Los proyectos y acuerdos que salgan de la Cumbre del Clima que se celebra estos días en Madrid tendrán que ser financiados por la banca. Conocedor de ese rol, el sector financiero lleva tiempo trabajando en su 'transición verde' y pide certidumbre regulatoria para poder afrontar ese proceso con el menor incremento de costes que sea posible.



La agenda de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) convirtió a las finanzas sostenibles en las grandes protagonistas del XV Encuentro del sector bancario del IESE y EY, celebrado este martes en el campus madrileño de la prestigiosa Escuela de Negocios.

El presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, aprovechó esta agenda para pedir a las autoridades un método de cálculo "creíble", "internacional" y "operativo" de la huella de carbono de las entidades financieras. Según recordó el representante de las grandes entidades, la banca debe incorporar en sus parámetros para la concesión de crédito a empresas y familia los criterios medioambientales del nuevo modelo económico y social que se está impulsando en el planeta.

En este contexto, el cambio climático ya está presente en los planes estratégicos de las entidades financieras. Un hecho que fue recordado por algunos de los altos directivos de las grandes entidades españolas que participaron como ponentes de este encuentro sectorial.

Rating sostenible

Según avanzó el consejero delegado de Sabadell, Jaime Guardiola, este banco trabaja en la preparación de un rating para sus clientes que otorgue una etiqueta sostenible a partir de 2020 a aquellas empresas que cumplan con los criterios ESG (Medioambiente, Sostenibilidad y Gobernanza) o a aquellas que estén inmersas en un proceso de transición hacia un modelo de negocio sostenible.



Para ello, el banco creará un modelo propio que le permita clasificar a los clientes más pequeños y asumirá como buenos los ratings de empresas estandarizados en los mercados financieros, según explicó Guardiola.



Su anuncio se produjo después de que el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, destacara las cifras que revelan el peso de la banca sostenible en su modelo de negocio. En concreto, la entidad ha movilizado ya 21.800 millones de euros en finanzas sostenibles en los 18 meses que han pasado desde que puso en marcha su Compromiso 25, un plan por el que pretende movilizar hasta 100.000 millones de euros de aquí a 2025 para la lucha contra el cambio climático.

"¿Qué es ser verde?"

Para poder dar forma a esas cifras, el socio Grupo Servicios Financieros de EY, Mario Delgado, recordó la importancia de que las autoridades den respuesta a la pregunta de "qué es verde" y a la derivada que tiene la transición ecológica: la de qué se debe hacer "si un sector es 'marrón' pero necesita financiación para una transición más ecológica".

Según recordó Roldán, los reguladores deben elaborar análisis rigurosos sobre cuáles son los distintos escenarios hacia una economía sostenible. Además, auguró la llegada de nuevos 'test de estrés' que incorporarán la descarbonización de la economía.

Ante este nuevo escenario, el presidente de la AEB pidió reducir lo máximo posible "la incertidumbre" que esta transición puede generar en la actividad económica. Y recordó que el sector financiero -a través de los Seguros- es uno de los más afectados por los efectos del calentamiento global en las catástrofes naturales.

En el encuentro, también estuvo presente el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que tras centrar su discurso en la rentabilidad de las entidades financieras, aludió también a la transición ecológica para recalcar que ésta tiene una "especial incidencia en el sector financiero".

En ese sentido, Hernández de Cos apuntó al riesgo que representa para el sector financiero la 'revolución verde' y advirtió que "identificar y cuantificar esos riesgos requerirá un esfuerzo considerable".

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