de Cordillera.

El debate se ha centrado en el lince, el lobo y el oso, tres especies emblemáticas con historias de avances, retrocesos y aprendizajes con las que podremos reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza.

Mesa redonda. Éxitos y retos de la conservación en España: lince, lobo y oso

"En las últimas décadas, las especies emblemáticas de nuestro país han ido mejorando su estado de conservación. La situación con otras, quizás ya no es tan positiva en determinados ámbitos, en concreto las menos conocidas", ha comenzado Moreno-Opo.

Eso sí, ha matizado que sí es preocupante la situación de "especies ligadas a ecosistemas muy afectados por la actividad humana, como las relacionadas con el ámbito agrario".

Segovia, por su parte, ha puesto sobre la mesa que para recuperar una especie a punto de desaparecer "hay que llegar a un acuerdo entre administraciones, oenegés y sociedad civil".

El lince como éxito

En el año 2000 había menos de 100 ejemplares, cifra que ahora ascendería a 2.000. Esto, ha dicho, sucede porque "lanzamos la alarma hace 25 años y todos los sectores involucrados nos pusimos a trabajar".

La cría en cautividad, por ejemplo, ha sido fundamental para recuperar el lince. "Y los recursos económicos son clave; el lince se ha llevado mucho dinero y los fondos LIFE para esto han sido cruciales".

En este sentido, el consenso, ha insistido Segovia, ha sido fundamental. "Ha sido un éxito", gracias a que se ha dejado atrás "las diferencias políticas".

Palomero, por su parte, ha recordado que "el oso estaba en el borde del abismo, un empujoncito más y lo perdíamos". Pero "después de trabajar mucho, en tres décadas, hemos pasado de estar en peligro crítico a seguir en riesgo, pero avanzando".

Y todo porque "se trabajó mucho en el territorio para su aceptación social; no en los medios urbanos, sino en el territorio". "Ese cambio de esta especie del rechazo a aceptarla ha sido vital".

Félix Rodríguez de la Fuente y su El hombre y la tierra llevó los linces, los osos y, sobre todo, los lobos al centro del debate en España. Su papel, ha recordado Del Riego, "colocó la biodiversidad en el foco de la agenda social".

Y ha apuntado: "El lobo, que era el enemigo número uno de un ganadero, dejó de ser una amenaza y se convirtió en una parte importante de un ecosistema y un emblema de España. Eso marcó a la generación de nuestros padres y abuelos, pero es algo que estamos dejando de ver ahora".

El caso del lobo

2025 no está siendo un buen año para el lobo, como tampoco lo fue el año pasado. En el primer trimestre, se volvía a aprobar la caza deportiva del lobo ibérico al norte del Duero y se rebajaba su protección en otras regiones.

A este respecto, Moreno-Opo ha querido hacer, "como técnico que trabaja en conservación, un alegato para dejar de utilizar a esta especie como arma política". Y ha añadido que "la sensibilización es vital para que no ocurran estas cosas".

Eso sí, ha apuntado que "la caza se trata de una actividad que, a día de hoy y a estas alturas de la historia, es una actividad sin apoyo social amplio". Tampoco habría "una necesidad real de ejercerla".

"Otra cuestión es cómo gestionar ejemplares a través del control poblacional, que está cubierto y amparado legalmente si se cumplen determinados requisitos, condiciones y circunstancias. Y si se hace bien, no es incompatible con poder alcanzar el estado favorable de conservación de esta y otras especies".

Segovia ha indicado que "esas extracciones no es caza activa". Desde WWF apoya que "no hay que gestionar al lobo sino los daños", porque "ahí es donde hay que intervenir con medidas de prevención y de pagos de daños". Es ahí, ha insistido, que "hay un problema político".

Grandes depredadores

A la pregunta si se corre el riesgo de que la recuperación del oso pardo o del lince ibérico los pongan en el foco como está ocurriendo con el lobo, Palomero ha insistido en que "hay que mantener una aceptación social que es un tesoro que se podría revertir" y hay que "tener cuidado con ello".

Eso sí, ha apuntado que "el oso tiene una dieta bastante diferente, es un gran vegetariano, mata muy poco ganado, roba una oveja o una cabra y no se percibe como un problema para la ganadería". Aunque, en esto, "las comunidades autónomas no son todo lo diligentes que podrían ser". "

El reto del oso estaría en "cómo hacer que una especie que está en recuperación conviva con la población rural que nos queda, que no es mucha".

Del Riego ha apuntado que, "a raíz de lo que está pasando con el lobo, ciertos sectores ya están poniendo el foco en el oso". Los ataques de estos animales son anecdóticos, pero "se magnifican" y ahí está el peligro de que "se revierta la aceptación".

Palomero, asimismo, ha recordado que "hay que atender a esas alarmas que crea el oso cuando vienen a pasearse y a buscar frutas o meter la cabeza en los contenedores".

En el caso del lince, "hemos pasado de linces a 1.200", ha recordado Segovia. "Estamos, en algunas zonas, viendo cierto furtivismo". Por eso, cuando aparecen estos comportamientos, "hay que atajarlos".

Del Riego ha zanjado el debate con una reflexión: "hay más linces que lobos y, sin embargo, se persigue más al lobo".