Opera cambia y acelera su velocidad para enfrentarse a la competencia de Android

Opera cambia y acelera su velocidad para enfrentarse a la competencia de Android

Aplicaciones

Opera cambia y acelera su velocidad para enfrentarse a la competencia de Android

7 marzo, 2013 09:36

Vivimos en un momento genial para la web, y la principal razón es que un usuario puede escoger prácticamente cualquier navegador web actual y esperar una experiencia de uso idéntica o muy parecida. Esto puede parecer una perogrullada, pero hasta hace bien poco no era así. Remontémonos hasta hace unos pocos años, antes de Android, antes de la explosión de las web apps. Si querías navegar la web tenías dos o tres opciones a lo sumo, aunque en la práctica los desarrolladores web solo tenían en cuenta un navegador: Internet Explorer.

Si entendías algo del tema usabas Netscape u Opera, pero tarde o temprano te ibas a encontrar páginas diseñadas con el monopolio de Microsoft en mente. Eran tiempos oscuros, sobre todo porque la palabra «estándar» era absolutamente ajena a la compañía de Redmond. Pero, en buena parte gracias al trabajo de la fundación Mozilla que tomó el lugar de Netscape con Firefox, poco a poco esa tendencia fue a la baja, hasta llegar a la situación actual en la que el mercado de navegadores está dividido por programas que respetan los estándares HTML – con mayor o menor fortuna, eso sí.

El gran ganador en esta situación es Webkit. Seguramente es un nombre que os sonará, ya que se trata del corazón del navegador integrado en Android. Es un motor de renderizado con licencia libre, y por tanto puede ser usado por todo el mundo con prácticamente cualquier objetivo. Además, al estar integrado en Android, es usado por casi todas las apps que utilizan una «vista web». Tanto Safari de Apple, como Chrome de Google, como otros proyectos libres lo usan.

Toda esta lección de historia viene porque Opera, en un giro algo dramático, ha decidido tirar a la basura su motor privativo y empezar a usar Webkit. No podemos decir que sea una gran pérdida. Al fin y al cabo era un motor que tenía sus puntos positivos pero que empezaba a languidecer al lado de Webkit y Gecko (el motor de Firefox).  Desde la compañía noruega explican que al no tener que dedicar tantos programadores y recursos a mantener su propio motor, pueden redirigir sus esfuerzos en aportar una mejor experiencia de usuario confiados en que Webkit hará el trabajo sucio de renderizado.

Así, la beta de Opera con Webkit cuenta con algunas funciones muy interesantes, como la posibilidad de crear carpetas en el Speed Dial, la pantalla de inicio con iconos de webs de fácil acceso. Tampoco falta el gran estandarte de Opera, el modo Turbo que nos permite ahorrar mucho en el consumo de datos gracias a la compresión de las páginas web en los servidores de la compañía. Por tanto, podemos decir sin dudar que Opera sigue siendo Opera,  y pese a que las páginas web ahora se verán de manera algo distinta, en mayor parte es un cambio imperceptible.

Lo que me pregunto es si esto es el prolegómeno a una situación parecida a la de iOS. Los duros términos de Apple implican que todos los navegadores están obligados a usar el navegador integrado (también basado en Webkit) para crear los propios. Es poco probable que Google haga algo tan dictatorial, pero es posible que no tenga que hacerlo y que sea el propio mercado el que se cambie progresivamente a Webkit. Aunque siempre nos quedará Firefox.