El jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, el teniente general Juan Gómez de Salazar, ha asegurado que "todavía queda bastante camino por recorrer" para acercar esta institución a la sociedad, pues, a su modo de ver, "falta conciencia de defensa nacional" frente a los sectores que cuestionan o desconocen el papel de las Fuerzas Armadas.

Gómez de Salazar ha pronunciado estas palabras durante el acto de apertura del curso 2019-2020 de la Academia de Infantería de Toledo, en el que han participado un total de 331 alumnos, 97 de ellos para convertirse en tenientes del Ejército y 234 para acceder al rango de sargento, aunque en enero del próximo año se incorporarán más de 250 alumnos de la escala de suboficiales.

El teniente general, que ha impartido la lección inaugural antes de proclamarse la apertura del curso académico, ha sostenido que los asuntos del Ejército deben ser conocidos por los ciudadanos, dado que esta institución "necesita sentirse sociedad".

En este punto, ha dicho a los alumnos que la carrera de las armas es una profesión cuya seña de identidad radica en el amor a España, "un sentimiento que no es exclusivo de los militares", y en la vocación.

Además de estos valores, ha destacado la "íntima satisfacción del deber cumplido" y el sentido del deber como conceptos que, a su juicio, también definen la actividad de los militares.

DISUASIÓN Y EMPLEO DE LAS ARMAS

En el plano colectivo, ha subrayado que los ejércitos pueden jugar un doble papel. Por un lado, disuasorio, algo que "para ser creíble" requiere de preparación, cobertura, materiales modernos y disponibilidad y, por otro, el relativo al empleo de la fuerza.

A este respecto, ha aseverado que si "falla" la disuasión y la política y la diplomacia no son capaces de resolver un problema, "la única opción que queda es el empleo de las armas, esto es, la lucha armada".

Y es en este extremo cuando las Fuerzas Armadas "chocan" con determinados sectores de la sociedad, tales como los movimientos pacifistas que, en palabras del teniente general, "viven en el espejismo de confundir el deseo de que no haya guerras con la ilusión de que estas no vayan a producirse".

A ellos y a los que se sienten alejados del Ejército hay que convencerles, ha enfatizado Gómez de Salazar, de que la Defensa es "un bien esencial" y, en ese sentido, ha dejado claro que "la seguridad tiene un precio" y que quien la garantiza "son las Fuerzas Armadas".

Aunque ha reconocido que el Ejército es una de las instituciones mejor valoradas por los españoles, Gómez de Salazar ha considerado que todavía queda "bastante camino por recorrer" para avanzar en la "compenetración" entre esta institución y la sociedad.

Tras llamar a aunar esfuerzos de cara a profundizar en esta "compenetración", ha incidido en la necesidad de apostar por la cultura de defensa ante la falta de "conciencia de defensa nacional", un aspecto que, en su opinión, es "importante", porque permite la democracia y la justicia.

INCORPORACIÓN DE LA MUJER

A preguntas de los medios de comunicación, instantes antes de participar en este acto, sobre si la incorporación de la mujer es una asignatura pendiente para las Fuerzas Armadas, ha recalcado que esta cuestión está superada "y con nota".

"Somos uno de los ejércitos más avanzados. Yo conozco los ejércitos francés, americano y británico, donde uno no se encuentra a la mujer en todos los puestos en los que se la puede encontrar en el español", ha defendido.

Convencido de que el relevo generacional está garantizado, ha resaltado que en la actualidad la formación de los oficiales es "quizá más técnica en lo general y menos en lo particular", pero eso, a su parecer, no debe ser motivo de preocupación, pues "cuando se completan realmente los conocimientos de los profesionales es cuando ejercen su profesión 'in situ'".

Marcos Izquierdo y el papel de la formación de los militares

También el coronel director de la Academia de Infantería de Toledo, Francisco Javier Marcos Izquierdo, ha hecho hincapié en el papel de la formación de los militares "en un mundo que cambia rápidamente, en el que cambian los conflictos y la forma de operar de los ejércitos".

La formación es fundamental para que los futuros oficiales y suboficiales puedan enfrentarse a las situaciones que generan "los enemigos de la libertad" en cualquier parte donde haya conflicto, "en cualquier parte del mundo, donde vive la gente, donde no se puede fallar".

En un contexto en el que "un error grave puede dar al traste con una misión", las pequeñas unidades "cobran una gran importancia", ha subrayado el coronel Marcos, que ha opinado que "las misiones empiezan a ganarse o a perderse en los centros de formación, en las academias".

Por este motivo, la preparación física, táctica e intelectual "debe de ser excelente", a juicio del director de la Academia de Infantería, que entiende que "el factor humano seguirá siendo el más importante por mucho que cambien los sistemas", y ha opinado que en un mundo donde el talento y los conocimientos son fundamentales "lo que marca la diferencia es la actitud".

Esta circunstancia "hace a esta Academia una institución idónea para formar a futuros oficiales y suboficiales", ha remarcado Marcos Izquierdo.

Curso académico

En el curso académico 2019-2020 la Academia de Infantería tendrá casi 600 alumnos, entre ellos los 97 alféreces cadetes de la 75 promoción que ya están en el centro, los 117 de la 45 promoción de la escala de suboficiales y los 117 de la 46 promoción, de los que 63 pertenecen a infantería ligera y 54 a infantería mecanizada.

A ellos se unirán los más de 250 alumnos que iniciarán en enero de 2020 el primer curso de la escala de suboficiales.